Los padres y la palabra de Dios

¿Qué dice la Biblia acerca de los padres?

     La Biblia tiene la sabiduría de Dios y como tal sus principios son fundamentales para adquirir, no solo prosperidad económica, sino también bendiciones espirituales que solo Dios puede dar en el cumplimiento de sus promesas dadas y que llenan nuestra vida de alegría y alejan los recuerdos de las aflicciones pasadas y presentes.


La familia esta instituida por Dios desde el comienzo.

Si bien es cierto que el primer mandamiento con promesa que se encuentra en el nuevo testamento y que lo encontramos en Efesios 6:2-3  Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. El que le sigue es igual de importante y tiene mucho que ver en el cumplimiento del versículo  6; 2 y es el versículo 4, que dice: Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

Generalmente las personas creen que la bendición de Dios es únicamente económica. Cuando se tienen las necesidades provistas es suficiente para estar en alegría y paz con el entorno y todas las demás cosas.  Especialmente con nuestras familias, como son los hijos, la parte más importante que tenemos y que siempre es prioridad en nuestras vidas.

Por eso debemos pensar en cuantas veces estamos llevando a ira a nuestros hijos, perdiendo ellos la bendición y al mismo tiempo nosotros como padres.

Tenemos en la vida dieciocho años o más para fundamentarlos en su crecimiento espiritual, valores y enseñanzas de Dios y su palabra. Eso debe dar fruto abundante en su momento a pesar de las equivocaciones normales que cometemos y las dificultades que se puedan tener.

Hay varias formas en que llevamos a ira a los hijos y algunas de ellas con ellos son: cuando no queremos darles la libertad necesaria de acuerdo con sus necesidades para caminar en la vida. Cuando los oprimimos abusando de cualquier forma de ellos, cuando los comparamos con otros, cuando no confiamos en ellos y no mantenemos un equilibrio en el trato con ellos. Exceso o falta de disciplina, burlarnos de ellos y su falta de alguna capacidad, humillarlos corrigiéndolos delante de otros, utilizar palabras ofensivas y en fin una larga lista de cosas que dañan la personalidad e impiden el crecimiento de los hijos.

Debemos reflexionar en que hacemos mal o que hicimos mal en el pasado para pedir la guía de Dios y tratar de reparar el mal y la perdida de bendiciones en nuestra vida y demás generaciones a causa del incumplimiento en esta palabra de Dios.

Dios te bendiga



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