El milagro que esperas

¿Cuando llegara el milagro que esperamos?

Milagro es según el diccionario un suceso o evento prodigioso. Un milagro es en la realidad cristiana la operación o intervención de Dios para darnos solución a lo que necesitamos de manera urgente un diferentes áreas de nuestra vida, como puede ser salud, dinero, liberación, etc.

El milagro es por una vez y sabemos que nos sentimos maravillados cuando lo recibimos. El cristiano normalmente cree y ve milagros a lo largo de su vida en muchas situaciones y personas.

La diferencia entre milagro y realidad no es muy clara a veces para algunas personas. Dejándose llevar por la influencia de personas deshonestas que no han nacido de nuevo y utilizan los recursos de los cristianos para engañar, lucrándose de estas personas confiadas en Dios (que en realidad creen en Dios) y no tienen discernimiento para entender que la realidad de la vida es mejor con Cristo, pero sigue siendo una realidad que no es fácil para nadie.

Si esto nos sucede en ocasiones a los cristianos, con mucha más razón a aquellas personas que desconocen los rudimentos de la fe. Hay mucha literatura motivacional y cursos, folletos, toda clase de recursos que exalta el yo y la independencia del hombre para alcanzar por el mismo cosas irrealizables.

Colosenses 2:8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 

Vemos como la Biblia nos advierte en esta epístola sobre los engaños del hombre por medio de filosofías y huecas sutilezas (sutilezas viene de sutil, el significado de esta palabra es suave, delicadamente).

Así de forma suave, delicada nos engañan con palabras de prosperidad instantánea, de riquezas sin igual, de portentos y milagros constantes.

No nos dejemos engañar, nada valioso se consigue fácilmente. Y Dios nos da y hace milagros como hijos suyos que somos, pero espera retribución. Cual es la retribución que espera un maestro de su alumno, un padre de su hijo, un trabajador de su trabajo y así sucesivamente. Así Dios no permite que su labor, que su trabajo, que su amor, que sus hijos den al maligno, al otro, al mundo, a la carne lo que le pertenece a Él.

Valoramos lo que luchamos, lo que con esfuerzo conseguimos, lo que hemos sembrado y mucho más. Por está razón no es fácil vivir en un mundo competitivo e injusto. No es fácil encontrar un excelente trabajo sin la debida capacitación, no es fácil encontrar un buen empleado, responsable, que cumpla con su labor aunque no lo vigilen, no lo controlen y no tenga supervisión.

Dios nos capacita, nos lleva por un camino de esfuerzos, de luchas con mucho tesón, para bendecirnos porque Él es soberano, creador, es amor y muchos atributos más. Se deleita en sus hijos, por eso quiere lo mejor para nosotros y lo mejor casi siempre no es el camino fácil, el camino del lobo, el más corto, el del mal, el que nos lleva a un precipicio de muerte y muerte eterna.

Quiere obreros aprobados, que no tienen porque avergonzarse, responsables de lo que se les encarga, de lo que espera como dice en 2 Timoteo 2:15.

Cuando recibimos los milagros esperados, debemos ser agradecidos con Dios y saber que la bendición hay que mantenerla. Cuando actuamos liberalmente en favor de la injusticia, de las cosas que no aprovechan, volvemos como dice la Biblia "El perro a su vomito y la puerca lavada a su inmundicia" tenemos en poco lo que Dios hace, demostramos falta de amor y temor a sus justos juicios.

La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta, aunque por momentos no queramos seguir la dirección en la que nos lleva el santo Espíritu de Dios, en ocasiones sintamos dolor, resentimiento o raíces de amargura por no poder hacer nuestra voluntad, si perseveramos en Dios y su palabra vamos a disfrutar de esa voluntad perfecta, buena y agradable de nuestro amado Padre celestial.

El dinero, la prosperidad son agradables para todos, dan mucha alegría en ocasiones, pero también debemos recordar que el dinero fácil, abundante nos lleva a un sitio de comodidad que no solo puede perdernos a nosotros, sino a nuestros hijos y demás familiares.

Dios es Dios de orden, desordenarse un poco a veces conviene para aprender que el desorden trae caos y el caos, desastres, falta de comprensión, de entendimiento, de poder, porque Jesús dijo que tendríamos poder, poder de autoridad, de disciplina, de orden, de bendición y de justicia ante todo.

Dios trata individualmente con cada uno de nosotros, de la forma que cree conveniente. Si nos dejamos engañar, si dejamos por negligencia espiritual y por temor de seguir el camino trazado, perdemos la bendición.

¿Cual crees tu que es la voluntad de Dios para tu vida? ¿Crees en esas manipulaciones de prosperidad motivacional que enseñan actualmente?

Nuestro criterio debe guiarse por la palabra de Dios, escudriñando las escrituras y pasando tiempo de calidad con Dios. No dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre como dice la Biblia. 

Dios te bendiga


Aprender sobre ti mismo

¿Que podemos aprender sobre nosotros mismos?

Todos absolutamente todos tenemos algo para dar, mucho o poco, pero damos. Lo importante de lo que damos es si es bueno o es nocivo para el que recibe.

