El amor perfecto

El amor del hombre que se perfecciona

Si vamos al antiguo testamento veremos como el amor de los padres es constante y la inclinación hacia un hijo más que otro, no solamente acontece con el hombre sino también en las mujeres como Sara y Rebeca. No hay amor perfecto de los padres hacia los hijos, el amor perfecto de esa clase es imperfecto y cumple la función que tiene en la vida de todos. El único amor perfecto es el de Dios.

Génesis 21:8 Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado Isaac.
21:9 Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. 

21:10 Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo. 

Todos sabemos la parte bíblica en que Sara le da a Abraham a su esclava Agar para tener un hijo de ella por su falta de fe y no creerle a Dios la promesa cumplida en Isaac. Entendemos que el privilegio del hijo nacido del vientre de su madre y esposa de Abraham tiene preeminencia para todo en la vida no solo de Sara, sino también de Abraham. 

Sara utiliza una voz de mando, autoridad, sobre todo se hace respetar y que se respete a su único hijo, sin importar la edad que este tiene. Vemos que Abraham inteligentemente obedece a Sara, porque también entiende el valor de su hijo en la promesa que Dios le dio.

Genesis 21:11 Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo. 
21:12 Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia. 

21:13 Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente. 

Abraham tenía un temperamento calmado, paciente y un poco permisivo. Le pareció grave lo que le dijo Sara sobre Agar y su hijo, restando importancia a las faltas de una sierva. Dios no le está diciendo a Abraham que deseche a Ismael porque también en el hay grandes promesas y le dice lo que hará de Ismael y su descendencia. Sino que para los propósitos de Dios y de las generaciones futuras; en la línea de descendencia de abraham es conveniente la separación.


Dios estaba de acuerdo con la decisión de Sara. Agar primero la miraba con desprecio cuando estaba embarazada, en Génesis 16:5 Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo.

La biblia muestra que no es por su calidad de hijo de una esclava egipcia, que en aquellos tiempos socialmente quizás podía aceptarse el rechazo por esta causa. Tampoco fue premeditado, porque Agar y su hijo Ismael no habían dejado de ser participes en la mesa de Abraham, esto aconteció por la falta de cultura y respeto de una sierva.

Agar con el pasar del tiempo puede llegar a ser como esa mujer de la que nos dice en Proverbios 30:23 Por la mujer odiada cuando se casa; Y por la sierva cuando hereda a su señora.|

Tenia la altivez de la mujer que tiene mejores condiciones físicas que las demás. Porque ella si podía darle un hijo a Abraham y Sara era estéril, una cuestión muy delicada en los tiempo bíblicos. Carecía de educación para saber cual era su lugar y la bendición que tenía. Ismael contaba con edad más que suficiente para mantener un buen comportamiento y cordura.

No todas las personas pueden estar en igualdad de condiciones, actualmente acontece algo parecido socialmente, aunque se quiere aparentar que no sucede nada y que hay igualdad de condiciones en la vida de los seres humanos.

No educaba con corrección a su hijo, haciéndole ver su condición de hermano mayor y ejemplo para el pequeñín. Generalmente la edad del destete eran los tres años y la celebración era de suma importancia para sus padres y especialmente para Sara que sentía un especial deleite en ese hijo que Dios le dío.

La familia no se compone de los padres y los hijos, aunque inicialmente sea de esa forma. Llega el momento en que se adicionan más miembros y la familia debe crecer no solo en numero, sino económica y espiritualmente.

Manejar estas situaciones es tan difícil como ser presidentes de países como Inglaterra, Estados Unidos y Rusia. Manejar sabiamente la diferentes personas de una familia es privilegio de sabios, de personas conectadas directamente con Dios, como lo eran Abraham y Sara.

Para ser una matriarca se debe amar a todos y cada uno de los miembros de la familia en sus diferentes ordenes o jerarquías. (Esto quiere decir de acuerdo al lugar que ocupan en los lazos consanguíneos y carácter de la persona).

No podemos engrandecer al hijo y quitarle autoridad a los abuelos. No podemos impedir que el padre disienta de los hijos y estar en la mitad defendiendo a uno u otro. Recordemos que hay familias diferentes clases, podemos encontrar la definición de familia y mucho más en wikipedia. (https://es.wikipedia.org/wiki/Familia#Tipos_de_familias)

Hay muchos ejemplos que podemos nombrar para explicar los problemas familiares de toda clase que se presentan en la actualidad y que han existido por siglos de siglos. Lo más importante es tratar de tener una clara y honesta convivencia. Los roles se deben definir para que los padres y los adultos mayores ejerzan una sana influencia en todos los entornos.

La experiencia de aquellos que recorren un camino más extenso en la vida, puede ser de mucha ayuda y bendición, cuando hay buenas relaciones familiares. 

