Amor de hombre

El amor del hombre y su egoísmo

A todos nos gusta que las personas nos vean de una forma buena, linda, sin defectos. Todos queremos o decimos ser buenos, no queremos ser tachados de malos o pensar nosotros mismos que somos malos. Siempre tratamos de justificar nuestros comportamientos, decisiones y actitudes, tratando con nuestras palabras de que nos acepten y no nos rechacen por cualquier circunstancia.

Habemos personas con caracteres muy diferentes, pero hay personas que somos más dominantes unas que otras. Esto no quiere decir que queramos que todos hagan lo que nosotros queramos, pero si algunas otras muchas veces sin dejarlo ver; hacemos nuestra voluntad, interfiriendo en la libertad de todos, pensando que es lo mejor y que así se debe actuar.

Cuando decidimos y actuamos pensando que lo hacemos en favor de otros, sin consultarlos, sin tener en cuenta sus deseos o voluntad para tomar esas decisiones, estamos demostrando un carácter egocéntrico y dominante. Estamos violando la libertad de esa otra persona, sus derechos y estamos abusando de ella muchas veces sin saberlo. Algunas veces se hace en nombre de un mal llamado amor fraternal. 

Los padres podemos y debemos tomar decisiones en favor de nuestros hijos hasta cierta edad, llega un momento en que debemos dejarlos volar, aunque estemos llenos de temores y pensemos que no tienen edad suficiente para muchas cosas. Es una ley de vida, que tomen el camino que ellos creen en su vida y únicamente podemos apoyarlos o negarles ese apoyo de acuerdo a las circunstancias. Tuvimos el tiempo necesario para enseñarles valores y costumbres que los acompañen en ese nuevo camino que emprenderán.

No podemos ser muletas de nadie, no podemos ir por la vida cargando con los problemas de los demás y viviendo a medias, por estar preocupándonos por cosas que no podemos resolver y que solo las personas que los viven deben hacerlo.

Muchas veces porque no somos equilibrados y tenemos costumbres o traumas por crianza, malas convivencias que afectaron nuestro crecimiento espiritual y emocional, el amor que brindamos o queremos recibir no es el adecuado.

Veamos la diferencia que nos dice la biblia y que no tenemos en cuenta al momento de hablar mal de Dios, para decir que tiene la culpa de las cosas malas que pasan en el mundo.

La biblia dice Génesis 1: 26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Vemos que no solo dice hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, sino que también lo nombra señor,  "y señoree", para que mande, señor de la tierra, ejerza dominio, gobierne la tierra.

Ya en Génesis 5:3 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Vemos que dice "un hijo a su semejanza, conforme a su imagen", Adán tuvo su hijo igual a él, ya no dice a imagen y semejanza de Dios. Hace la diferencia, muestra que se parece a su padre hombre, no a Dios.

Si analizamos atentamente estos versículos podemos entender muchas cosas sobre la naturaleza de Dios y la naturaleza de un Adán caído, en pecado, separado de la gracia de Dios y de una vida eterna que tenía desde el momento de su creación y que la perdió por el pecado. 

Entonces Dios ama al hombre que es su máxima creación, dice en Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Dios es amor, el hombre es todos los hombres, incluidos mujeres, niños.

Dios tiene un corazón muy grande donde cabemos todos sus hijos, el hombre es limitado, su egoísmo le impide ser dadivoso, dar amor desinteresado, limpio y fiel como el de Dios. El hombre es egoísta, impide la unidad en la familia muchas veces, ama si es amado, muchas veces no sabe dar amor a varias personas al mismo tiempo. Tiene favoritismos, preferencias que muchas veces van en detrimento de unos y favorece al que no se lo merece y una serie de actitudes y falta de amor hacia las personas y la humanidad en general.

No saben renunciar especialmente a las cosas materiales, siempre quiere tener primacía, sin importar a quien tropieza y sin ayudar a nadie más que a su ego, a su mala manera de vivir. Estamos hablando del hombre natural, no del hombre espiritual que cree en Dios con firmeza y quiere hacer su voluntad, siendo consciente de sus limitaciones y carencias.

