Mendicidad, indigencia

Mendicidad, indigencia y Dios

“Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta”. Proverbios 13:11

La indigencia es cuando se carece totalmente de todo en la vida, se puede decir que el indigente vive en la calle de  lo que consigue de cualquier manera para subsistir.

La mendicidad que practica el mendigo no es indigencia en la mayoría de los casos, un mendigo puede tener una vivienda, una familia, muchas cosas en ocasiones. El mendigo pide para vivir no solo por pobreza, puede vivir de la mendicidad por la pereza, comodidad de la falta de compromiso y muchas circunstancias, en ocasiones también son indigentes.

Hay una indigencia espiritual que convierte en mendigos a los cristianos o también al que no está en la búsqueda de Dios, es una escases total de riqueza y abundancia espiritual, aunque en ocasiones muchas de estas personas viven con bastante comodidad y tienen casi todo en la vida para tener tranquilidad y armonía.

Esto se manifiesta en sus actitudes, en su vida toda, en los problemas que tienen, en la falta de koinonia con el entorno en que desarrollan su vida.

Es muy difícil dejar esta dependencia emocional de indigencia que mantienen, debido a que en ocasiones se necesita la revelación del Espíritu Santo de Dios para entender sus actitudes. Y aunque recibamos la revelación de Dios, de la situación que están viviendo, es muy difícil ayudarlos, porque no reciben la palabra que se les da, se molestan ofendiéndose cuando se les quiere ayudar y hacer ver que deben cambiar sus actitudes y actuar conforme a lo que dice Dios en su palabra.

No debe debe depender de la ayuda del hombre, se debe depender de la ayuda de Dios, se sabe que Dios usa al hombre, cuando este tiene su corazón dispuesto para ayudar. Y la esperanza, el auxilio se debe esperar siempre de Dios.

Cuando se es indigente espiritual se anda por la vida necesitando la ayuda constante de todos, la vida está en completo desorden, no se sale de deudas en ocasiones, no rinde el dinero, siempre se está alcanzado y se tienen problemas de diferentes clases.

En el caso de los matrimonios siempre hay problemas de pareja, muchas veces muy graves, los hijos no tienen un orden, no se tienen prioridades y en fin la vida nunca llega a arreglarse lo suficiente como para vivir contentos y sin cargas que agobien, que entristezcan. Las personas le huyen y rechazan a la pobreza, a los pobres, a la indigencia, a la falta de bienes espirituales y materiales.

Para ser ricos espiritualmente también hay que ser diligentes, la diligencia es contraria a la pereza, el perezoso no prospera, dejando el orgullo de lado, la vanidad, la desobediencia, porque la riqueza espiritual se encuentra en la obediencia a Dios, en la oración, el ayuno, congregándose, practicando estas disciplinas espirituales se va a conquistar la riqueza espiritual abundantemente.

Dios está esperando que pidas su ayuda, es el único con soluciones permanentes para todas estas situaciones. Dios quiere que descanses en él, que se organice la vida al ritmo que él tiene para cada persona. Está esperando que se llegue confiadamente al trono de su gracia y se proclame su misericordia. Él no quiere indigentes, mendigos, quiere personas vencedoras, victoriosas, saludables, que soporten las pruebas porque confían y descansan en su maravillosa y eterna bondad.

¡Dios te está esperando, Dios tiene una palabra de aliento y amor para ti que lees esto!



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