Jesucristo te sana

La sanidad y bendición de Dios

Hebreos 9:34 Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.

Este solo versiculo lo podemos tomar para tener preciosas enseñanzas de la palabra que Dios nos da para edificación de todos.

Cuando Pedro esta viajando por varias partes, aprovechando la paz que había en esos momentos y se encontró con un hombre llamado Eneas,  paralitico desde hacia ocho años.

Pedro Dijo: "Jesucristo te sana" , dándole la Gloria a quien corresponde, demostrando que el poder es de Dios y que se glorifica usandolo como vaso útil para sanidades, predicación y visitación.

Que bueno que a pesar de ser usados grandemente por Dios, no permitamos que la vanagloria humana sobrepase la de Dios. Humildemente debemos reconocer que Dios es el que hace la obra y que nosotros dejamos que el nos capacite, nos lleve a donde está la necesidad y nos use como vasos útiles para su Gloria y honra.

Siguiendo con la palabra que utiliza el apóstol Pedro en ese momento, diciéndole "Levántate, y haz tu cama", y diligentemente se levantó.  Dice la palabra que en seguida se levantó. Levantarse en sentido literal también es obedecer, arreglar las cosas que tiene pendiente este hombre debido a su parálisis. 

Muchas personas físicamente están bien, pero espiritualmente son paraliticas. No crecen, están estancadas, no están en obediencia, son desordenados en su vida a pesar de tener un deber que cumplir con sus familias y con la iglesia.

Esta parálisis espiritual Dios la puede curar, pero debemos levantarnos, pedir a Dios ayuda, revelación, cuales son sus propósitos para nuestra vida.

En nuestra carne o nuestros propios deseos hacemos cosas que no están bien para Dios. A pesar de las exhortaciones, de la palabra que nos da, hacemos como queremos, no escuchamos sus amonestaciones y debemos pagar el precio de nuestra desobediencia.

Toda acción tiene una consecuencia y de nuestra obediencia depende que las consecuencias sean de bendición para nosotros. La salvación es un regalo, una dádiva, no tiene precio, Dios la da por misericordia y el sacrificio único de su hijo Jesucristo. Pero mantener esa bendición, esa salvación depende de que nosotros sigamos el camino de Dios, de la obediencia, de la sanidad y de la salvación.

Principalmente debemos tratar de ordenar nuestras cosas cuando conocemos la palabra de Dios. Tener en poco la obediencia, el camino de santificación nos postra espiritualmente y en ocasiones físicamente.

Dios nos da prioridades, quiere que todos ordenemos nuestra cama, que diligentemente nos levantemos y caminemos, no quiere paralíticos, no quiere enfermos en su casa, en su iglesia. Dios sana, da bendiciones eternas, que no pereceran jamas. 

Una de esas bendiciones son nuestros hijos. La oración es fuente de poder, pero la disciplina también forma parte de nuestra armonía con Dios, debemos enseñar a nuestros hijos principalmente la palabra de Dios y también a nuestras familias en la medida que la reciban y que Dios haga la obra por medio de su Santo Espíritu en ellos.

Olvidar a nuestras familias y dejar de hacer la obra en ellos y con ellos, esperando que Dios lo haga todo, no es lo que el quiere para nosotros. Recordemos que Pedro le dijo a Eneas " levántate y haz tu cama". Quería decir que debía disponer en orden sus asuntos. Quizás este hombre debido a su estado de postración física, había dejado su hogar, su familia, su economía y quien sabe que más en desorden por esos ocho años.

Lo estaba instando de parte de Dios ha recomenzar su vida, tener un orden y que la bendición que Dios le daba en ese momento no solo fuera para regocijarse y estar en alegría, sino también para ordenar su casa y su vida.

Dejar la solución de los problemas a la deriva, para que el tiempo los arregle solos no es una solución practica. De esta forma los problemas se enredan, crecen y se salen de cauce. Nuestra confianza debe estar en Dios, en las soluciones que el nos puede ayudar a encontrar teniendo diligencia en todos nuestros asuntos.


¿Sabes si Dios está esperando que arregles tu cama? ¿Has reflexionado alguna vez en esa palabra tan linda para ti y todos los que la escuchamos?

Dios te bendiga