El hombre bueno del buen tesoro de su corazón saca cosas buenas. Esto es bueno para que saquemos de los tesoros escondidos de los recuerdos y las cosas buenas de los adultos con los que crecimos, para entender más las cosas de la vida y poder guiarnos mejor, ser buenos guías de los menores y aun en ocasiones de los mayores.

"Recuerdo muchas cosas de muchas personas y maestros a lo largo de mi vida. Lo que más recuerdo son los dichos y las cosas de mi madre ya fallecida. Ella siempre nos decía: ¿Cómo quieres a tus hijitos? Queriendo al más chiquitito. Y así es para mi, el que mas consentimiento, más regalos y atención se le debe dar es el más pequeño en la familia. En mi caso tengo dos consentidas, son las más pequeñitas de la familia y debo quererlas más, aunque tengo mis dos hijos y son por lo que tengo el deber de velar en diferentes formas, así ellos sean mayores".

Debemos recordar que somos hechos a imagen y semejanza de Dios. Dios tiene un corazón tan grande en el que cabemos todos y por tanto en nuestro corazón deben caber todas las personas y como un buen maestro en el salón de clases, de acuerdo al merecimiento se le da un puesto adelante, en el medio o al final, detrás donde van los que no necesitan tanta atención, pero resguardados para que no se puedan escapar de la clase.

Los ordenes en las familias siempre van a estar alterados y sabemos que los problemas familiares son la orden del día en la vida de casi todo el mundo. El orden lo alteran los padres que favorecen a unos hijos más que a otros. En el caso de Sara, Ismael no era su hijo, su hijo era Isaac y en la actitud de burla de Ismael ella pudo captar el futuro de Isaac con Ismael a su lado, influenciando mal sus actitudes y el buen desarrollo emocional de él, porque se sentía desplazado por Isaac que era el primogénito y único hijo de Sara y Abraham como matrimonio fundamentado.

La tercera en discordia era Agar, envidiaba a Sara y la posición privilegiada que esta tenía, detestaba secretamente a Isaac, ya que no enseñaba a Ismael el respeto que su hermano menor merecía, por ser el más pequeño y el hijo de Sara su dueña. 

La biblia presenta estos relatos que han sido conservados después de tantos y  tantos siglos para ilustrar al hombre y mostrarle, como las discordias y adelantarse a lo que Dios tiene para nosotros tendrá funestas consecuencias.

Los problemas familiares son de toda índole, debemos darle honra y respeto a quien la tiene. Pero primeramente debemos llevarle a Dios en oración todas las situaciones que nos afectan y dañan nuestro buen desarrollo cristiano. 

Recordemos lo conflictiva que pueden ser las familias, asistiendo o no asistiendo a las congregaciones. Debemos guiar a las personas y dar buenos consejos bíblicos. Para esto debemos aprender la palabra de Dios y entender sus promesas.

¿Tienes un hermano o hermanos que son de uno solo de tus progenitores? ¿Tienes una madrastra o padrastro, con el cual no te comprendes? todas estas cosas y más podemos aprender a entender por medio de los pasajes bíblicos que nos hablan de la familia y su estado.

Dios te bendiga




















La intolerancia y el camino fácil

¿Cual camino escoger?


Salmo 16:11 Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.

Para todas las personas los caminos no son iguales. Algunas personas tienen una forma de ser tranquila, despreocupada, el camino más fácil es dejar las obligaciones para después, mañana o cuando ya no se pueda escapar y hay que solucionar estas obligaciones. Otra persona que es responsable, cumplidora y le gusta el orden, el camino más fácil es enfrentar las obligaciones sin esperar a que se conviertan en problemas difíciles de solucionar.

Cada cabeza piensa de una manera diferente a las demás, pero hay un orden para todo. Ese orden lo aprendemos en el hogar, en los lugares de estudio y hasta en las empresas para las que laboramos.

Cuando se esta aprendiendo en la vida tenemos maestros de diferentes clases. Un maestro no es únicamente el que esta al frente de un grupo de alumnos. Los maestros son todas aquellas personas que están al tanto de nuestra vida familiar, secular y cristiana para guiarnos y enseñarnos todas las cosas necesarias y de acuerdo a las capacidades que tenga ese maestro.

Desde el niño más rico y mimado hasta el más pobre aprende de acuerdo a los padres y escuelas en las que se estudie. (Recordemos que hay niños que crecen en medio de la nada familiar, en la calle, en manos de familiares que a veces llegan a ser indeseables y una variedad infinita de procederes que comprometen el entorno de todos).


Un gran porcentaje de lo que aprendemos se lo debemos a los maestros. La principal maestra en la vida de todos debe ser nuestra madre, seguida de las otras personas que tenemos en la familia. Cuando llega el tiempo de ir a la escuela o guardería, aprendemos lo que nos enseñan en ella, de acuerdo a lo que traigamos en nuestros genes, de lo aprendido en el hogar vamos a ser aventajados o desobedientes y un largo etcétera que los maestros van a ir demarcando en todos nosotros.


