La
personalidad y la seguridad en nosotros mismos
1 Samuel 17: 38 Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco
de bronce, y le armó de coraza.
39 Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y
probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no
puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas
cosas.
40 Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco
piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que
traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.
Cuantas veces hemos
escuchado predicar sobre este pasaje y cuantas enseñanzas se han aprendido en
base a esta porción bíblica, deleitándonos en las maravillas que Dios hace por
medio de sus escogidos.
Aunque muchas personas no creyentes verán este relato bíblico como una historia o cuento que no es realidad, aquellos cristianos que experimentamos luchas y pruebas en la vida y hemos escogido creer y seguir a Dios sabemos que es una realidad, Dios nos ayuda a vencer muchos gigantes y salir victoriosos en las batallas que enfrentamos para ser liberados de la opresión del enemigo.
Hoy quiero hablar
sobre la forma en que debemos usar nuestros propios recursos humanos y como
debemos aprender a desarrollar una personalidad fortalecida en Dios. Para salir
adelante en todas las luchas que enfrentemos diariamente.
Primeramente David era
un humilde pastor, musculoso gracias a la labor que desarrollaba pero sin mayor capacitación que la aprendida en la labor diaria en la que trabajaba para su padre que lo tenia en poco, pero él tenía
confianza en sí mismo y creía en un Dios todopoderoso.
Se vislumbraba una personalidad
que con el tiempo se iba a desarrollar plenamente, gracias a la capacitación que Dios le daría para
que llegara a ser un gran rey, famoso en toda la tierra y el amado de Dios,
gracias a que a temperamento varonil estaba unido a un corazón noble y tierno
que amaba y sabia adorar a Dios.
Parte de ese
crecimiento y personalidad se manifestó al reconocer sus limitaciones, no dejando que su orgullo se interpusiera usando vestiduras y armas que no eran las suyas y le impedirían usar plenamente sus habilidades.
Si David por
vanagloria humana acepta las vestimentas de un rey, anticipándose a su futuro
prometedor, lo pierde todo, porque su enfrentamiento con Goliat habría sido una
total y vergonzosa derrota.
Al reconocer sus
limitaciones y quitarse las vestiduras de Saúl, usando las suyas y lo más
importante las armas a las que estaba acostumbrado, obtuvo una victoria jamás
imaginada por el rey y todos los que allí estaban.
Así nosotros cuando
aceptamos delante de la presencia de
Dios nuestras limitaciones, necesidades y recurrimos a su ayuda y misericordia,
alcanzaremos victorias que van a durar para siempre.
Cuando usamos las
armas que Dios tiene dispuestas para nosotros, cuando nos ejercitamos y
buscamos su presencia, vamos a estar preparados para enfrentarnos a los
gigantes de nuestra vida en general, como son las enfermedades, toda clase de
pruebas que tienen las personas en su diario vivir.
Vamos a superar las
contiendas, los celos, las hechicerías, divisiones, separaciones, porque más
poderoso es el que está en nosotros que el que está en el mundo.
Cuando nos aceptamos
como somos, amamos nuestro entorno, nuestra ciudad, lo que somos, quienes y
porque existimos y alcanzamos metas
gracias a la obediencia a Dios, nos va a pasar como el rey David, vamos a ver
la gloria de Dios en esta tierra, ha recibir miles de bendiciones y llenar todas las expectativas que tengamos.
Dios te bendiga
Dios te bendiga
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