Testificar de la Palabra de Dios

Tomándome un rico chocolate y dándole gracias a Dios por las bondades de las tierras americanas. Recuerdo que cuando tenía unos doce años y estudiaba con las monjitas me encantaba mirando los talleres que nos daban para el aprendizaje y que tenían unos dibujos de plantas de cacao.

En aquellos momentos los relacionaba con el chocolate por lo que nos enseñaban, pero no porque lo degustara como lo puedo hacer hoy en día.

El chocolate se puede hacer con una olla chocolatera y molinillo o licuado n licuadora que tenga vaso de vidrio. Lo hay en polvo que se llama cocoa, tiene un sabor mucho más fuerte y al mismo tiempo delicado que el del chocolate que se compra en pastas alargadas con azúcar adicionado. Aunque hay varias marcas y de diferentes tipos para las distintas dietas.

Yo lo preparo colocando a hervir el agua y aparte disuelvo en un poco de agua la cantidad de cocoa en polvo o en el caso del chocolate, adiciono las pastillas de chocolate de acuerdo a la cantidad de agua y personas que van a tomarlo.

Mi madre española de nacimiento tomaba la cocoa, preparaba un rico chocolate y cuando estaba enferma muy pequeña colocaba una aza de chocolate bien caliente al lado de mi cama, con el fin de que el olor del chocolate me abriera el apetito.

En todas las familias hay tiempos de escases y de mucha liberalidad, pero hay un tiempo en que la provisión sin ser tan abundante nos obliga a pensar en el futuro y ahorrar. Esto no lo pude aprender de mi madre, debido a que tenía tantas obligaciones que nunca tenia para darme nada a mí.

Pero si tenía madres substitutas que me dieron un saber que nadie puede darlo, porque este saber estaba lleno de amor. En aquel tiempo no lo sabía, debido a que el fruto de las personas no es visible para los iguales, sino para aquellos que ya pasaron por ahí.

Esa gran amiga y cuidadora de mi persona me enseño un día una lección muy hermosa de ahorro, ella no tenía para ahorrar dinero pero del arroz diario sacaba un puñadito y lo guardaba en un frasco, que cuando estaba completo se utilizaba como una bendición para alguna persona que careciera de alimentos. Así enseño a sus hijos a complementar la enseñanza del ahorro que les había dado durante toda su vida.

Podemos enseñar a nuestros hijos muchas lecciones, pero si no practicamos lo que predicamos van a aprender nuestras mismas malas mañas. Como ese disco de Rubén Blades que dice: “Por tu mala maña” que aunque no lo creamos es sabiduría popular de barrios pobres o populares en los que hasta los reyes han estado por tiempos.

Recordemos que de los hijos de Saúl nada más quedo Mefit Boset y esto tiene un significado escatológico muy grande.
Hay que reconocer la Biblia y su significado para entender de forma cristiana o religiosa en el caso de otras denominaciones el ser santo para Dios y entender que de lo santo lo más santo del pueblo de Dios no se debe tocar.

Dios creo lo bueno y lo malo, pero no lo malo para que se hiciera lo malo, sino para sanidad de las naciones y Colombia y América entera está llena de naciones que requieren intercambios comerciales beneficiosos para todos, pero el pueblo de Dios padece, padece de muchas necesidades que mi Dios suplirá conforme a sus riquezas en gloria.


Creo firmemente que las dádivas y regalos de los impíos pervierten los derechos de todos, esto fue una dura lección que Dios me dio por medio de la Iglesia Cristiana Salem.  Pero de la cual creo que salí sobresaliente, porque pase por las pruebas pero con las manos limpias que entre salí y mis hermanas en Cristo que me apoyaron todavía me acompañan en mi vida cristiana.

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