No podemos resumir lo que es la inteligencia, las emociones y el conocimiento en una pagina, es un tema muy extenso y se ha abusado de estos temas para dar explicaciones y supuesta auto -ayuda a las personas.

Lo importante de las personas es su capacidad para sus relaciones, las motivaciones y si esta interactuando de forma adecuada al temperamento y las emociones de los demás.

Cuando queremos crecer espiritualmente, ser personas no solo aceptadas socialmente, sino reconocidas emocionalmente. Ser reconocidos emocionalmente quiere decir que nos aceptan por la capacidad de amor y comprensión sanos que damos. 

Debemos comenzar a dirigir nuestra vida cristiana conforme a la voluntad de Dios. Esto quiere decir que debemos ser tratados, moldeados y varias cosas más que incluyen aprovechar el conocimiento de la palabra de Dios y lo que nos dice individualmente a cada uno.

Muchas veces o mejor la mayoría de los ministros cristianos y todas aquellas personas que sirven de alguna manera a Dios, creen que la obra de Dios es más importante que la familia, que las personas con las que por una u otra razón deben estar en contacto.

Apropiándose de una palabra que Jesús dio para que se entendiera la importancia de lo que es el servicio a Dios. Más no para usarlo como argumento y justificación para hacer nuestra voluntad.

Lucas 9:62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

Con esta palabra Jesús insto a  tomar la decisión correcta y dejar de poner excusas para seguirlo. Dios nos muestra nuestras justificaciones y deseos de seguir en la misma carnalidad de la que nos aparta cuando le servimos. Más no esta diciendo que abandonemos totalmente a nuestras familias y obligaciones.

La obra de Dios son todos y principalmente la familia, los vecinos y amigos que no comparten nuestras creencias y que como personas de fe, debemos confiar en lo que Dios hace por ellos. Los señalamientos, el hablar mal de las creencias o personas con las que no compartimos nuestra fe, no ayudan más que a dar mal testimonio y rechazo hacia el Dios maravilloso que tenemos.

Por está razón debemos comenzar a cambiar nuestra forma de actuar sin ir en contra de lo que Dios quiere para nuestra vida. No usando la palabra como arma para agredir, sino para bendecir y transformar lo que puede y debe ser transformado.

No necesitamos ir por el mundo preguntándole a las personas lo que piensan o creen de nosotros para comenzar a dar cosas buenas, testimonio agradable, ser cartas leídas y conocidas por todos los hombres, como dice la Biblia en 2 Corintios 32:2.

Hay muchas formas de cambiar nuestras actitudes conforme a la palabra de Dios. Es bueno acordarnos que no fuimos conocedores de la palabra y aceptables a Dios desde el primer momento de recibir a Jesucristo en nuestras vidas.

Paso un largo tiempo de comenzar a aprender, a vivir lo que aprendíamos de la palabra de Dios, pasamos por pruebas, muchas veces por dolores y amarguras antes de ser esas cartas leídas.

Hermanos que a pesar de nuestra actitud mundana, tuvieron paciencia, nos enseñaron los rudimentos de la fe, nos acompañaron en las pruebas, nos apoyaron, oraron por nosotros y oran  todavía por todos. Muchas cosas hacemos unos por otros para que seamos cristianos verdaderos.

Por está razón debemos constantemente refrescar conocimientos, volver a los comienzos de nuestro amor a Dios que no mengua, sino que madura y crece fortalecido. Para entender y amar a nuestros hermanos menores, que apenas están dando pasos de fe cortos, indecisos, que creen estar afirmados y apenas se están afirmando.

El hecho de ser cristianos redimidos no nos da derecho a creer que somos mejores que nadie. Tenemos un valor único, que no se puede tasar, pero que podemos perder por causa de nuestra falta de conocimiento.

Es bueno muchas veces meditar con el Señor en la vida que tenemos y los problemas que nos afectan. Especialmente aquellas situaciones que a pesar de los años no cambian, porque rehuimos ponernos al día, no aceptamos estar descaminados en nuestras actitudes, no aprendemos que si no aceptamos nuestras limitaciones y confusiones, perdemos bendiciones mucho más grandes que aquellas que creemos tener.

Cuando no aceptamos que nos falta crecimiento, en ocasiones falta de perdón, dureza de corazón y no hacemos nada para mejorar las relaciones con los demás. Sin solucionar los conflictos emocionales que persisten a través del tiempo, no recibimos bendición completa y muchas veces los tropiezos nos alcanzan constantemente, perdiendo preciosas bendiciones que muchas veces son generacionales y que si las recibimos van a bendecir en el futuro a nuestros hijos, nietos hasta la quinta y décima generación de los que temen y aman al Señor.

Hay que buscar estrategias, dinámicas para mejorar las relaciones, evitar las injusticias y que el juicio de Dios recaiga sobre nosotros. Dios es Dios de bendiciones pero también es justo y su justicia permanece, no pasa por inocente al culpable y mucho menos deja que sus hijos caminen hacia el mal.

¿Cuales estrategias piensas que puedes utilizar para mejorar tu vida cristiana? ¿Estás seguro de que tus actitudes son las mejores para tu vida y la vida de los que están en tu entorno? ¿Qué harás para entender los propósitos de Dios para tu vida?

Dios te bendiga