El dinero y la palabra

El dinero y la predicación


Romanos 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
10:15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

Es una parte de la Biblia tan explicita y es muy fácil de entender. Esto quiere decir que hay que predicar, hay que compartir la palabra de Dios. Para que conozcan, crean e invoquen al Señor y finalmente sean salvos.

¿Quienes predican la palabra de Dios? Todos podemos hacerlo de una manera informal y de acuerdo a lo que hemos conocido y vivido en el evangelio. Cuando predicamos debemos invitar a las personas a las congregaciones, hacerlos participes de la bendición que es ir a la iglesia dominical especialmente. 

Formalmente deben predicar los ministros que han cumplimentado un proceso de selección, capacitación y llamado de Dios. Esto va acompañado de varios requisitos y de acuerdo al lugar en que se viva también están sujetos  las normativas vigentes del país, en este caso a la constitución colombiana.

El ministro de Dios tiene derecho a un salario y no podemos entrar a discutir cuanto es este salario, debido a que es la empresa privada de Dios. Así como una empresa de cualquier clase tiene sus regulaciones, también la empresa de Dios las tiene y debe tener un mantenimiento de acuerdo a las personas que se congregan y a lo que recibe como oveja cada uno.

Cuando un profesional de cualquier clase labora, generalmente percibe un salario que en ocasiones puede parecer muy generoso e infunde respeto a las personas dicha profesión. Así también un profesional de Dios que muchas veces estudia y se capacita durante largos años y espera recibir una remuneración que le brinde una calidad de vida excelente.

Aunque la realidad de la vida nos enseña que la mayoría de las veces no es así y debemos tener recursos propios para poder cumplir con un ministerio. La palabra no se puede dejar de predicar, ni dejar de evangelizar aunque no se reciban recursos adecuados para ello.

Un ministerio cuesta, tiene un alto costo que no todos los hombres están dispuestos a pagar. Este costo no tiene un valor económico exacto, no tiene un valor emocional, de tiempo, de muchas cosas, especialmente pruebas y dificultades que se van a interponer para impedir el desarrollo y crecimiento de este ministerio.

Lo que impulsa a un ministro cristiano, es un poder supremo, es el mismo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios por medio de su santo Espíritu nos fortalece, nos capacita, abre puertas no solo espirituales sino materiales para poder avanzar. 

Son milagros, milagros de fe que Dios realiza para demostrarle a sus ministros que el está en el asunto. Si Dios con nosotros quien contra nosotros.

Las personas muchas veces hablan mal de los ministros cristianos, calumnian, dicen cosas innombrables en ocasiones, especialmente hablando del dinero que se pide para la obra de Dios. 

Sabemos que en el mundo hay de todo, personas de buena y de mala fe.  Hay quien dice ser cristiano y realmente no lo es. La biblia dice que somos cartas leídas en 2 Corintios 3:2 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; 

3:3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. 
3:4 Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; 
3:5 no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, 
3:6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. 

La palabra de Dios no se vende. Es santa, es viva, es eficaz y más cortante que espada de dos filos para penetrar el alma, es más dice la biblia que penetra las coyunturas, hasta el mismo tuétano que es lo más profundo que tienen los huesos. Es impresionante lo que puede hacer la palabra en nosotros, es vida, vivifica, refresca, alienta, conforta y todo lo bueno que podamos añadir a estas palabras. 

Aunque muchas veces no se perciba un salario, entradas significativas, se predica, se hace la obra de Dios. Recordemos que las personas que prestan un servicio a Dios de tiempo completo en ocasiones deben vivir de ello, esto tambien es biblico y tiene sus normas.

No es fácil para un predicador o ministro, sea este pastor, maestro, evangelista, hacer la obra y trabajar al mismo tiempo. Es un poco difícil de entender para el lego, para la persona que no ha tenido que ministrar una cantidad de personas en un servicio, así sea de pocas personas. Ministrar es producir sanidad, liberación, también se ministra cuando se aconseja bíblicamente y es agotador, desgasta no solo física sino emocionalmente.

El cuerpo y la mente requieren mantenimiento y reparación de una forma normal, en la vida de todas las personas. El ministro requiere de lo mismo, pero con descanso, meditación, debe entrar en la presencia de Dios permanentemente y llevar una vida sana, llena del Espíritu Santo de Dios. Mantenerse alejado de muchas cosas y personas mundanas que perjudican su salud espiritual si tiene una confraternidad con ellas.

Tiene un precioso deber que cumplir y esas cualidades deben ser cultivadas, cuidadas, para poder mantener una efectividad óptima en su labor. 

Es usado por Dios como sanador de almas especialmente, debe escuchar, motivar, orar, ayudar, capacitar y al mismo tiempo seguir el camino de fe y capacitación que Dios le guía a llevar.

Es una persona que ayuda a llevar las cargas de las ovejas, debe dejar de lado sus problemas personales, sus deseos y mucho más para tener un ministerio de poder. No podemos valorar ese servicio que presta el verdadero ministro de Dios a menos que tengamos nosotros mismos un ministerio.

En ocasiones es vituperado, difamado y debe seguir adelante a pesar de todos los escollos y situaciones adversas. Cosa que no tenían solución en el pasado, las encontramos cuando tenemos una guianza espiritual integra, con honestidad y mucho amor.

Recordemos que la biblia nos advierte de los falsos profetas, de las personas que con sutilezas como dice en Colosenses 2:8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 

Cuando las cosas son de Dios, Dios mismo habla, guia, redarguye y ministra. Lo que es de Dios permanece, nadie lo derriba, nadie lo aparta, nadie lo destruye. Al contrario podemos edificar con un nuevo y buen fundamento, el fundamento sobre la roca que es Jesucristo hijo.

