El perdón y
sus bendiciones
Muchas
cosas se hablan sobre el perdón, muchas veces se dice que se perdonó; pero en
realidad se está alimentando la falta de perdón de diferentes formas. Decimos
que perdonamos cuando esa herida se cerró, cuando recordar no duele y edifica,
cuando nos sentimos en completa paz y podemos sentir confianza en las cosas
nuevas de la vida que llevamos.
Cuando
nos dejamos llevar por la ira, cuando las palabras ásperas salen de nuestra
boca, cuando no podemos contener los pensamientos de rechazo en nuestra vida,
sabemos que tenemos falta de perdón.
También
algunas veces escuchamos decir, no puedo contenerme, no puedo hacer nada, yo
quiero pero… y así es. ¿Por qué esto es así? Porque se necesita un tiempo para
sanar, se necesita un proceso de restauración para poder perdonar de corazón y
de raíz o sea completamente.
Escuchaba
a una mujer que no aceptaba a su padre en su vida, no quería saber nada de él,
a pesar de que le había pedido perdón reiteradamente ella no lo perdonaba, lo
rechazaba de plano y decía que él no había estado nunca en su vida, ahora que
era una adulta con su vida organizada él no tenía cabida en ella.
En
este caso el hombre todavía estaba sano y tenía una vida que vivir, pero
generalmente las personas se dan cuenta que necesitan el perdón en las postrimerías
de su vida, cuando difícilmente tienen algo que ofrecer que atraiga la atención
de las personas de las que requieren el perdón.
Como
en el caso de un hombre que dejo su familia y sus hijos nunca lo conocieron
como un padre amoroso y proveedor de las necesidades de su casa, pasados muchos
años enfermo, solo, sin dinero y casi al pie de una tumba pidió perdón y
regreso al hogar que había abandonado muchos años atrás.
Generalmente
el perdón es necesario cuando la o las
personas han sufrido mucho a manos de una persona y sienten el rencor y ansias
de venganza.
Las
personas necesitan perdonar, es un requerimiento bíblico, pero más que un
requerimiento bíblico para ser perdonados y recibir el regalo de la salvación,
es ser sanos y bendecidos. Cuando no se perdona no hay sanidad, la amargura, la
soledad, los rencores, resentimiento, el enojo y muchas cosas más rebosan el
corazón de las personas.
Debemos
perdonar, perdonar es ser libres, recibir liberación es muy importante, es como
cuando las personas van cargando un fardo por muchas muchísimas calles y cada vez se vuelve más y
más pesado, haciendo insoportable la carga. Cuando soltamos la carga de la
falta de perdón y somos libres, sanamos nuestra vida, nuestra tierra que viene
a ser nuestra generación, nuestros hijos y los que están alrededor van a
recibir muchísimo más de lo esperado en todo y por todo.
Romanos
12 17 No
paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
18 Si es
posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
19 No os
venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;
porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
20 Así
que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de
beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
21 No seas
vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
La
biblia tiene mucho que decir sobre el perdón, pero miremos que lindos estos versículos,
sabiendo que nuestros enemigos son aquellos a los que no perdonamos y que nos
han herido en diferentes formas y maneras.
Perdonar
decíamos es un proceso, un proceso emocional que lleva tiempo, pero lo más
importante es la decisión de perdonar, de sellar los labios a las palabras
ofensivas a aquellas personas que nos ofendieron y que quizás siguen dañando.
El
perdón debe ser de parte y parte, pero cuando alguien tiene falta de perdón y
hemos buscado la reconciliación, debemos esperar el tiempo de Dios para que sea
completo y también restaure a la otra parte, reconociendo su falta. Aunque también
la falta de perdón ha llevado a otros pecados más y se necesita también pedir o
recibir el perdón.
Abogado
para con el padre tenemos a Jesucristo hijo y podemos llegar confiadamente al
trono de la gracia y pedir perdón.
Dios te bendiga
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