Dice en Proverbios 22:6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Vemos como estos proverbios se explican por si mismos. El niño bien instruido en su niñez aún cuando carezca de medios en sus años mozos no se apartara de la buena instrucción que recibió, y si se aparta volverá a ese buen camino.

También dice en Proverbios 29:15 La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. Quiere decirnos que si a tiempo disciplinamos a nuestros hijos y le damos de vez en cuando unos buenos correazos o azotes sera un hijo sabio, el exceso de consentimiento terminará por hacer que estos hijos tuerzan sus caminos y nos llenen de afrentas y vergüenzas.


En ocasiones y por diferentes circunstancias no se puede enseñar un camino bueno a las personas. Entendiendo por un camino no bueno aquel que lleva al desconocimiento de las normas de convivencia y valores que debe tener el ser humano. Sabemos que nuestro derecho termina donde comienza el de las demás personas.

Por estas razones debemos nacer de nuevo dice la Biblia. Para poder aprender lo que nos falto antes de reconocer a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador personal.

Es muy fácil para Dios hacer como un mago y que olvidemos lo malo, nos convirtamos en santos y se acaben los problemas. No se puede, no somos autómatas, no somos robots, somos seres humanos pensantes, con emociones, alma, cuerpo y espíritu. Lo que Dios quiere es una renovación, nacemos de nuevo a la santidad, al perdón y a todas las cosas buenas y agradables que Dios tuvo desde el comienzo de los tiempos para todos los hombres.


La forma de renovarnos es llevarnos al conflicto personal, a la malas manera de vivir y comportamientos que tenemos y que no son los correctos. Podemos hablar por la fe en tiempo pasado, mientras Dios trabaja en nosotros y nuestras circunstancias. El camino de nosotros los cristianos solo termina cuando morimos y vamos a la presencia de Dios.

Para que Dios pueda sanar mi corazón y el de otra persona cualquiera, debemos enfrentar nuestra única y personal realidad. Entender lo que debemos cambiar y lo que es aceptable para Dios y los hombres.


Cuando somos intolerantes, cuando persistimos en situaciones que perjudican el bienestar de los demás sin importarnos lo que causamos a sabiendas, estamos muy mal. Cuando lo hacemos sin saber hay la esperanza de que Dios cambie, transforme, renueve y bendiga.

Hay una intolerancia escondida en todos nosotros, hay cosas que nos molestan, que no nos dejan tener paz en ocasiones. Si dejamos que esa intolerancia se apodere de nosotros, podemos llegar a cometer grandes injusticias.

El camino fácil es el del egoísmo, el de la ignorancia de saber que podemos ser mejores y ni siquiera en ocasiones lo intentamos. El camino fácil es el de dañar la vida de los demás sin importar si podemos hacer el bien. Ese camino lleno de atajos y mentiras que tomamos cuando queremos ser lo que en realidad no somos, cuando señalamos, calumniamos y hasta mentimos para proteger la facilidad de la vida que llevamos.

Cuando dejamos de ser alumnos de tiempo completo, podemos tropezar, podemos equivocarnos más fácilmente, podemos ir de fracaso en fracaso, pero también podemos levantarnos, aprender de las equivocaciones y convertir esos fracaso en éxitos y terminar siendo un gran maestro como lo fue Jesús, dice  en Juan 7:16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. 

Vemos como Jesús reconoce que el aprendió la doctrina de su padre, enseñaba con sabiduría, tenía el poder de la palabra cuando hablaba y enseñaba. Así nosotros podemos tener el poder de Dios cuando enseñamos y actuamos correctamente, porque recibimos ese poder de nuestro padre celestial y si aprendemos de Jesús y su carácter más facilmente aprenderemos lo que necesitamos para tener una vida victoriosa.

Cuando ocultamos nuestras carencias, faltas y demás circunstancias adversas por orgullo, pereza y falta de disciplina nunca vamos a disfrutar de una bendición completa. Necesitamos confesar a Dios nuestras carencias, nuestros pecados ocultos, para que el sane y restaure nuestras emociones y nuestra vida espiritual.  

Para ser unos excelentes maestros, para corregir y enseñar con amor, para que nuestras enseñanzas perduren toda la vida y traspasan fronteras. Para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos hasta la quinta y décima generación de los que temen y aman a Dios enseñen la palabra de Dios con amor y discernimiento, para que Dios tenga misericordia de Colombia y el mundo entero.

Dios nos ama, es paciente, tiene muchas y grandes promesas para todos aquellos que con diligencia y entendimiento aprenden su palabra, la aplican a su vida y enseñan a sus hijos a caminar en amor y sin seguir el camino fácil de la perdición y el pecado.

Dios te bendiga