¿La envidia y como sanarla?
La envidia tiene miles de definiciones pero
algunas de las definiciones más famosas en el mundo entero son la de Dante
Alighieri y dice de ella que es «amor por los propios bienes pervertidos y el
deseo de privar a otros de los suyos»
Miguel de Cervantes Saavedra dijo: ¡Oh envidia, raíz de infinitos males
y carcoma de las virtudes!
Francisco de Quevedo dice que la “La envidia va tan flaca y
amarilla porque muerde y no come”.
Pero quizás las mejores y más certeras definiciones de lo
que es la envidia y sus efectos las encontramos en los versos bíblicos.
En proverbios 14:30 dice: El corazón apacible es vida de la
carne; Mas la envidia es carcoma a los huesos.
También habla de que el ojo del envidioso seca lo que mira y
hay hambre en su mesa.
Quizás podríamos extendernos en más frases famosas y versos bíblicos
sobre la envidia.
Pero lo principal de esas frases famosas fue el motivo
porque fueron expresadas. Y la Biblia nos da enseñanzas tremendas que cuando se
alcanza el sentido y la sabiduría de lo que Dios dice y enseña por medio de su
palabra, se debería recibir sanidad instantánea de todos los males.
Muchas veces se señala a los demás de envidiosos, cuando la
envidia esta en el propio corazón.
Si se analizan los sentimientos o se deja guiar por el Espíritu
Santo de Dios descubrirá que es un sentimiento que se despierta en todos, pero
la forma en que se maneja y se encausa en la vida de cada uno, hace la
diferencia entre una persona envidiosa y otra que es tentada por ella, pero que
no la acepta en su corazón, rechazándola y dejándola de lado.
No hay nada que perjudique más la labor de los hombres en
general que la envidia y nada peor que llevar la envidia a niveles espirituales
disfrazándola de celo por la obra del Señor.
Afortunadamente Dios siempre da oportunidades de cambio y de
bendiciones nuevas cada día y ayuda a sus hijos a cambiar esa impiedad en las
vidas.
Se puede hacer una dinámica que dará discernimiento para
entender el porque de esa envidia y la forma de desarraigarla de la vida de
cada uno.
Examinar la mente y el corazón primeramente para saber lo
que hay dentro del corazón, pidiendo humildad y claridad de pensamiento,
rechazando la arrogancia, admita si es envidioso. Se tiene que mirar lo que hay
dentro y aceptarlo, para después dejarla ir.
En una hoja nueva de Word o con lápiz y papel escriba todos
los deseos secretos y ocultos que tiene en su corazón y que no se los confiesa
a nadie, pero que sabe que están hay.
También se debe escribir el nombre de las personas que se
conocen y que por sus actitudes siente que están con envidia en contra suya.
Después de haber logrado sacar a la luz de Cristo y de uno
mismo lo que hay en el corazón; hay que confesarlo y decirle a Dios que sabe que
es una ofensa grande contra él y arrepentirse, aunque no se sienta
arrepentimiento, cuando se confiesa a Dios y se saca del corazón lo que hay
dentro, es un gran paso que va a llevar a ser libre y a ser sanado
completamente de la envidia.
No es fácil hacerlo a menos que Dios este en el asunto y que
se deje guiar por el.
Y por ultimo como muestra de ese arrepentimiento genuino,
bendecir a estas personas por las que se ha sentido envidia, cambiando la
actitud por una mejor y tratando de hablar bien de ella y todos los cambios que
una mente positiva, abierta y sin prejuicios, ministrada por el Espíritu Santo
de Dios logran alcanzar.
Para llegar a los objetivos y metas que bendicen primeramente
a la persona que dispone su corazón para que Dios obre milagros y pueda ser
usada grandemente como canal de bendición para otras vidas y ayudarlas a su vez
a superar las cosas malas y pecados ocultos que hacen daño y no dejan prosperar
la obra de Dios.
Dios te bendiga
Jadeen
Dios te bendiga
Jadeen
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