¿Quien
ejerce la disciplina de Dios en la tierra?
Muchas veces escuchamos que Dios
es amor, pero también fuego consumidor. Escuchamos tantas cosas sobre las
bendiciones de Dios y tanta doctrina de prosperidad que nos olvidamos de la
disciplina de Dios.
Todo padre que ama a su hijo lo
corrige y le enseña lo que hace bien y lo que hace mal. Así nuestro padre
que está en los cielos permite que los hombres en general reciban corrección.
Recibimos corrección con las pruebas y las dificultades diarias, pero también
recibimos refrigerio, bendición y amor en medio de todas las circunstancias.
Porque así como nosotros amamos a nuestros hijos, el amor de Dios es perfecto y
nos ama.
Asaías 59:1 He aquí que no se ha acortado la
mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír.
Dios siempre nos escucha y en
medio de las circunstancias más adversas podemos confiar en su oído para
escuchar el clamor de sus hijos y también en su brazo poderoso para
salvar y ayudar.
A veces la disciplina viene
directamente de Dios, pero también en las congregaciones, por medio de las
autoridades espirituales se ejerce disciplina, en la Biblia hay modelos de la
disciplina y como se debe ejercer.
También en los
hogares hay que disciplinar, especialmente a los hombres, que disimulan su
machismo, disfrazándolo de autoridad, con el objeto de mantener el control de
la mujer y hacer lo que quieren en la casa y en la calle.
Tradicionalmente
el hombre manda en la calle y la mujer en la casa. Aunque hoy en día con tanta
modernidad los roles se han confundido y las mujeres hacen de todo en la calle,
con el fin de mantener la independencia y mandar en la casa y en la calle.
Vemos en la
picota publica actual a dos mujeres que podemos decir son celebridades. Una es
Mis Colombia y la otra una presentadora muy querida del público, especialmente
femenino. Unos dan unas razones y otros otras y así infinitamente se puede
discutir estos casos que lo único que logran es aumentar la audiencia de los
medios de comunicación y vender mucha publicidad.
Así también las
mujeres demasiado feministas, quieren implementar cosas sin sentido en los
niños de pre-escolar y primaria en el pensum académico, haciendo ver que es una
cátedra sexual necesaria para estas edades.
Soy hija de
padres separados, no hubo una figura paterna adecuada en mi hogar, mi hermano
mayor, fue mi papa joven, cumplía con las exigencias que normalmente se tenía
en esa época de los padres.
Mis recuerdos de los primeros
años infantiles se puede decir que fueron exageradamente sanos, porque estaba a
cargo de personas muy mayores y mi madre me tuvo a una edad de casi cuarenta
años, fui la penúltima de seis hermanos.
En la casa de mis abuelos
recuerdo perfectamente como mi abuelo iba y venía a sus labores diarias, sin
que nos enteráramos que era lo que hacía en la calle, a menos que le contara sus cosas a mi abuela
en la intimidad de su alcoba (ellos aunque de edad avanzada y con las puertas
abiertas, dormían en su cama matrimonial).
Mi abuela era la dueña de la
casa, ordenaba y hacia lo que tenía que hacer y ella era la que se consultaba
para las cosas del hogar y todo lo referente a los que estábamos viviendo con
ellos en ese momento.
Los días festivos y de descanso
era un lector incansable, pasaba sus días relajado y tranquilo disfrutando del
ocio con comodidad, sin regaños, ni gritos altisonantes de ninguno en la casa.
Los domingos infaltablemente iban mi abuela acompañada de mi abuelo a la
iglesia.
No tengo recuerdos sexuales de
ninguna clase hasta casi llegar a la adolescencia y en esa edad lo único que quizás
me hacía desear eran besos. Entendiendo por adolescencia los 11 años en
adelante.
No me siento traumada, tengo un
esposo y unas relaciones que considero sanas, reflejadas en las actitudes
sexuales de mis dos hijos varones, a mí hasta ahora me parecen muy sanos.
Fui aprendiendo paso a paso,
pienso que a esa edad los niños que necesitan explicaciones y no sexuales, son
los niños abusados o violentados sexualmente. Los niños en esas edades no
piensan en sexo, los que piensan en sexo son aquellos niños que en su
convivencia diaria ven cosas de adultos.
