¿Cual es la voluntad de Dios para sus hijos?
La voluntad de
Dios es perfecta y no quiere que nadie se pierda sino que todos vayamos a
salvación y hay tantos versículos que se refieren a su voluntad sea esta cual sea es buena,agradable y perfecta.
Para que
orar en contra de la voluntad de Dios si sabemos que él nos da lo mejor y sabe
exactamente lo que necesitamos.
Lo mismo
para las demás personas, no debemos atar con nuestras oraciones a las personas pidiendo
cosas que no agradan a Dios y que si escucha Satanás.
Podemos orar
exponiendo nuestras quejas, nuestro deseos y anhelos más ocultos, pero cuando
hacemos como Sara la esposa de Abraham o como Rebeca la esposa de Isaac,
queriendo anticiparnos a Dios y ayudarlo, todo tiene consecuencias funestas que
solo Dios puede aparejar.
Mejor haríamos
en ser como Jocabed y confiar en la grandeza de Dios para resolver la situación
más conflictiva que se pueda presentar. Jocabed amaba a Moisés, no se lo
entrego a nadie, no le busco un hogar en medio de los egipcios.
Solo creyó
que si hacia lo que su corazón y amor de madre le indicaba; Dios tendría misericordia
de su hijo y abriría una puerta nueva para él. Los israelitas siempre en las
dificultades confiaban en la divina providencia de Dios y Dios honro ese
pensamiento sabio de Jocabed y no permitió que cualquiera lo encontrara, sino
que la misma hija del faraón lo encontró y salvo, convirtiéndose en el libertador
del pueblo de Israel.
Así Dios nos
honra cuando lo honramos con nuestra confianza en su eterna y completa sabiduría,
siguiendo sus leyes y principios espirituales y sociales para nuestra vida en
general.
Abre puertas que están cerradas y muchas veces cierra otras que están abiertas, nos cansamos preguntándonos como va a ayudarnos, como vamos a resolver las cosas o como vamos a recibir esa bendición esperada. Pero debemos descansar en él, esperando el momento propicio para que obre, para recibir lo que ha prometido y debemos orar en bendición confiando en su sabiduría.
Abre puertas que están cerradas y muchas veces cierra otras que están abiertas, nos cansamos preguntándonos como va a ayudarnos, como vamos a resolver las cosas o como vamos a recibir esa bendición esperada. Pero debemos descansar en él, esperando el momento propicio para que obre, para recibir lo que ha prometido y debemos orar en bendición confiando en su sabiduría.
La confianza
que depositamos en la guianza de Dios y su santo Espíritu nunca va a ser
defrauda en nosotros por él, por eso debemos recordar que Dios nos muestra que
engañoso es el corazón y que nosotros mismos no conocemos las intenciones de
nuestro corazón, pero el se anticipa a el engaño de nuestro corazón haciendo
milagros por nosotros para restaurar y bendecirnos individualmente y como
familia, en las personas que amamos cercanas y lejanas.
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