Las lágrimas y su importancia en las
emociones
De bebes
lloramos de hambre, por dolor o simplemente para que nos mantengan cargados o
meciéndonos. De niños nos salen lagrimas porque nos golpeamos, queremos que nos
den las cosas y también una gran cantidad de situaciones. Cuando somos adultos
escondemos las lágrimas, las retenemos o simplemente nos negamos a llorar a
menos que sea por una gran causa. Aunque hay personas que son muy fáciles para
derramar lágrimas y manipular por medio de ellas en todas las edades.
Las lágrimas
tienen una función biológica para la buena salud de los ojos, como la limpieza,
su lubricación y la protección de agentes externos. También tienen que ver con
la parte emocional de las personas, se llora no solo de tristeza o dolor sino
de alegría.
Por medio de
las lágrimas tenemos descargas emocionales muy saludables, aunque la mayoría de
las personas lo hacen en algún lugar donde nadie los vea llorar, no es malo
llorar acompañados, especialmente es bueno llorar cuando estamos en adoración a
Dios.
Las lágrimas
derramadas delante de la presencia de Dios traen sanidad, liberación y son de
gran bendición. Recordemos a Ana en Samuel 10 dice: 1:10 ella con amargura de alma oró a
Jehová, y lloró abundantemente.
Seguramente esa amargura
de llanto era provocada no únicamente por la falta de un hijo, sino también por
las ofensas de Penina. Vemos que las sinceras lágrimas en la casa de Jehová conmovieron
el corazón Dios y le dio el hijo que anhelaba.
Si nos remitimos al Génesis
en la historia de José, leeremos que este lloro a gritos. El llanto, el dolor
de la separación y la traición de sus hermanos había formado una barrera en sus
emociones, que se desato en aquellos momentos haciéndolo llorar con gritos.
Muchas veces para ser
libres debemos dejar que Dios haga un barrido de lágrimas en nuestras almas, para
que esas costras de amargura, resentimiento, rencores, dolor y mucho más sean arrancadas
de raíz.
Así como las lágrimas
derritieron la armadura de hierro oxidada del caballero en ese cuento tan
famoso, las lágrimas tienen poder para derretir las cosas desagradables en
nuestras vidas y limpiarnos, sanando todo.
A pesar de que las lágrimas
derramadas son tan saludables, hay lágrimas de rabia, de orgullo, de altivez,
que se derraman cuando las personas no consiguen lo que quieren. Estas lágrimas
son nocivas, no podemos compararlas con el llanto de sanidad. Aunque toda clase
de llanto es necesario, socialmente no es muy aceptado que una persona llore y
causa curiosidad en ocasiones, rechazo o empatía.
Generalmente las personas
quieren consolar a los que lloran diciéndoles que no lloren más, cuando en realidad
debemos decir que lloren “llora todo lo que quieras y puedas, eso te dará
sanidad y liberación” seria la expresión correcta.
“Recuerdo que para mí era
muy difícil llorar antes de conocer a Dios. Generalmente cuando lloraba era de
rabia, en contadas ocasiones lloré en momentos de perdidas familiares y sin embargo
eran lagrimas contenidas, que salían solas por el dolor o la angustia de la
muerte de personas amadas. Cuando comencé los caminos de Dios, aprendí a llorar
con el corazón, a derramar lágrimas de sanidad y liberación ayudada por el Espíritu
Santo de Dios, son lagrimas que no se pueden contener en ocasiones y que hoy en
día me agrada derramar para que no se endurezca mi corazón”.
¿Recuerdas la ultima vez
que lloraste y el motivo de tus lagrimas? ¿Sabes que debes dejar fluir el
llanto cuando lo necesitas emocionalmente?
Llorar es bueno cuando lo
hacemos para que Dios nos escuche, para ser sanados o cuando tenemos dolores
que debemos dejar salir a la superficie y ser libres.
Dios te bendiga
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