Cualidades de ministros y líderes cristianos



Los cristianos en las manos de Dios

Por sus frutos los conoceréis: ¿Cogense uvas de los espinos, ó higos de los abrojos?
Así, todo buen árbol lleva buenos frutos; más el árbol maleado lleva malos frutos.
No puede el buen árbol llevar malos frutos, no el árbol maleado llevar frutos malos.
                               
                                                                                    Mateo 7:16-18

Ministro es aquel que tiene un llamado al servicio de Dios y líder es aquella persona con cualidades y capacidades administrativas que apoyan los diferentes ministerios dentro de una congregación.
Un ministro de Dios cuando Dios lo llama lo capacita, Dios pone su parte y el hombre tiene que disponerse y hacer la suya, no importando que carezca de dones para ello.

Porque a medida que la persona crezca espiritualmente irán aumentando sus capacidades y Dios por medio de su Santo Espíritu le ira dando los dones que crea conveniente o se los avivara en caso de tenerlos ya.

Los lideres generalmente no son personas espirituales, por eso se debe tener cuidado al darle méritos para ordenar y dirigir la iglesia en las partes concernientes al ministerio o ministerios dentro de la congregación, por causa de la dirección de personas que no tienen un llamado a servir, pero que son usados por diferentes motivos, causan tropiezo y aun apartan a personas que si tienen un llamado de Dios y que tienen su lugar para crecimiento de ellos y de la obra.

Hay personas que sin ser pastores tienen capacidades especiales como hermanos en Cristo para ayudar a fortalecer las congregaciones.

Pero el llamado a ser pastor es un llamado muy especial, porque para ser pastor hay que tener corazón de pastor, cualidades que solo Dios ve y que por eso hace especial este llamado.

Un ejemplo de “Buen Pastor” es Jesús, y los ministros que tienen ese llamado o son pastores no deben dejar que el mundo y la vanagloria humana los aleje de ese especial llamado, que sembrando en el, a su tiempo cosecharan abundante fruto para la honra y gloria del nombre del Señor y para su propia satisfacción.

Porque la Gloria celestial le pertenece a Dios, pero la gloria humana que es un reconocimiento y valorización de lo que hacen los diferentes ministros, les pertenece a ellos y como personas sensibles con necesidades y capacidades necesitan el reconocimiento afectivo y económico de las congregaciones.

Se ha tergiversado mucho el servicio a Dios y si el mundo anda en una carrera armamentista y de cambios en cosas que no aprovechan, sobre todo la juventud, las iglesias están en una carrera económica: de quien tiene el templo más grande, el mayor y mejor ministerio con fama internacional,  los mejores equipos musicales y eclesiales, las ovejas mas gordas y de mejor posición social y una infinidad de cosas mundanas, que se han olvidado de la verdadera labor a la que Dios esta llamando, no solo a los ministros sino a su pueblo entero.

Porque se debe saber el valor de una verdadera alma y no avergonzarnos del evangelio del Señor que es poder de Dios para salvación como dijo el apóstol Pablo.

Dios los bendiga

Por Nigella

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