No hay padres perfectos, no hay hijo perfectos, ni mucho menos hermanos perfectos, ni ninguna clase de relación perfecta. La biblia nos dice en 1 Pedro 4:8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. Y cuando tenemos amor en nuestro corazón, estamos dispuestos a recibir, a aprender, a que Dios con su santo Espíritu nos ministre y nos guíe a toda verdad. Pero a la verdad de Dios, a lo que Dios espera de nosotros y nuestra vida.

Solo con el poder de Dios, con el amor de Dios podemos encontrar un término medio para acercarnos en la forma debida a nuestros hermanos en la carne y en Cristo, a nuestra familia y a todos aquellos con los cuales no tenemos armonía y en ocasiones hasta atropellamos con nuestro egoísmo.

Cuando no nos hemos despojado del viejo hombre, cuando no renunciamos a la vanagloria humana, a las normas de la carne, seguimos en nuestra mala manera de vivir. Cuando tenemos a Cristo en nuestra vida, cuando le damos a Dios el primer lugar, cuando realmente sabemos y aprendemos a esperar y confiar en nuestro amado padre celestial entonces podemos comprender el porqué de muchas situaciones y circunstancias, agravadas por la falta de amor quieren acabar con nuestra fe.

Recordemos que nuestro adversario dice en 1 Pedro 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; que no sea a mí a usted que lee esto. Estemos velando en sobriedad, en sometimiento a Dios, sabiendo que el tiene cuidado de nosotros.

Toda incapacidad, discapacidad, falta de sentimientos, todo egoísmo y todo lo que pueda  aquejarnos, se lo podemos entregar en oración a Dios y el obrara en todos nosotros.

Dios te bendiga









El dinero y como obtenerlo

El cristiano y el dinero

Comencemos con ese versiculo en 1 Timoteo 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Este versiculo nos dice que raiz, la raiz es la parte principal de un todo como en el caso de los árboles. Los dentadura tiene una raíz que se afianza en la mandíbula y nuestro cuerpo tiene diferentes sistemas que son como raíces dentro nuestro, ejemplo de ello son las venas que van por todo el cuerpo y que sin ellas no podríamos vivir.

Con estas palabra la Biblia nos enseña que no debemos poner nuestro amor en el dinero debido a que esto nos dañara en varias formas. Aunque no dice que no debemos querer tener el dinero que necesitamos para tener una vida digna, con calidad y por medio del trabajo diario honesto.

Cuando de dinero se trata muy seguramente la fe le falta  al cristiano. Anhela resolver sus problemas monetarios y confiesa tener fe en que Dios va a dar la provisión; pero en realidad en su corazón duda, dudamos y queremos hacerlo en nuestra fuerza sin esperar la bendición de Dios.

Hay varios principios bíblicos que van a ayudar a las personas a fortalecer su fe en Dios. Principalmente aquellas que no ejercen un ministerio cristiano completamente o no lo tienen. Todos somos llamados a servir a Dios de diferente manera, todos no somos pastores, ni maestros, ni..., pero todos tenemos el deber de compartir la palabra de Dios evangelizando a aquellas personas que conocemos y que no tienen a Cristo en su corazón. 

Los versículos que anteceden a 1 de timoteo 6:10 nos dicen:
6:6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 
6:7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 

6:8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 

6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 


Estas y otras normas son las las que los ministros cristianos deben seguir. Están llamados a testificar con su fe, especialmente en la provisión que da Dios a sus hijos.

