Baja autoestima y personalidad

Baja autoestima y rechazo

Muchas veces las personas no saben manejar sus aptitudes dejándose vencer por su imaginación, debido a una psicosis o manía persecutoria que no es tratada y así cambiar este aspecto de su vida, para fortalecer los lazos familiares sanamente o realmente en ocasiones  padecen rechazo y muchos problemas de toda índole.


Cuando las personas se convencen mentalmente y se hacen una imagen de una persona sea buena o mala, es muy difícil recapacitar.

Esta situación puede ser debida a una baja autoestima por uno o más problemas emocionales,  por falta de aceptación, o no estar a la altura de lo que esperan de las demás personas.

Muchas veces es inconscientemente que estas personas padecen estas actitudes y casi siempre se debe a que el círculo social en el que se desenvuelven es muy limitado, está falta de comunicación o koinonia social hace que las personas sigan limitándose en varios aspectos.

Lo prime que se deben tener en cuenta para superar estas situaciones es que a las personas no les gusta preguntar;  a menos que sea alguien con quien tiene una relación cercana y a veces ni aunque tengan personas a la que preguntar se atreven.

Siempre se ha pensado que preguntar es de ignorantes, más cuando una persona ha aparecido como superior o mayor ante otras personas, pero todos tienen el derecho de preguntar, informarse y salir de errores.

Cuando se pregunta algo que se quiere saber o no entiende, se está siendo humilde, reconocer las carencias es de valientes y se crece espiritualmente cada día en la medida que se aprenden nuevas cosas y se cambian las actitudes.

Muchas veces estas personas forman murallas de razones y de mentiras para mantener su punto de vista y hacer valer lo que ellas creen son sus derechos, no aceptan las razones de nadie, ni aceptan las equivocaciones de otros.

En el libro de los Salmos dice que "si Jehová no edifica la casa en vano se afanan los que la construyen", esto quiere decir la casa personal y particular de cada uno, la que cada persona espiritualmente está formando para los que están en la actualidad con ellos, porque para tener una buena vida y buenas relaciones familiares especialmente hay que contar con la bendición del Señor.

Esta casa espiritualmente hablando, se fundamenta en Jesucristo hijo y sus enseñanzas, ayudados a una mejor y más sana comprensión de la Biblia, para que tomen para si las enseñanzas e ilustraciones que hay tanto en el nuevo Testamento como en el Antiguo.

Dios ama a todos por igual, quiere que sean prosperados en todo lo que emprendan y este conforme a su voluntad, bendecidos espiritual y materialmente sus hijos de una forma racional.

Se puede  llegar confiadamente al trono de la gracia de Dios y pedir lo que necesite cada uno, saber que ese amor Dios por el hombre no cambia, es eterno y es para todos aquellos que lo quieren recibir.

El mejor psiquiatra y psicólogo es Dios y guiado por su Espíritu Santo, las sanas enseñanzas que se reciben en las iglesias de sana doctrina y un actitud dispuesta, se pueden alcanzar grandes victorias y encontrar un camino de sanidad total para todos.

Cuando con sinceridad de corazón se reconocen las necesidades afectivas que se viven,  llega el momento en que Dios tiene misericordia y sana, hace milagros creativos en la vida de las personas, bendiciendo con abundante sanidad y paz.

¿Te has preguntado porque siempre tienes problemas para las relaciones de amistad y familiares? ¿Porque crees tu, que recibes rechazo de los demás? ¿Le has preguntado a Dios como puedes hacer para cambiar tu vida afectiva y emocional?

El amor de Dios y el amor del Hombre

Mendigos de afecto

Salmo 27:1 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.

Hay mucha soledad en la vida de las personas, inseguridades gracias a muchas circunstancias y tantas cosas que afectan las emociones de los seres humanos, que muchas veces sin darse cuenta se vuelven mendigos de afecto, de atención, de unas migajas de amor.

Es un tema que muchas personas no aceptan ni siquiera pensar en él, porque no se atreven a reconocer que padecen esta clase de mendicidad, que se debe aceptar primeramente de forma personal y quizás sin compartirse con nadie para no sentirse avergonzado.

