La
desconfianza muestra falta de salud espiritual
Hay
caracteres que tienen cualidades diferentes a las de otras personas y debemos
aprender a que esa forma de comportamientos o carácter es una actitud diferente
pero normal.
Pero hay
caracteres que dificultan toda clase de relación armoniosa en las familias y lo
que hacen es crear divisiones y contiendas, que a la larga no favorecen a
nadie.
Una persona
desconfiada es mentirosa, siembra dudas, es celosa y causa inseguridad y baja
autoestima que se justifica con una falsa autoridad, prepotencia que engaña a
quien la oye.
No tiene
verdaderas amistades y cuando se acaba la necesidad o el provecho que la une a
sus amigos se aparta, dejando a las personas olvidadas en sus sufrimientos.
Se aferra a
un pequeño grupo y trabaja en medio de ellos y no suelta las riendas de mando
que solapadamente va creando, para manipular las emociones de los demás.
De acuerdo a
la edad de una persona se puede trabajar en estas carencias y a medida que la
persona va entendiendo las claves de su inseguridad, si esta en su voluntad
cambiarlas, puede hacerlo.
Todo
tratamiento debido a diferentes circunstancias que se vivan se estanca, tiene
retrocesos o logra salid adelante airosamente la persona.
La
desconfianza produce una serie de trastornos que cuando son reconocidos por la
persona que la padece los transfunde y los confunde y muchas veces puede querer
hacer ver, que son características de
aquellas personas de las que desconfía.
Aunque a
veces con la edad se marcan algunas formas de desconfianza, por los eventos que
han acontecido alrededor de un grupo de personas o algunas profesiones que
requieren confidencialidad por la clase de labor que se realiza.
Muchas
personas para afirmarse cuando tienen diferencias o quieren manipular las
situaciones y sufren de desconfianza crónica, menoscaban o rebajan el valor o
la belleza física de aquellos que son apreciados o amados por su contendiente.
Dios y el
hombre tienen herramientas especiales para manejar las situaciones familiares y
laborales de índole dificultosa, pero de nada sirve la disciplina, el orden, la
justicia y todos estos elementos sin la colaboración de la familia.
Estas
disfunciones son consecuencias del estrés continuado por el terrorismo, el narcotráfico,
los asaltos a mano armada y la delincuencia en todas sus formas, que busca
mantener un estatus de terror y poder en las regiones de los cinco continentes.
Pero Dios
nos da esperanza, el hombre debe someterse a la familia primeramente y después a
la justicia de la tierra, para que magnánimamente y sin violencia se puedan
tratar estos casos, que están acabando con los menos favorecidos y con talentos
especiales que ya no se dan, debido a los cambios climáticos y abuso de las
provisiones para hacer armamento innecesario.
Es infinito
el numero de abusos que se cometen en nombre de Dios, en nombre de la paz,
sobre todo personas vanagloriosas que solo piensan en la vanidad y en la forma
de destruir la naturaleza para alcanzar sus objetivos sean cuales sean estos.
Hace mas de
quince años mi hijo fue tratado con quimioterapia innecesariamente se creía,
pero era una realidad y una necesidad. Así cada día aumentan los casos de
canceres extraños por las practicas abusivas de grupos armados, que se hacen
llamar de diferentes formas de acuerdo al país, a la necesidad y la religión
que profesen.
Dios no es
Dios de religiones, el fue, es y será el mismo ayer, hoy, mañana y por los
siglos, es sin sombra de variación, su palabra es eterna y permanece para
siempre.
Dios los
bendiga
Jadeen
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