"Pienso personalmente que todo cristiano tiene, puede y debe pasar por las pruebas que Dios determina para cada uno. La formación de nosotros como cristianos comienza con las pruebas cuando conocemos al Señor y tratamos de hallar una solución a los problemas sin salida que se nos presentan. En esos momentos Dios trabajo en mi carácter, en toda mi vida personal y familiar, rompiendo cadenas y ataduras que venían algunas de generación en generación. Ser pasada por el molino de Dios y aceptar ese molino me dio crecimiento y comprensión de muchas cosas que se estancaron constantemente en mi vida. Me fortaleció para soportar muchas cosas que no eran aceptadas por mi antes de ser cristiana, porque la dureza de corazón no dejaba que tuviera misericordia. Cuando entendí los propósitos de Dios para muchas cosas por medio de su palabra, la iglesia y las pruebas, mejore como persona y aprendí a perdonar." 

El dinero es escaso en muchas ocasiones y hay que trabajar duro para ganarlo, por eso las personas tienden a atesorarlo, a no querer gastarlo, ahorrar más de lo necesario y evitar darlo a menos que sea muy necesario.

Cuando contamos con la bendición de Dios siempre hay abundancia, debemos ser cautos, pero tratar a los demás con la misma dignidad y respeto que nos gusta para nosotros mismos.

Cuando se retiene más de lo debido, se tienen favoritismos o no se gasta racionalmente se pierde la bendición. No debemos tomar la actitud mundana de querer que los menos favorecidos económicamente o ministerialmente se tengan en poco, anden detrás de los que tienen la autoridad y el dinero para recibir ayudas o ser favorecidos en la enfermedad o necesidad económica de forma poco decorosa y como si se pidiera limosna. 

La biblia también nos habla al respecto en 1 Juan 3:17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? 3:18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 

La iglesia dará cuentas a Dios de cómo maneja sus finanzas y es responsabilidad de ella administrar los dineros que se reciben de ofrendas y diezmos. Nosotros como cristianos debemos dar cuenta de cómo administramos el dinero que ganamos y si lo ganamos honradamente, en qué gastamos el dinero y si lo gastamos sabiamente.

Debemos tener como un sello en nuestro corazón la palabra de Dios, saber que confiadamente podemos llegar al trono de la gracia y no solo clamar misericordia, sino pedir todo lo que necesitamos. 

Dice en Isaías 58:9 Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; 
58:10 y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. 

58:11 Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. 


Son promesas eternas, Dios no miente y dice su palabra que busquemos primeramente el reino de Dios y su justicia y lo demás nos será añadido. Dios conoce las añadiduras que necesitamos, solo debemos afinar nuestro ser entero a lo que quiere de nosotros, a lo que nos da y veremos su Gloria en toda su plenitud y recibiremos provisiones muchísimo más abundante de lo que esperamos.

Sólo debemos creerle a Dios, saciar nuestro corazón con su palabra, aprender todo lo que Dios nos habla por medio de la Biblia, la iglesia y guiarnos por el Espíritu Santo de Dios. Pedir como conviene no lo sabemos, pero el Espíritu Santo nos guia a toda verdad.

En el libro de Santiago 4:2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 
4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.  

Que dura es esta palabra, pero tan real en ocasiones. Por esta y otras razones Dios cierra sus oídos a los pedidos de los hombres. Porque muchas veces pedimos mal, para deleites, para la carne, para ser contenciosos, para sentirnos bien y más que los demás y Dios no se agrada en la vanidad, en lo que no aprovecha.

Nosotros como cristianos sabemos que nuestro Dios suplirá conforme a sus riquezas en gloria y dice en el libro de los salmos, Salmo 37:25 Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Es y debe ser una palabra rema para nosotros. 

"Dios no me desampara, ni he tenido que mendigar hasta el día de hoy. Por su gracia a dado sanidad a mi vida y a mi familia, dandome esa provisión inagotable y abundante siempre; a pesar de dificultades y muchas circunstancias siempre ha habido alimento en mi mesa y no ha faltado el vestido, médicos, medicina e incluso dinero y mucho más."

¿Piensas o meditas en si lo que estás pidiendo a Dios, esta en su voluntad o simplemente piensas en lo que quieres; sin importar lo que Dios quiere para tu vida? Esta pregunta y otra debemos meditarlas para poder pedir racional y sanamente a Dios las provisiones materiales y espirituales que necesitamos.

Dios te bendiga