Realmente es el primer paso. El reconocimiento de la condición personal y afectiva, porque las personas muchas veces fueron rechazadas aun desde el vientre de su madre. Muchas veces cuando la madre sabía que estaba embarazada sin desearlo, automáticamente rechazaba esa vida que crecía en su vientre y no le tenía amor, está científicamente comprobado que los fetos perciben las emociones maternales y esto sella muchas veces su futuro, debido a que no es amado, esa dulce espera que se debía tener, fue de amargura y dolor.

Pero la solución la tenemos en Cristo nuestro redentor, recibirlo en nuestra vida y aceptarlo como Señor y salvador personal es el primer paso de sanidades y milagros que van a traer muchas bendiciones a la vida de todos. Cuando una persona comienza a caminar con el Señor, todos y cada uno de sus problemas afectivos van a ir solucionándose en la medida que acepte sus incapacidades y reconozca sus necesidades, especialmente de afecto, de aprecio, de amor.

Todas las personas son merecedoras de afecto, de respeto y amor.  Se debe renunciar a toda mendicidad en el nombre de Jesús, a todo rechazo, a todas aquellas cosas del pasado que marcaron la vida de una persona y reconocer que con Cristo se es más que vencedor y el va a llenar los espacios vacíos en la vida de todos y también a suplir cada una de las necesidades que se tienen.

Nadie es autosuficiente, nadie lo puede todo, ni nadie puede vivir sin afecto verdadero de parte de las personas que se tienen alrededor. Los hombres son seres sociables, para vivir en comunidad y en familia, en unidad,  en armonía y amor.

Si sientes que te falta afecto, reconocimiento, compañía y cualquier cosa que afecte tu vida personal y espiritual, recurre a tus pastores o aquellas personas que te han guiado de alguna forma en tu caminar diario con Cristo, para que te ayuden a encontrar un camino de sanidad y vida en abundancia que es lo que nos da Dios en Cristo Jesús.


Dios te Bendiga

¿Que esperanza tienes en Dios?

Mendigos Espirituales

Muchas veces conocemos a Dios, pero no podemos saber con exactitud lo que espera de nosotros o porque se tarda tanto en dar las bendiciones que nos promete.

Es una realidad que cuando Dios bendice no hay nada que impida que se cumplan sus promesas y como dice su palabra la bendición de Dios enriquece y no añade tristeza con ella.

Cuando a pesar de tener muchos años de caminar con el Señor no recibimos aquello que esperamos o las bendiciones escasean, esto quiere decir que nos falta discernimiento para caminar en fe y ejercer la autoridad que tenemos como hijos de Dios y posicionados en Cristo Jesús.

Muchas veces terminamos convertidos en mendigos espirituales y por ende en mendigos materiales, siempre esperanzados en lo que nos dan los hermanos y las ayudas que podemos recibir de los pastores y la iglesia.

En tiempos de capacitación, pruebas y muchas dificultades, no sabemos cómo actuar y nos sentimos como niños desamparados y podemos tener estas actitudes, pero debemos crecer en la gracia de Dios  e irnos apropiando de sus promesas y encontrar el camino que él tiene para cada uno de nosotros.

Dios no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse y dice que somos cabeza y no cola, tesoro especial y muchas cosas como que él es el dueño del oro y la plata y si hemos creído y fortalecemos nuestra fe, caminando con él y a pesar de las equivocaciones, muchas veces caídas que tenemos, porque se retrocede en ocasiones y somos débiles, llegara un momento de total equilibrio y paz, de encontrar soluciones, puertas abiertas para todo lo que emprendamos.

Muchas personas no cambian su manera de pensar y piensan que la bendición de Dios es una gran abundancia económica,  cuando no alcanzan los objetivos rápidamente, se desaniman, muchas veces se apartan  o  tienen un ministerio que crece muy poco y tienen escasez en varias áreas de su vida.

La bendición de Dios  es espiritual y va unida a lo material cuando dejamos que Dios nos muestre sus propósitos, sus caminos, que son individuales para cada persona y perseveramos dejándole lo que le corresponde a Dios y haciendo la parte que nos corresponde a nosotros.

Salmos 131: 1-3 Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron;  Ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí. 2  En verdad que me he comportado y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre; como un niño destetado está mi alma. 3  Espera, oh Israel, en Jehová, desde ahora y para siempre.

