Como aprender del inigualable amor de Dios

Es tan difícil acercarnos a amar de la forma que Dios nos ha amado y nos ama, pero reconocemos ese amor y esa infinita paciencia que Dios tiene con sus hijos.

Este amor incomparable de Dios es su mayor atributo y nosotros los hombres hemos sido hechos a imagen y semejanza de él, por eso deberíamos tener una gran capacidad de amar a los demás, ser pacientes, lentos para la ira y grandes en misericordia como es nuestro hermoso y amado padre celestial.

No es fácil tener un ministerio, no es fácil servir a Dios, no es fácil muchas cosas a las que nos enfrentamos en el día a día cristiano.

Pero si es posible gracias a la fuerza motivadora de Dios y su santo Espíritu, el no nos ha dejado solos, el Señor Jesús dijo en Juan 16:7  Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.

Hoy en día muchos sectores tradicionalmente pobres y deprimidos en muchas ciudades latinas, han pasado de ser feos y poco aptos para viviendas, en barriadas con fachadas bonitas y bien trabajadas con calles pavimentadas, que le han cambiado mucho la cara a la vida de estas personas.

Físicamente ha habido un gran cambio que ha sido inspirador debido a la tecnología que a podido acortar distancias y dar mucho conocimiento a todos los niveles sociales.

Pero espiritualmente hablando estas vidas siguen su propio ritmo y los cambios son muy pocos. Son personas que no tienen un entendimiento claro de muchas cosas y sus costumbres están tan arraigadas que hace falta mucha paciencia y amor para tratar con ellos y visualizar cambios significativos.

Estos sectores muchas veces son fáciles de evangelizar por las necesidades tan grandes y los problemas sociales que tienen. Pero para que se afirmen en creer en la grandeza y conocimiento del Dios verdadero equivale no a la generación que se esta evangelizando sino dos y tres más para que los frutos sean visibles y se creen fuertes cadenas de ministerios y crecimiento espiritual que derriben fortalezas demoníacas que durante mas de un siglo han estado trabajando esas vidas.

No es fácil luchar contra las pandillas, la drogadicción, la prostitución de hombres y mujeres, el homosexualismo y un sinfín de vicios y maldiciones de toda clase que rodean a estas personas.

Se necesitan ministerios de paciencia, de intersección y ayuno, pero principalmente de hombres con corazón de pastor, con aptitudes que imiten la de un varón perfecto llamado Jesucristo.

No debemos cambiarle el nombre al pecado, el pecado siempre seguirá siendo pecado de la clase que sea, y Dios aborrece el pecado, pero quiere que todos se vuelvan de sus malos caminos y alcancen la salvación.

El ha dado las herramientas para luchar contra el pecado y alcanzar las almas. Si escuchamos su voz y no endurecemos el corazón como dice en el salmo 95: 8,9 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto. Donde me tentaron vuestros padres. Me probaron, y vieron mis obras.

Alcanzaremos la victoria, obedeceremos a Dios, llenaremos nuestras vidas de amor, gracia de paz y gozo en la unidad con Cristo Jesús.

La obra no es nuestra, es de Dios y el tiene caminos y pensamientos que no alcanzamos a entender, pero el si sabe para donde va y a quien quiere cerca de él.

Solamente con elevar una oración diaria para que levante al caído, para que liberte al cautivo y nos guíe ha hablarle a todos aquellos en los que él ha trabajado con anticipación para abrirnos la puerta del corazón de ellos, el se satisface en nosotros.

Cerremos nuestros ojos y oídos al prejuicio, a la falta de fe, a la vanagloria humana, cerremos la puerta a la concupiscencia y el pecado y a todo lo que quiera perturbar las mentes para alejarnos de la labor que Dios nos ha encomendado.


Dios te bendiga a ti que lees esto.

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