Cegados al discernimiento

 Cegado físicamente 

46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mi                                Marcos 10:46-47


La biblia dice que estaba mendigando sentado junto al camino. Cuando escucho que era Jesús comenzó a dar grandes voces 

y sigue en el verso  48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

Por su discapacidad no podía trabajar y mendigaba para su sustento. En los tiempos bíblicos todavía no se inventaba la escritura braille y no se necesitaban maestros para  enseñar a otros ciegos. Muchos menos los gobiernos capacitaban esta clase de discapacitados para trabajar como se hace en muchos lugares del mundo actualmente.

La humanidad estaba en una etapa en cuanto a progreso que podemos llamar infantil, en pañales. La mayoría de los grandes inventos no estaban ni siquiera en la imaginación del hombre. Esa era y es la triste condición de los discapacitados de todos los tiempos, mendigar en las calles.

Bartimeo tenía una gran fe de que Jesús lo podía sanar y de hecho él lo sano. El persistía en gritar para ser escuchado por el hijo de Dios en medio de la multitud que lo seguía. No se dejó vencer por nada, arrojó su capa y se llegó adonde estaba Jesús, cuando dijo que se acercara. 

Así Jesús sigue sanando en todos los tiempos; no solo de ceguera física sino de la ceguera espiritual que tenemos cuando andamos sin el Cristo de la Gloria. La palabra de Dios no pasará jamás y tiene aplicaciones en todos los tiempos cuando nos dejamos guiar por el Santo Espíritu de Dios.

Actualmente en Colombia hay una ceguera espiritual o una falta de discernimiento especialmente entre nosotros los cristianos. No usamos discernimiento y su palabra no la estamos aplicando en la medida que conocemos de Dios y sus maravillas.

Es triste decir esto, pero cuando escucho ciertas cosas o veo lo que escriben algunos cristianos en redes, en comentarios y mucho más. Me doy cuenta que estamos perdiendo la cordura. 

Dios no nos ha llamado a políticos, a partidos, a defender candidatos de ninguna clase. Dios no nos ha llamado a juzgar a Rusia y a defender a Ucrania. No debería escribir los nombres de estos dos países pero lo hago en el nombre del Señor para edificar y recordarme y recordar a mis hermanos en Cristo que si quitaremos el dedo amenazador

Isaías 58:9 Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad;  

Y sigue en los demás versos promesas hermosas para el que cumple esta demanda de Dios.

Aquellos que llevamos muchos años en el evangelio de Jesucristo sabemos exactamente y hasta de memoria la mayoría de las veces, que no tenemos lucha contra carne ni sangre sino contra una cantidad de demonios y potestades que gobiernan la carne y el mundo.

Por esta razón cuando hablamos y señalamos estamos pecando a priori contra Dios. Podemos mostrar las bondades de votar por este o aquel, pero no debemos criticar o hablar mal, burlarnos y adoctrinar a las personas con las cuales tenemos credibilidad.

Podemos compartir informaciones de cosas malas que acontecen en el diario vivir y que son noticias sin agregar o quitar nada para que aquellos que nos leen o escuchan tomen partido de alguna manera.

Nosotros no sabemos si el presidente o las personas que mandan en Rusia conozcan a Cristo en el momento menos pensado y tengan un nuevo nacimiento a través de los intercesores de todo el mundo o por la intercesión de una sola persona como paso con Abraham en Sodoma y Gomorra. Lo mismo va para Ucrania, porque no estamos allá y no sabemos realmente qué pasa.

Detrás de toda guerra hay una gran cantidad de intereses de muchas clases y nosotros somos neófitos en muchas cosas que atañen a los gobiernos especialmente las potencias.

Miqueas 6:8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

Porque en vez de tratar de mostrar nuestros puntos de vista, expongamos las noticias relevantes de corrupción que se están viviendo y alcemos nuestras voces a Dios. Pidamos con fe, que su voluntad se haga en la tierra como en el cielo. 

Que nos ayude en nuestra debilidad y acreciente nuestra fe para interceder y que quede aquel candidato de gobierno que esté en su voluntad. Nos guie a votar por el que el quiera o en el que nosotros creamos. Sin mediar palabras que ofendan a nadie y sin señalar a nadie.

Orar por esos dos países en guerra, pidiéndole a Dios que haya acuerdos y no vaya a crecer el problema, involucrándose en esa guerra otros países.

Sabemos que Dios usa hasta el mal, para convertirlo en bien y que la muerte de Jesucristo su unigénito, y muerte de cruz sirvió para redimir a la humanidad entera, para que todo aquel que en el crea tenga salvación y vida eterna. Jesús resucito y esta sentado a la diestra de Dios Padre, intercediendo por nosotros.

Y si confesamos con nuestra boca que Jesús es el Señor, lo reciben aquellos que no lo conocen, seguimos firmes creyendo que su voluntad va a prevalecer y vamos a tener tiempos de refrigerio, a pesar de tantas aflicciones. Obtendremos grandes victorias, se ira la ceguera espiritual y seguiremos creciendo, siendo edificadores  y sembradores de la palabra de Dios.

No olvidemos que la misericordia de Dios es grande, más grande que la vida, el es lento para la ira y grande en misericordia y por su gran misericordia no hemos sido destruidos. Nosotros somos hechos a su imagen y la misericordia debe acompañarnos siempre.

Jehová es nuestro estandarte, nuestro rey, él pelea por ti, por mi y por todos. ¿Dónde está nuestra confianza? ¿Bartimeo a pesar de ser ciego creyó en Jesús y nosotros que tenemos nuestros ojos para ver, leer la palabra, acudir a su iglesia y bendecir su nombre, vamos a dejar de creer? ¿Acaso no deseamos todos la bendición de Dios para nosotros y nuestras vidas?

Hermanos no olvidemos que Cristo nos ama y está esperando que cumplamos la gran comisión y no hay necesidad de ir a ninguna parte, si creemos en el poder de Dios por medio de la oración. Si Dios quiere que vayas al otro lado del mundo, o a otra ciudad dentro de tu país, te llevará. Créelo, para Dios no hay nada imposible y la puerta que él abre nadie la cierra.

Como el ciego Bartimeo cuando pudo ver, debemos seguir a Jesús. Lo dice en Marcos 10:52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y enseguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.

Dios te bendiga,