El hijo prodigo

Un padre sabio

Lucas 15:31 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.
El hijo prodigo siempre es la figura principal en esta parábola, pero hay más enseñanzas de las que parecen en este sencillo relato.

Siempre nos centramos en el hijo prodigo que regresa, que actúa mal, que dilapida su herencia. Pero nos estamos olvidando del padre de este hijo prodigo.

Era un hombre conservador por los detalles que revela la parábola, tenía fortuna y una fortuna no se alcanza a obtener de un día para otro, se denota que era trabajador.

Tuvo el tiempo para enseñar a sus hijos, esto nos los revela la labor que ambos realizaban, el mayor llegaba de trabajar en el campo y el hijo prodigo cuando se quedó sin nada también decidió el buen camino que fue trabajar de jornalero.

Si nos centramos en el padre podemos decir que fue permisivo al darle la herencia a su hijo menor.  Muchas veces el amor que se tiene a los hijos ciega el actuar con prudencia. Aunque también vemos que fue toda una gran experiencia para todos en la familia, la situación que se presentó al momento de decir el hijo a su padre que le diera su parte en la herencia, porque primero dice en Lucas 15:13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. El joven a los pocos días se fue, la decepción del padre me imagino que fue grande, seguramente esperaba que su hijo se organizara y se quedara cerca.

Los padres a menos que haya razones de peso para ello no deben anticipar las herencias a los hijos. Cuando un padre anticipa la herencia a los hijos, les está dando una responsabilidad que no saben manejar y al mismo tiempo pueden llevarlos por caminos de muerte rápidamente.

Una cosa muy distinta es preparar a los hijos para la vida que deben llevar y otra cosa es pensar que se les soluciona la vida dándoles más de lo que realmente necesitan.

De acuerdo al estatus social, a la economía familiar y otros factores más, los padres deben criar a sus hijos y darles todas las cosas que son necesarias, para que cuando emprendan su propio camino estén debidamente capacitados.

Si unos padres o un padre en el caso de las familias monoparentales tiene una buena capacidad económica, lo lógico es que le dé un nivel de vida bueno a su hijo y así de acuerdo a como viven.
En el caso del hijo prodigo el padre se apresuró a darle la herencia, mejor le hubiera dado la libertad de actuar y apoyarlo en sus emprendimientos.

Cuando los padres pierden la autoridad con los hijos, que acontece principalmente cuando económicamente son independientes, pueden suceder cosas en las vidas de ellos que quizás los harán crecer espiritualmente y madurar  como en el caso del hijo prodigo, que se dio cuenta a tiempo que contaba con un padre y que tenía un padre que lo amaba.

En ocasiones nos acontece como en el hijo prodigo y no hay reversa, porque la vida actual tiene males del siglo pasado y de este nuevo siglo  que está orillando a los jóvenes a una vida sin límites, sin motivaciones, falta de respeto por la misma vida y por las personas, esto ha causado un desamor que se manifiesta en un egoísmo tremendo y por eso hay tantas pandillas, agrupaciones para el mal de distintas clases, en la juventud especialmente.

Cambiar las pautas de antes a las modernas no es fácil, pero todos debemos implementar nuevas estrategias no solo cristianas, para que los valores y el amor crezcan, para que la indiferencia por la vida humana no se manifieste, para que la comprensión del porque debemos seguir adelante en todas las cosas buenas y necesarias para conservar el entorno y que las familias no sean devastadas y dañadas en su núcleo.

Cuando un joven comienza por el final, comenzar por el final es cuando un hijo no tiene la necesidad de ningún esfuerzo porque lo recibe todo hecho y esto le quita la necesidad de aprender tantas cosas que enriquecen la vida de las personas. Aprender el valor real de integrarse a las demás personas en un nivel igualitario que lo va a ayudar a tomar las mejores decisiones cuando llegue el momento de administrar la herencia o bienes que recibe generalmente de sus padres.

Cuando el hijo toma el lugar del padre en su propia vida, también querrá hacerlo en la vida de los demás, querrá ir más allá de lo permitido gracias al dinero, que sabemos  domina los corazones y es raíz de todos los males; como dice la palabra de Dios.

Esto no quiere decir que no pueda tomar decisiones que son solo de él, cuando llega a la edad adecuada.  No debemos evitarles los procesos a los hijos, porque cada edad tiene su propia experiencia, dejarlos crecer y no sobre-protegerlos es bueno, estar a la expectativa de su vida y guiarlos en gran parte del camino es nuestro deber como padres.

Muchas veces los padres debemos tomar decisiones y como seres humanos nos equivocamos, debemos retomar el rumbo, seguir aprendiendo a ser padres a pesar de que es una labor que termina cuando los hijos crecen y comienzan a hacer de sus vidas lo que ellos libremente escojan hacer.

Estar siempre dispuestos tenderles la mano, hablarles cuando nos quieren escuchar, amarlos y en ocasiones tenerlos en la casa a pesar de tener capacidad y una edad para vivir solos.

Debemos tratar de ser esos padres sabios que nuestros hijos necesitan y está sabiduría la logramos con el consejo de Dios. Con el conocimiento de su obra, de su palabra, de las ayudas idóneas conque contemos para recibir un buen consejo y aplicar todo esto, para que ellos llegado el momento sean los mejores padres.

También parte de ser buen padre en ocasiones es dejar que los hijos asuman sus responsabilidades y no aceptar ciertas cosas que van a impedir que sean bendecidos y de bendición para sus familias.

Dios te bendiga







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