¿Has pensado cuántas veces has recibido bendiciones grandes por medio de las oraciones y ministraciones de las personas que sirven a Dios desinteresadamente? ¿Que haces tu para demostrar que Cristo vive en ti? Espero que sigas con denuedo predicando a tiempo y fuera de tiempo la palabra de Dios y cuán grandes bendiciones has recibido desde que lo conociste y estes seguro que la paga de Dios es la mejor, llega a tiempo, no olvida nada de lo que hagamos para él y a su debido tiempo recibimos grandes recompensas.

Dios te bendiga




Elecciones presidenciales

El deber del cristiano

La política y todo lo que deriva de ella contamina. De todos es sabido lo que acontece en los puestos públicos y toda esa parafernalia política que se mueve en todos los países del mundo. Todos los cristianos no son ministros de Dios, muchos trabajan secularmente en toda clase de oficios y profesiones.

Aunque no estemos enterados de los que manejan o como se mueve la política, si reconocemos a algunas personas que trabajan en esos medios e indiscutiblemente reconocemos  al presidente de nuestro país, muchos otros cargos como alcaldes y demás.

Com ciudadanos debemos y tenemos el derecho al voto. Esto nos obliga a conocer un mínimo sobre los candidatos por los que vamos a votar. Debemos obedecer las leyes de la tierra y en Romanos 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 
13:2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. 

Podemos mirarlo desde varios ángulos pero como cristianos obedientes y conocedores de la palabra de Dios, tenemos buenos ejemplos bíblicos para guiarnos en el momento de escoger a los servidores públicos.

El verdadero pueblo de Dios no hace política, se guía por su palabra y somos un gran pueblo. Podemos hacer contrapeso a las obras de las tinieblas, haciendo uso de los parámetros bíblicos al momento de votar y decidir qué candidato escoger.

Si nos vamos al Antiguo Testamento comenzando con Moisés, recordemos a Jetro un madianita dio consejos acertados al máximo dirigente de los hebreos. Le dijo Moisés en Éxodo 18:16 Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes. 
18:17 Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. 
18:18 Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo. 
18:19 Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. 
18:20 Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.
18:21 Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.
18:22 Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo. 

El mejor consejo que le dio Jetro a Moisés fue escoger varones de virtud, temeroso de Dios y con unas cualidades específicas para ser ayudas idóneas de Moisés. Así debemos guiarnos por las cualidades de las personas al momento de escoger no solo al presidente, sino también a las demás ayudas idóneas de gobierno, en las diferentes votaciones a las que nos llama el deber como ciudadanos.

Cuando Moisés fue a escoger sucesor para seguir dirigiendo al pueblo israelita dice en Números 27:16 Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación, 
27:17 que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor. 
27:18 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; 
27:19 y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. 
27:20 Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. 

Moisés no escogió a libre arbitrio el sucesor, le pidió a Dios que él lo hiciera y fue obediente a la voluntad de Dios. No se dejó llevar por sus intereses o vanidad, dejando a un líder de su favoritismo o de su familia. Elige la mejor opción, la que a conciencia Dios te guie a llevar a cabo en una cuestión tan importante como es el futuro de tu país.

Recordemos que las mujeres en esta época actual tienen una responsabilidad tan grande como la de los hombres. Débora fue una profetisa y consejera en una época crítica en que el pueblo de Israel estaba en crisis, Dios la usó grandemente para que obtuvieron la victoria contra sus enemigos.

Samuel uno de los más grandes legisladores y famosos en la historia bíblica del pueblo de Israel, también fue sabio al escuchar la voz de Dios al momento de escoger el primer rey de Israel; a pesar de que no estaba de acuerdo en que tuvieran rey pareciéndose a los pueblos paganos de la época.

La Biblia nos habla de los requisitos para escoger a los obispos y liderazgos en la iglesia, la misma premisa vale para escoger los que van a gobernar el país en el que vivimos.  Sabemos que no es fácil y que las mentiras y la desinformación pueden impedir que hagamos una acertada elección, pero hay que intentarlo y cumplir con nuestro deber de votantes.

¿Te has sentido decepcionado muchas veces por las cosas que suceden en el gobierno? ¿Crees que tu buena actitud y obediencia ayuden a mejorar las situaciones en tu país, gracias a que cumples con tu deber de votar?

En Colombia actualmente hay una gran libertad para expresar libremente lo que se piensa y decir por quién votar sin problemas. Somos libres de votar por el candidato que queremos sin la mayor presión de terceros y por tanto de nuestras buenas o malas decisiones vamos a vivir mejorando o empeorando la vida nacional.

La Biblia nos habla de los ancianos no sólo de días, sino también en su sabiduría y experiencia. Una persona excesivamente joven necesita muchas ayudas idóneas, que lo ayuden a comenzar el camino del mando y dirección que requiere un país como el nuestro. Una persona mayor sin ser totalmente anciana, por su experiencia tendrá más conocimiento y también hará uso de las ayudas idóneas para gobernar. Las oportunidades son para todos, pero primero hay que caminar para poder correr y primero hay que aprender para poder gobernar.

Cada nuevo dirigente estuvo al lado de un Moisés para aprender el camino a seguir. Los buenos líderes enseñan a los nuevos y buenos líderes. Tenemos mucha información a nuestro alcance para someter a observación los candidatos a gobernantes que se presentan. La mejor decisión es aquella que tomamos en base a los parámetros bíblicos.

Dios te bendiga