Reservándonos la bendición de Dios

La bendición de Jehová es la que enriquece,
Y no añade tristeza con ella.
Proverbios 10:22

Es una palabra rema, debido a que con mucha frecuencia la utilizamos para recordarle a los demás la clase de bendición que nos da Dios.

Todos daremos cuenta en algún momento de nuestras obras en general. Pensamos que podemos hacer lo que queramos sin cumplir con nuestros deberes, obviando los consejos que recibimos o pasando por alto el aprender los conceptos primarios de la biblia sobre la obediencia.

En la palabra, en aprender lo que Dios da para nuestra vida esta esa bendición que enriquece y no añade tristeza con ella. Proviene de Dios y es perfecta como ÉL.

El error de muchas personas que luchan por obtener las bendiciones que necesitan para la vida esta en que cuando las alcanzan, se descuidan y comienzan a olvidar sus promesas a Dios y el servicio efectivo  que Él se merece.

Las promesas de Dios son en el si y en el amen, Dios trabaja para nosotros sus hijos. Dios no trabaja en vano y espera que sus hijos maduren, crezcan y le den cabida al crecimiento de los demás cristianos.

Cuando no crecemos, cuando nos estancamos, estamos siendo tropiezo para el crecimiento y la bendición de los demás, especialmente en la familia. Jesús dijo en Mateo 12:30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.

Esta palabra nos dice que el que no esta con Jesús contra él es, y que en el conflicto de lo santo y divino contra lo maléfico de Satanás hay un conflicto que nos manda a tomar partido. O estamos con Jesús o con el otro, pero no podemos ser indiferentes, no hay la posibilidad de ser neutrales.

Debemos estar del lado de Jesús totalmente, cuando estamos en el lado equivocado de la vida, no podemos justificarnos con Dios a menos que reconozcamos nuestro pecado y y aceptemos a Jesús como Señor y Salvador personal.

La bendición de Dios es la mejor bendición a la que podamos acceder. Dice en el Salmo 19:8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. Nos da alegría, nos llena, nos anima y principalmente nos ayuda a seguir el camino verdadero de la salvación.

No podemos sobreponer lo material a lo espiritual, porque Dios nos una excelentísima promesa que nos dice en Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Si primeramente esta Dios y nuestra vida espiritual Dios promete darnos las ademas añadiduras que requerimos para necesidad o deleite de nuestra plenitud de vida.

Cuando vivimos debiendo y nunca teniendo, debemos detenernos a pensar si en verdad estamos en el camino correcto. Cuando luchamos arduamente por alcanzar cosas sin obtener el fruto deseado, es que no estamos en el camino correcto.

Cuando la bendición esta tan lejana que nos desanimamos y no obtenemos lo que anhelamos o no hay respuesta de Dios es porque hay cosas ocultas que no alcanzamos a vislumbrar, nos falta humildad para decirle a Dios que nos ayude, que nos hable.

Que nos encamine y nos ayude a ver los pecados que nos son ocultos y que solo él puede ayudarnos por medio de su santo Espíritu a entenderlos, arrepentirnos y seguir por el camino correcto.

Los atajos podemos tomarlos, nadie lo impide, pero esos atajos nos llevan más rápidamente a perder la bendición de Dios. Cuando estamos acostumbrados a los atajos, a las excusas, a esperar un mejor momento y otras cosas, siempre vamos a regresar al lugar del que queremos salir. Siempre vamos a tener que esperar para obtener aquello que realmente deseamos.

La clave esta en rendirnos a Dios, en humildemente pedirle que nos guié, decirle que solos no podemos, necesitamos agarrarnos de su mano, de su poder, de su paz, para poder llegar a buen termino.

Solo en obediencia, en respeto a Dios, en aceptar nuestras incapacidades y depender de Dios y su misericordia; vamos a obtener victorias apoteósicas, victorias en batallas que parecen imposibles de ganar, pero que Dios las pelea por nosotros.

Salmo 46:10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;

Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.


Es una palabra que nos llena de alegría y satisfacción, saber que Dios sera enaltecido en toda la tierra y que todos aquellos que hacen el mal no prevalecerán.

Dios te bendiga siempre



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