La oración

El cristiano y el porqué de la oración

Escuchamos hablar tanto sobre la oración en las congregaciones, en las reuniones de oración, talleres sobre la oración, etc., también oramos mucho, especialmente cuando comenzamos a buscar firmemente de Dios hacemos toda clase de oración y leí en un librito sobre la oración que decía:  “No debemos tener en poco a Dios para presentarle cualquier clase de oración”, esto quiere decir que podemos orar por todo aquello de lo que tenemos necesidad, sea de la clase que sea.


“Para mí y mi experiencia personal con Dios, la oración ha sido la mayor inspiración para que no perezca mi vida espiritual.  Por medio de la oración he hallado el tesoro más grande para mi vida cristiana y solución a miles de problemas de todos los tamaños. La oración ha sido una fuente de poder constante que no deja de dar frutos abundantes en mi vida. Aprender a orar, practicar la oración, estudiar todo sobre la oración y tener koinonia con mis hermanos en Cristo para tener nuevas experiencias en el aprendizaje diario de orar ha sido muy importante. He visto cosas que pueden parecer mentira a una persona incrédula o que no conoce el poder de Dios manifestarse y obrando en las vidas”.

Dios escucha las oraciones de todos y en momentos de urgencia y angustia responde muchas veces más rápidamente de lo que pensamos, pero en ocasiones Dios nos escucha y no responde en seguida o no concede la petición.

Esto sucede por varias razones y una de ellas puede ser que no estamos capacitados para recibir lo que pedimos  o porque pedimos mal, como dice en Santiago 4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.  O como dice en 2 Corintios 12:9  Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 

Cuando somos desobedientes, cuando no perdonamos, y en fin miles de situaciones que nos hacen perder la bendición de obtener una respuesta inmediata a los deseos más ocultos de nuestro corazón y que presentamos delante de Dios en oración.

No debemos caer en lazo del diablo, dejándonos engañar para mantenernos alejados de la presencia de Dios. Cuando sabemos que tenemos impedimentos por cualquier circunstancia para estar en paz de Dios, no debemos alejarnos de su presencia. No debemos dejar de orar, de presentarle nuestras quejas, nuestros dolores, nuestros desatinos, para que Él nos abra la puerta adecuada, nos señale el camino, nos de su paz y seamos bendecidos y al mismo tiempo bendecidores.

¿Porque debemos ser bendecidores de todos? Porque las mejores oraciones son aquellas que hacemos para bendecir a los demás. Cuando oramos en bendición, Dios es sabio y conoce la necesidad de todos y para dar bendición Él va a darla en su momento, Él la va a dar las bendiciones cuando trate con la persona, cuando la capacite para recibir las bendiciones que se piden por esa persona. No debemos olvidar que la oración eficaz del justo puede mucho.

La palabra de Dios es muy explícita, bendito el que nos bendiga y maldito el que nos maldiga, debido a que somos raíz espiritual de Abraham, es una promesa que está en la biblia y que es respaldada porque tenemos la herencia espiritual de Abraham, Dios le dijo: Génesis 12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Por esta y muchas otras razones tenemos el poder de Dios a nuestro favor y una sola persona con Dios es multitud.

Nuestras armas, las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios, para destrucción de fortalezas. Esta palabra la encontramos en 2 Corintios 10:4-6.

Por esta y muchas otras razones debemos bendecir con nuestras oraciones y saber que Dios es fiel y que si oramos con juicio en contra de las personas, Dios no se agrada de nuestras oraciones. Es muy distinto hacer guerra espiritual en contra de las huestes espirituales de maldad que orar de esa forma por nuestros hermanos y personas que conocemos y también por aquellos que de alguna manera nos afligen en ocasiones.

Hay muchos versículos en la Biblia que nos hablan de la oración y el modelo por excelencia lo dio nuestro señor Jesucristo con el Padrenuestro. Es una disciplina espiritual importantísima en el cristiano, debemos orar no solo por nosotros mismos y nuestras familias, debemos orar por todo y en todo, por las naciones de la tierra, pero debemos ir abarcando un territorio espiritual  a medida que vamos ejercitándonos en la oración.

Debemos involucrarnos en lo que Dios está haciendo y donde lo está haciendo, ser guiados por el mover del Espíritu Santo de Dios y para ello debemos pasar tiempo con el Señor, llenarnos de su presencia, doblar rodillas y esperar sus respuestas, aprendiendo día a día nuevas cosas sobre Dios.

Dejar que esa hambre de conocimiento de su amor y su poder se derrame sobre nosotros, para poder adorarlo por medio de nuestras oraciones, alabanzas y gozo en el Señor.

Cuando oramos y mantenemos nuestra comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo estaremos bajo su protección, salvaguardados, pero también podemos superar muchos obstáculos y resistir las tentaciones, superar las crisis de fe y muchas cosas más.

¿Has descuidado tu vida devocional? ¿Has dejado últimamente pasar las horas de los devocionales  con Dios? ¿Cuánto has aprendido sobre Dios, la oración que nos enseña Jesús y la llenura de su Santo Espíritu?


Dios te bendiga

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