Nuestras
acciones y sus consecuencias
Cuando se
acercaba el momento de la partida final de Moisés, él tenia y debía tomar una
decisión muy difícil y esta decisión implicaba mucha sabiduría de su parte.
Esa decisión
era escoger un sucesor para que siguiera dirigiendo al pueblo escogido por
Dios. Moisés amaba a ese pueblo, había luchado durante cuarenta años con ellos
en medio del desierto, sufrió, se enfrentó a ellos, a Dios para defenderlos y en esos momentos decisivos pudo nombrar como sucesor a alguno de sus hijos, a cualquier persona que le
dirigieran a escoger.
Pero como
siervo de Dios y gran líder tomo la mejor decisión y esta decisión fue
consultar a Dios, que era el padre y creador de todos y de todo, amantísimo Dios
que ama al hombre con amor eterno y no solo lo consulto sino que lo obedeció
escogiendo a quien Dios le dijo que escogiera.
Esa acción de
Moisés en obediencia a Dios, tuvo no solo una gran recompensa sino fruto eterno
que permanece hasta nuestros días y permitió que los propósitos de Dios se cumplieran gracias a esa acción de obediencia.
Josué digno
sucesor de Moisés a su vez cuando le llegó el momento de tomar una decisión
importante para él y su familia, también fue sabio y tomo la decisión de seguir a Dios, diciéndole
al pueblo de esta manera en Josué 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová,
escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros
padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos
en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Escogió
seguir sirviendo a Jehová Dios, no solamente para el sino que tomando autoridad
como patriarca en medio de su familia los incluyo en ese servicio.
Y esta
determinación fue la que hizo tomar buenas decisiones a estos grandes líderes
del pueblo de Israel, porque se dejaron moldear y capacitar de Dios para
ejercer un servicio efectivo.
Sus actos de
obediencia y amor a Dios tuvieron una consecuencia de bendición y salvación
para ellos y los descendientes y para nosotros los que hemos sido salvos y creído
en nuestro Señor Jesucristo, como salvador personal de nuestras vidas, tomando
una decisión de sanidad y bendición.
Acción esta que
tiene una consecuencia de vida eterna y sanidad a las naciones, porque obedeciendo
el mandato bíblico permanecemos como esos pámpanos de los que habla Jesús en
Juan 15: 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer.
¿Estas
tomando en cuenta tus acciones y las consecuencias que estas pueden traer a tu
vida? ¿Alguna vez has sentido que tus buenas o malas decisiones han tenido
consecuencias para ti?
Puedes
cambiar muchos aspectos en tu vida, pero recuerda solo Dios puede hacernos
felices.
Dios te
bendiga
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