Personas dificiles

Las personas difíciles a la luz de la Biblia

Muchas veces nos sentimos incapaces de tratar con algunas personas que son especialmente complejas y no es fácil siquiera intentarlo. Debo reconocer que para mí es muy difícil por varias circunstancias tratar con las personas difíciles. Aunque no es imposible, debemos entregar nuestras incapacidades a Dios para que el cambie y transforme esas falencias de forma sabia (La sabiduría es un gran atributo de Dios).

Si leemos el libro de 1 Samuel en lo que tiene que ver con David hijo, David joven, paje de armas y músico, David escapando y finalmente David rey, veremos que se tropezó con una gran cantidad de gente difícil comenzando con su propia familia.



Principios Bíblicos vigentes

La Biblia nos enseña varios principios en el Antiguo y Nuevo Testamento, para enfrentar a las personas difíciles. En el caso de David vemos su humildad con su propia familia, su confianza en Dios para enfrentar a Goliat y vencer en el nombre del Señor, para bendecir al pueblo de Israel.

Pero hay algo muy especial en este relato bíblico y es la huida de David cuando se enfrenta a las agresiones del Rey Saúl. Con este relato la Biblia nos enseña que cuando somos débiles (No tenemos los recursos de las personas que nos agreden) debemos escapar, huir es una solución 1 Samuel 24:12 Juzgue Jehová entre tú y yo, y véngueme de ti Jehová; pero mi mano no será contra ti. 

24:13 Como dice el proverbio de los antiguos: De los impíos saldrá la impiedad; así que mi mano no será contra ti. 


La solución en algunos casos es huir, debemos huir de los acosadores, de los que quieren y en ocasiones nos hacen daño, de los injustos, de los que dañan el testimonio de una persona de bien, de una relación abusiva. Debemos huir o retirarnos cuando no podemos protegernos, esto no es cobardía, esto es ser prudentes. Confiar en la justicia de Dios, en su amor y protección, debemos tener la fe que mostro David, actuar cuando se debe y huir y dejarle el asunto a Dios.

Más adelante vemos que a pesar de que los hombres se enojaron con David en vez de enojarse con los amalecitas, cuando los amalecitas atacaron al pueblo de Siclag llevándose a las familias de los hombres del ejercito de David, él se fortaleció en el Señor y tomo la decisión de enfrentar la situación.

Muchas veces las personas se enojan con nosotros, en ocasiones merecidamente y en este caso se necesita una disculpa, pero casi siempre la o las personas difíciles tienen muchas frustraciones y el objetivo más fácil somos nosotros. Devolver los golpes no es una solución práctica.

Dios da paciencia, el coraje o la valentía necesaria, la comprensión para enfrentar las situaciones. La única y mejor respuesta es la oración, así sea una corta oración llena de fe en Dios; así como lo hizo en aquellos momentos David pidiéndole dirección para saber qué hacer.

Tratar con las personas enojadas es una forma de ponernos a prueba y a nuestro testimonio. Perdemos los estribos, la gente lo ve o mejor tomamos la decisión de responder con calma y con amor, son las posibilidades y muchas veces nos acontece la primera situación, nos llenamos de ira.

 Recordemos que David alcanzo las mejores victorias porque volvió su rostro al más fuerte y más inteligente, al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, al Dios nuestro, al todopoderoso que no nos deja avergonzados. Aprendamos de los buenos ejemplos de los héroes bíblicos, están estos relatos para que aprendamos, cambiemos, seamos renovados y nuestra fe fortalecida.

Mirándonos en el espejo de nuestras vidas

La persona más difícil que tenemos que tratar somos nosotros mismos. Debemos ser muy honestos para admitirlo y saber que muchas veces causamos problemas más grandes de los que causan otros.

David en su tiempo no fue diferente de cualquier otro hombre en cuanto a pecados y a veces necesitamos personas sabias, llenas de la presencia de Dios para que nos ayuden a ver con claridad y en otras ocasiones aceptar humildemente cuando nos enfrenta a nuestra propia miseria humana, a mirarnos en el espejo y saber que debemos pedir perdón confesando nuestro pecado a Dios.

David era un hombre conforme al corazón de Dios, es un título noble, hermoso, único para David, en toda la Biblia vemos que Abraham era el amigo de Dios, pero no hay otro hombre que sea llamado “conforme al corazón de Dios”.


Confiaba en Dios para tratar personas difíciles, no podemos controlar a esta clase de personas, mucho menos cambiarlas. Así como David dependía de Dios para tratar a todas estas personas, con la guianza del Señor las podremos entender un poco mejor y encontrar la forma de hacerles frente, manejando sabiamente las situaciones.

Dios te bendiga


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