Cualidades
de un buen gobernante
1 de Samuel 8:5 y le
dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por
tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las
naciones.
Los evangélicos tienen la costumbre de predicar o
enseñar en base al antiguo testamento, esto es bueno porque hay muchos y
maravillosos tesoros en la Biblia que nos enseñan a amar y respetar la vida y
los procesos que se viven en una nación.
El mejor modelo en cualidades y autoridad Jesucristo hijo
Si somos un país que conocemos los fundamentos bíblicos,
nos va a ser más fácil colaborar en todos los procesos de paz y mantener un
ritmo de trabajo que aunque a veces decaiga, no va a cesar totalmente.
Todos escuchamos cuando el pueblo le pidió a Samuel
que nombrara un rey y conocemos la historia que sigue sobre Saúl y de ahí en adelante
pasa de ser un pueblo de patriarcas primero a legisladores con Moisés y Samuel,
obviando los jueces y finalmente de reyes; Samuel fue un legislador inteligente,
que no dividió a la nación y fue el último legislador que tenía la cualidad de
profeta.
Este Samuel es el mismo nacido de la oración de Ana,
entregado a Dios desde antes de nacer y que creció en el templo de Dios al
cuidado de Elí.
Ambos tuvieron el mismo pecado, no supieron delegar
autoridad en otras personas fuera de sus familias cercanas y esto perjudico
grandemente sus gobiernos. Eli era un sacerdote llamado a ministrar en la casa
de Dios y Samuel fue llamado profeta y gobernó el pueblo de Israel, descuidando
en parte las obligaciones espirituales, abrogándose las seculares y mandando en
medio del pueblo de Israel como legislador.
Para ser buenos gobernantes a todos los niveles, se
deben cubrir varios flancos y también tener personal capacitado y capacitarlos
en las nuevas funciones que asumen.
También debe tener cualidades especiales, debido a que
los gobernantes tienen muchos privilegios que muchas veces no saben ni que los
tienen y son usufructuados por personas ambiciosas, trepadoras, amadoras de lo
malo y que no pueden ser equitativas.
La equidad es algo muy necesario a la hora de
gobernar, dictar leyes, dar participaciones ciudadanas, luchar contra el
acaparamiento.
A nadie le gusta que le quiten sus propios
privilegios, a nadie le gusta que una sola persona asuma la responsabilidad
para beneficiarse ellos y su familia y no dejar muchas veces ni el bagazo para
que los demás se alimenten.
Gobernar, juzgar y otras actividades que entran dentro
de la jurisprudencia de un país, no corresponde a las mujeres, las mujeres son
buenas abogadas, buenas jueces, buenas presidentes, buenas pastoras, buenas en muchísimas
cosas que requieren de autoridad, pero que no cuentan con el respaldo
suficiente para poder ejercer ciertos atributos que necesitan una capacitación
que es desde prácticamente el nacimiento de esas personas que gobiernan.
Aunque suceda como con los hijos de Eli, de Samuel, de
David, ellos quisieron alcanzar objetivos y lo lograron en parte, pero si se
detiene a desmenuzar esta parte de la Biblia, se verá que fallaron tan
terriblemente a como fallan los gobernantes que no tienen la capacitación, el
conocimiento y la educación para ello.
Para una persona ser gobernante de una nación
requiere unas credenciales para ser reconocido como Rey, presidente, primer
mandatario y de ahí en adelante una
escala de mandos, que aunque muchas veces no tengan el mismo sentir, van a
inclinarse al lado de la ley, para tomar una decisión en favor de la equidad.
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