Reflexión sobre la riqueza del joven
rico
Hablamos
de la palabra que dice ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Según Dios y
la salvación que él nos da. Para esto
ahora si debemos mirar el carácter del joven rico y de muchos otros jóvenes ricos.
Era
joven y rico, tenía un lugar prominente en su comunidad gracias a que pertenecía
a una familia distinguida, noble y esto le daba ese lugar debido seguramente a
que su educación había sido prolija.
Esto se puede deducir por la vida que llevaba de un buen testimonio, así
muchas personas que no conocen a Jesucristo dan buen testimonio, una persona de buen porte y bien vestido,
seguramente con una túnica fina, costosa.
Mirándole,
Jesús le amo. Es una expresión que muestra agrado, ante la perfección de la
creación de su padre Dios, es sentir a Dios en su creación.
El
joven rico seguramente sintió la santidad de Jesús, sin saberlo a ciencia
cierta. Corriendo hacia Jesús, se arrodillo ante él; vemos que no le importó
perder la compostura y corrió arrodillándose
ante Jesús. A muchas personas les paso esto con Jesús, corrían, se postraban para llamar su atención.
El
joven rico ante todo valoraba el dinero, era su atadura, sabía que el dinero le
daba todo lo que tenía en la actualidad y como dijo un día una sobrina mía “el
dinero hace lindo a cualquiera”, pienso un poco que sí, una persona que esta
cuidada y bien vestida, aunque tenga la edad que tenga siempre es agradable.
Piensa
¿Por qué el joven rico, corrió y se arrodillo delante de Jesús?
Yo
creo que porque reconoció su condición inmunda delante de la santidad de Jesús.
El joven rico tenía la misma lepra de Guiezi, el criado del que habla 2 Reyes
5: 20-27. Y muchas veces las personas aman a otras por su dinero y condición social.
Así
hablamos también de muchos jóvenes ricos, hombres y mujeres que quizás no sean
tan jóvenes en ocasiones, pero que son jóvenes ricos que no se dejan tratar en
su debilidad, en su inmundicia y pecado.
“Recordaba un hecho que aconteció hace muchísimos
años, yo era muy joven en aquel entonces y muy bonita también. Mi madre siempre
que tenía que ir a lugares bien sea para hacer reclamos o simplemente porque yo
era su compañera en las compras y diligencias que hacía, la acompañaba siempre
debido a que era muy obediente con ella y desde muy niña me llevaba al mercado
local y demás sitios. Un día le dije a un compañero de trabajo, no recuerdo muy
bien las palabras exactas de lo que hablamos, pero en resumen le dije que tenía
que acompañar a mi madre a hacer un reclamo en la compañía de energía y él me dijo:
– Porque no va ella sola– y riendo le conteste – Porque los hombres siempre
ceden ante las mujeres bonitas– el me reprendió diciéndome: –No te parece mal
hecho eso que haces– me dio pena porque
en realidad no estaba bien y yo lo sabía, pero como era mi madre yo tenía que
ayudarla.”
No
es un hecho que las mujeres bonitas sean
tontas, ese es un cliché que lleva a error a muchas personas. Las mujeres
tontas son aquellas mujeres vanidosas que utilizan sus encantos para conseguir
especialmente trapos y utilería, para verse hermosas.
Vemos
en este caso que yo era una mujer que tenía riqueza, no tenía dinero en
abundancia, pero tenía juventud, buen trabajo, seguridad, belleza, familia y
muchas otras cosas que me hacían sentir contenta y olvidar que Dios estaba
mirando mis actitudes y el mal uso que hacía de mi vida.
Así
hoy en día hay multitudes de jóvenes que no conocen a Cristo, que no tienen la
salvación que da el recibirlo como Señor y Salvador personal, se olvidan que
deben administrar los dones y belleza que Dios les ha dado.
El
conocimiento informático, la avaricia, el querer usar marcas, sobresalir entre
las multitudes para tener una fama que arrastra hacia el mal, que da malos
ejemplos y que destruye la moralidad y amor de las personas es también un
impedimento para lograr la salvación.
Raíz
de todos los males es el amor al dinero y el deseo de tenerlo lleva a hombres y
mujeres a extremos nunca imaginados. Las redes sociales fueron creadas para
bendecir, para alegrarnos unos con otros, para saludarnos, saber cosas buenas y
el maligno con ayuda de los famosos las usa para el mal. Para hacer creer a los
desprevenidos como Adán y Eva (dejaron de creerle a su creador para creerle a Satanás)
y como tantos personajes bíblicos se dejaron engañar y dañar por confiados, creyendo que lo malo es bueno y lo bueno es
malo.
Así
estas redes son utilizadas para difundir
mensajes que ofenden la moralidad de los cristianos, contristan al Espíritu
Santo de Dios en nosotros.
Los
jóvenes son sensibles espiritualmente, son confiados y muchas veces se dejan
llevar por ciertos recursos de la fama y los famosos que en la actualidad se
les dice celebridades o celebrities.
Quiero
terminar diciéndote que para entrar en el reino de los cielos debemos ser como
niños, los niños generalmente no tienen sentido de las obligaciones, no saben cuánto
dinero se necesita para las necesidades diarias, no se preocupan por las cosas
de los adultos, son felices, no guardan sentimientos malos por mucho tiempo. Dios quiere esa clase de niños que se ocupa de lo que le
corresponde y cumple con sus obligaciones sin afanes, esos niños confiados en
él, como cuando un niño confía en sus padres que le demuestran que le aman y
los cuidan.
No
es fácil ser como niños, pero si entregamos nuestra vida a Dios Padre, Hijo y Espíritu
Santo vamos a ver realizada esta parte de nuestra vida.
No
nos afanemos por las riquezas materiales, que nuestro padre celestial siempre
sabe de qué tenemos necesidad, el dice que busquemos primeramente el reino y su
justicia y lo demás vendrá por añadidura, él sabe qué tenemos necesidad de las
añadiduras.
Dios
te bendiga
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