Los niños no despiertan
sexualidad, hay que enseñarlos a protegerse, a tratar su cuerpo, enseñarles
sobre el aseo personal y algunas cosas más.
La confusión de una psicóloga que
explicaba esto en un canal de televisión es muy grande o quizás se dedica a
tratar niños abusados y maltratados sexualmente. Eso no implica que se deba
poner cargas de esa clase a niños sanos y de hogares sin esa clase de
problemas.
El hecho de tantos hogares
disfuncionales, madres cabezas de hogar y hasta padres que realizan las
funciones que tradicionalmente le correspondían a las madres, no quiere decir
que los niños no sean sanos en el sentido sexual. De hecho en la actualidad
tenemos una convivencia un poco ajustada y veo mucha salud y alegría en los
niños de mí alrededor, hasta ahora en la calle donde vivo no he tenido
conocimiento de hechos de abuso sexual, aunque no puedo asegurar que no lo
haya.
Últimamente se están tomando
decisiones para dictar leyes arbitrarias que a mediano y largo plazo van a
formar un caos peor del que actualmente se vive y para lo cual se buscan
soluciones rápidas y alocadas.
Cuando la necesidad lo amerita,
los maestros de párvulos y primaria deben tener parámetros para manejar estas
situaciones, especialmente en las escuelas públicas que es donde generalmente
ocurren hechos y situaciones delicadas que requieren medidas especiales, no
solo en lo sexual, sino también en el tratamiento que se le está dando a los jóvenes
con adicciones y otras clases de problemas, que perjudican el ambiente estudiantil
en general. Porque la generalidad de familias que tienen a sus hijos en
escuelas privadas cuentan con recursos para encontrar soluciones a sus
problemas en acuerdo con las instituciones.
Cuando estos temas salen a discusión
pública, se tergiversan las informaciones y muchas veces personas que no son maestros
o que no están dedicados a la docencia en estas edades, quieren dictar medidas
que no ayudan en nada, no son soluciones prácticas y terminan dañando el entorno
estudiantil.
Pase por varios colegios, me vi
enfrentada a situaciones de estrés y problemas de diferentes clases,
especialmente porque era un poco rebelde, pero en general pude manejarlos sin
meterme en mayores problemas y sin que dejaran huella permanente en mi vida.
Puedo hablar de niños y
adolescentes con propiedad, debido a que mi ministerio ha involucrado esta
clase de labor. Sin ser psicóloga los niños confían en mi para quejarse de sus
padres, para contarme muchas veces sus secretos y sé que a pesar de las situación
que viven muchos niños, hay también muchos otros que son amados y tratados con
el debido respeto.
No hay padres perfectos, no hay
maestros perfectos, pero si hay padres y maestros que aman a los niños y
quieren un buen futuro para ellos, nos esforzamos en darles lo mejor y lo mejor
no es una información que si necesitan pero limitadamente y con toda la cortesía
de la que seamos capaces para que se desarrollen sanamente.
Los padres muchas veces
descuidamos estos aspectos, pero más que hablar el ejemplo es lo que impulsa
las buenas o malas acciones de los niños. Dando pie con esta liberalidad de cátedra
sexual a que los maestros se crean con
el derecho de violentar la intimidad de los hogares y aun de los niños.
Los directivos en colaboración con los maestros tienen el deber de informar a los padres de las situaciones que se presentan con los niños y jóvenes en las instituciones, pero en vez de ello, miran hacia otro lado y callan para evitar meterse en problemas.
Si no se puede dar una solución
valedera a un niño, de que va a servir exponerlo, exponiendo al mismo tiempo a
su familia.
Las familias honestas, funcionales
o disfuncionales no debemos apoyar esta
clase de leyes y medidas de personas impropias, que no tiene buen tino y que no
saben de qué hablan.
Como personas conocedoras de la
palabra de Dios, los cristianos evangélicos debemos levantar nuestras voces
para descalificar esta clase de gobernantes que se atribuyen causas que no
tienen ningún sentido y que traen inseguridad a las instituciones familiares.
Dios te bendiga
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