Las puertas del hades no prevalecerán…
18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca[edificaré mi
iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que
atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la
tierra será desatado en los cielos.
Me gustaría comenzar
con ese verso que dice:
¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla.
Pero hoy quiero
hablar de porque las puertas del hades prevalecen en las vidas de algunos
cristianos. Es triste que digamos llamarnos cristianos y dejar de aprender cada
día algo nuevo, que nos edifique, nos liberte y ayude a obtener bendiciones que
nos pertenecen y que dejamos en manos del enemigo por falta de conocimiento.
Pensando en nuestro
señor Jesús, en que es la única puerta para encontrar la salvación quise
encontrar la historia de las puertas en el Antiguo Testamento y el valor de
ellas, comenzando con Abraham.
Las puertas eran
y son el complemento de los muros, las paredes de los lugares que queremos
tener seguros. Una casa sin puertas es como una persona sin calzado, sin
vestido o cualquier otra clase de comparación, las puertas son una bendición para todos.
Los ministros de
Dios somos atalayas o vigías, vigilantes para enseñar y avisar del peligro
inminente que tenemos los cristianos de perder la bendición en varias formas y para esto hay puntos indispensables
de la palabra de Dios que es deber enseñarle a los hermanos, aunque estos
hermanos no escuchen nosotros cumplimos el deber de advertir, exhortar, enseñar
y amar.
La palabra de
Dios dice que el amor cubre multitud de pecados, esto no tiene el sentido de
que se puede pecar y por el amor de Dios seremos fácilmente perdonados. Esta
palabra es para todos los cristianos en general, la falta de amor es en sí
mismo un pecado del cual debemos dar cuenta en aquel día.
Dios se refiere con esta palabra de forma tal que el pecador no el cristiano que en un momento dado puede pecar, pero que no practica el pecado, sino aquel o aquellos pecados de personas que desconocen el evangelio, que no han nacido de nuevo y viven en grandes pecados.
Cuando un
cristiano no tiene la bendición esperada es porque está incumpliendo principios
bíblicos espirituales casi siempre. Estos principios bíblicos llegan a las
personas por medio del estudio de la Biblia en sus diferentes formas, leyéndola,
por medio de la predicación, en oración, por revelación del Espíritu Santo de
Dios.
Debido a que muchas veces conocemos a Dios, sabemos de la salvación pero no sabemos de muchos pecados que nos impiden obtener la salvación. Nadie quiere irse al infierno, nadie quiere morir desprevenidamente en pecado.
La revelación del
Espíritu Santo es aquella voz interior que nos da claridad sobre la palabra leída
y Dios por medio de su Espíritu Santo no va a hablar en inglés al cristiano que
habla español, no va a hablar con palabras desconocidas para que no lo entendamos, el nos habla en nuestro propio lenguaje común, el que entendemos con mucha claridad.
Muchas veces el egoísmo
de las personas o el nuestro, quizás la envidia, muchas cosas ocultas aun del
pasado impiden que seamos bendecidos de una forma visible y agradable a los demás.
Algunas personas
quieren ser siempre aprovechadoras de los demás, bien sea en las
congregaciones, en sus propias viviendas familiares o en lo social, sin querer
dejar nada para los demás. Esto causa un rechazo especialmente en lo emocional,
aunque después de ser tratados por el Señor se quiere cambiar o se cambia en la
carne, sin seguir la guía de Dios, sin encontrar la sabiduría que da una búsqueda
sana de Dios, su refrigerio y especialmente la sanidad y santidad que da el
estar en paz con todos y en todo.
Cuando nos
saltamos los linderos, nos metemos en la privacidad de los demás, queremos
actuar libremente, sin culpas, sin que nadie nos mande, nos diga que hacer, estamos
violando principios bíblicos muy importantes y aunque veamos lo material hay no
está Dios.
La rebeldía es
como lo explica en 1 de Samuel 15:23 Porque
como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la
obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha
desechado para que no seas rey.
La rebelión procede
de la rebeldía de la persona desobediente, encuentra su hermana en carne que es
la obstinación. La obstinación es terquedad y fanatismo, una persona obstinada
no escucha razones y hace su voluntad siempre y si somos obedientes, dejamos la obstinación de lado podemos ser reyes y sacerdotes santos para Dios.
Hoy
quiero que te preguntes ¿Cómo ayudo a mi crecimiento espiritual por medio de la
palabra de Dios? ¿Soy una persona amorosa, respetuosa, tratando de aprender
valores para fundamentar una casa que la única puerta de entrada sea
Jesucristo?
Testificar es enseñar a otros para que puedan aprender de nuestras experiencias y comenzar sus propios procesos, testificar no es librar a nadie del pecado, no es obligar a las personas a aceptar lo que decimos y hacemos.
Diga el débil fuerte
soy y gloriémonos en nuestras debilidades que fundamenta Dios diariamente y no en
la vanagloria humana y pasajera del mundo.
Dios te bendiga
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