El afán y las riquezas
Y
les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no
consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Lucas 12:15
No vamos a hablar de doctrinas de prosperidad o de
que debemos contentarnos con el sustento diario y un techo para estar a salvos.
Habláremos de las prioridades de las personas que
hacen del dinero su principal meta, su necesidad principal, su único pensamiento
es tener dinero y comprar bienes, me falta esto, necesito aquello, quiero darle
a mis hijos, a mis nietos, quiero y quiero y todo se va en quiero tener y en
trabajar para tener.
No debemos ser conformes, pero conformes a la
mediocridad de ser tenidos en mucho o en poco gracias al dinero.
Un cristiano verdadero, debe conocer su peso en
oro, saber que Dios puede confiar en él, gracias a que es buen administrador de
los bienes que tiene a su cargo.
Cuando se habla de bienes en términos únicamente económicos,
estamos dejando de lado muchas cosas importantes.
El sustento, una casa, tener suplidas las
necesidades a veces muy ampliamente es bueno, porque la calidad de vida mejora
y nos sentimos más felices.
Pero hay que tener en cuenta que muchas veces o la mayoría
de las veces nunca es suficiente. La inflación, la carestía, la subida del dólar
en el caso de América, especialmente los países menos favorecidos y donde no se
tiene abundancia en la generalidad de las familias.
Esto nos lleva muchas veces a salirnos del camino
de la verdad y a comenzar a navegar en el camino del mundo, tratando de
encontrar el modo de suplir las necesidades de la familia.
Todos absolutamente todos los cristianos verdaderos
debemos pasar por un tiempo de prueba y dificultades grandes. Lo comparare a
una o varias cirugías que se le hacen a algunas personas que las necesitan.
Así como la persona que tiene problemas del corazón
requiere una cirugía a corazón abierto y tratamiento posterior a ella, o quizás
quimioterapia, o implantes de huesos, etc., requerimos pruebas para corregir
ciertos males en nuestra persona.
La altivez es rechazada por Dios en su palabra, hay
diferentes pasajes en los que Dios nos habla de que él mira de lejos al altivo,
más de cerca al humilde. Y si dejamos de lado la altivez y comenzamos a aceptar
todas estas cosas con mejor ánimo, humildemente y de corazón nos acercamos cada
vez más a Dios, va a llegar el tiempo de cosechar, de recibir, de vivir en paz.
Hay tiempos de pruebas, enfermedades, recordemos
que Jesús dijo: en el mundo tendréis aflicciones pero confiad, yo he vencido al
mundo.
En la vida hay muchas cosas por las que pasar, por
las que vivir, buenas, malas, tristes, alegres y así infinitamente situaciones
de todo tipo. Lo único que hace el Señor es aprovechar esos tiempos difíciles para
edificarnos, para moldearnos cada vez más y para bendecirnos principalmente.
Por eso la comodidad económica muchas veces va a
ayudar a solucionar problemas económicos, pero a veces la mucha abundancia
perjudica, nos hace quedarnos en un sillón de comodidad ficticio, mullido, pero
muy denso y difícil de escapar.
Los inventores, los escritores, los pintores, los
investigadores, etc., generalmente necesitan patrocinios, personas o familia
que suplan sus necesidades de varias formas, para ellos poder dedicarse
tranquilamente a desarrollar su talento creativo.
Así también los cristianos necesitamos el sostén,
la tutoría, patrocinio o protección de
nuestro Dios. Debemos descansar en el Señor y hacer lo uno sin dejar de hacer
lo otro.
Muchas veces cuando vivimos dedicados de tiempo
completo a la obra o mejor a la iglesia del Señor, nos olvidamos de la obra del
Señor. Necesitamos actualizarnos, tener tiempos de refrigerio, tener tiempo
para entender el mundo actual y poder involucrarnos sabiamente en hacer la obra
de Dios.
No solamente estamos en tiempos difíciles por el
pecado y todas las cosas que durante años se han predicado en la iglesia del
Señor. Sino por los cambios que se han presentado rápidamente en la juventud,
los niños, la influencia de la tecnología y toda esa parafernalia de las
comunicaciones o TIC y se necesitan
estrategias celestiales, esto quiere decir que necesitamos capacitación de Dios
de nuevas formas, que su Espíritu Santo nos dé un entendimiento espiritual para
acercarnos a entender la mejor manera de ayudar a la juventud que pueden ser
nuestros hijos tatuados, en adicciones y tantas cosas.
Las adicciones como se entendían antiguamente no
son las valederas, en esta actualidad de liberalidad en las comunicaciones como
el Internet, la televisión por cable y las malas influencias de maldad que se
han movido en el mundo siempre, han traído nuevos proceso psicológicos, nuevos problemas
de adicciones en el mismo nivel o peor que la de los alcohólicos o el adicto a
las drogas como tradicionalmente se conocían.
¿Cómo asumes tú el reto que Dios está presentando a
sus hijos? ¿Has pensado con frecuencia en todas estas cosas o quizás tienes un
problema de familia que involucra estas situaciones de las que se han hablado?
Dios te bendiga y te guarde
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