Este Salmo nos habla de la seguridad de esperar con confianza, como la de un niño que quedo satisfecho y sabe que lo volverán a amamantar sin que tenga que reclamar el alimento. También el salmista expresa la espera con confianza y tolerándola aunque no llegue enseguida, debido a que tenemos la alegría de contar con Dios y sus promesas, en silencio, prudentemente.

Debemos desatarnos de toda mendicidad espiritual y material, madurar a medida que pasa el tiempo y reconocer que si tenemos muchas o pocas incapacidades esperando en Dios seremos bendecidos no solo monetariamente, sino riquezas espirituales que valen más que cualquier dinero que se pueda tener.

Cuando vivimos apegados a lo material, somos incapaces de ser ministrados por el Espíritu Santo de Dios y ver las liberaciones y aprendizajes que tenemos en el Señor.

Muchas veces pasan años y todavía muchas personas están con la esperanza de la bendición que no llega, pero quizás deberías hacerte algunas preguntas para saber qué esperas tú de Dios.

Preguntarte ¿Estoy cumpliendo las leyes espirituales de Dios? ¿Tengo constancia en mis disciplinas espirituales y personales? 

Estas disciplinas son las que aprendiste desde un comienzo en el evangelio. Como son el orar o mantener un devocional diario, congregarte al menos una vez a la semana, hacer ayunos y en fin todas aquellas cosas que sabemos que agradan a Dios y que nos mantienen firmes, apartados del pecado, como buenos soldados en guerra de Jesús.


Dios te bendiga 

Bendiciones de la Obediencia

Nuestras acciones y sus consecuencias

Cuando se acercaba el momento de la partida final de Moisés, él tenia y debía tomar una decisión muy difícil y esta decisión implicaba mucha sabiduría de su parte.

Esa decisión era escoger un sucesor para que siguiera dirigiendo al pueblo escogido por Dios. Moisés amaba a ese pueblo, había luchado durante cuarenta años con ellos en medio del desierto, sufrió, se enfrentó a ellos, a Dios para defenderlos  y en esos momentos decisivos  pudo nombrar como sucesor a alguno de  sus hijos, a cualquier persona que le dirigieran a escoger.

Pero como siervo de Dios y gran líder tomo la mejor decisión y esta decisión fue consultar a Dios, que era el padre y creador de todos y de todo, amantísimo Dios que ama al hombre con amor eterno y no solo lo consulto sino que lo obedeció escogiendo a quien Dios le dijo que escogiera.

Esa acción de Moisés en obediencia a Dios, tuvo no solo una gran recompensa sino fruto eterno que permanece hasta nuestros días y permitió que los propósitos de Dios  se cumplieran gracias a esa acción de obediencia.

Josué digno sucesor de Moisés a su vez cuando le llegó el momento de tomar una decisión importante para él y su familia, también fue sabio y tomo la decisión de seguir a Dios, diciéndole al pueblo de esta manera en Josué 24:15  Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Escogió seguir sirviendo a Jehová Dios, no solamente para el sino que tomando autoridad como patriarca en medio de su familia los incluyo en ese servicio.

Y esta determinación fue la que hizo tomar buenas decisiones a estos grandes líderes del pueblo de Israel, porque se dejaron moldear y capacitar de Dios para ejercer un servicio efectivo.

Sus actos de obediencia y amor a Dios tuvieron una consecuencia de bendición y salvación para ellos y los descendientes y para nosotros los que hemos sido salvos y creído en nuestro Señor Jesucristo, como salvador personal de nuestras vidas, tomando una decisión de sanidad y bendición.

Acción esta que tiene una consecuencia de vida eterna y sanidad a las naciones, porque obedeciendo el mandato bíblico permanecemos como esos pámpanos de los que habla Jesús en Juan 15: 5  Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

¿Estas tomando en cuenta tus acciones y las consecuencias que estas pueden traer a tu vida? ¿Alguna vez has sentido que tus buenas o malas decisiones han tenido consecuencias para ti?

Puedes cambiar muchos aspectos en tu vida, pero recuerda solo Dios puede hacernos felices.


Dios te bendiga