Los celos en los cristianos y como solucionarlos
Cuando hablamos de celos, estoy hablando de esa emoción que origina
pensamientos unidos a varios sentimientos que hacen actuar a las personas de
una forma irracional en ocasiones o que quizás siembra la desconfianza en las
relaciones erosionándolas.
En la Biblia hay muchos ejemplos de celos, quizás una de las más
relevantes en el Antiguo Testamento es la de Caín y Abel, que tiene una
connotación tremenda debido a que Caín sin mayores explicaciones da muerte a su
hermano, cometiendo el primer fratricidio en la historia de la humanidad.
Los celos y la ira permiten la influencia de Satanás afectando las acciones y decisiones de los que estamos bajo su influencia en un
momento dado.
Cuando una persona recibe o encuentra bendiciones, recibe un reconocimiento
que no se espera (tal es el caso de Juan Manuel Santos nombrado Nobel de Paz,
muchos han despotricado y hablado mal del Presidente, pero vemos como la
persona que pensamos que podía haber hablado mal no lo ha hecho, esta persona
es el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, que ha demostrado prudencia y demuestra
integridad al reconocer con su actitud que si le dieron el premio ya está dado
y es de él.) no debemos tener envidia o pensar que no se lo merece él sino…
Los cristianos estamos en una carrera contra el pecado, la carrera de la
fe, de la obediencia, del amor, no del pecado y los celos, la envidia son
pecados carnales que Dios reprueba.
Cuando hablamos de esta clase de celos nos estamos refiriendo no a los
celos que se despiertan cuando el objeto de nuestro amor está siendo cortejado
o en peligro de perderse por otra persona. Estamos hablando de los celos que provocan
la bendición, dones y talentos ajenos.
Debemos ser agradecidos con Dios y vivir felices. Degradar la imagen de
otro, la codicia, la mala cara por los éxitos de otros solo trae consecuencias
de desagrado a Dios y perdida de la bendición y en ocasiones la salvación.
La Biblia nos dice que David se conducía prudentemente, la consecuencia
de la prudencia dice en 1 Samuel 18:14 parte b que “Jehová estaba con David”. Por
esta razón para comportarnos prudentemente debemos aprender los principios bíblicos,
tener el conocimiento de la palabra de Dios y mantener una relación continua de
servicio y adoración a él, porque nos dice la Biblia que busquemos el reino y
su justicia y lo demás nos será añadido.
¿Qué viene a ser lo demás? Las cosas que necesitamos o que en ocasiones
no necesitamos como la fama, la honra y todas aquellas cosas que si son
necesarias como el vestido, la comida, la vivienda, la salud, etc.
En el capítulo 19:22 del mismo libro, David corta un pedazo de la orilla
del manto de Saúl cuando se le acerca estando este dormido. El manto significa
la autoridad del rey y el corte que le hizo David mostraba como era disminuida
su autoridad, por la misma necedad con que actuaba el rey.
David podía hacerle daño en esos momentos al rey pero eligió no hacerlo,
debido a la nobleza de espíritu y conocimiento de Dios que tenía, estaba en rebeldía,
pero esa rebeldía era por protección, por preservar la vida que tenia y que era
la depositaria de grandes promesas no solo para el sino para la humanidad
entera.
Para terminar vemos que David toma la solución perfecta para la disensión
que hay entre el rey Saúl y el, en 1 Samuel 24:12 Juzgue Jehová entre tú y yo, y véngueme de ti Jehová; pero mi mano
no será contra ti.
Dios te bendiga
No hay comentarios:
Publicar un comentario