¿Que hacer cuando la mentira de
otros nos alcanza?
Hay principios y valores que no tienen nada que ver con ser
cristianos. Las naciones sobreviven gracias a los valores y la fe del hombre en
Dios. Decir soy cristiano es casi que un cliché hoy en día, quiere decir
que este termino esta tan utilizado sin ser una realidad y no es
fácil creerle a una persona que dice ser cristiana.
La palabra calumnia es sinónimo con difamación, mentira,
falsedad, maledicencia y otras palabras mas. Sabemos que Jesucristo
el hijo de Dios sufrió todas estas cosas por todos y cada uno de los
hombre y muerte de cruz, resucito y está sentado a la Diestra de Dios padre
intercediendo por nosotros. Es nuestro hermano mayor y forma parte como persona
de Dios trino (de trinidad, tres).
Si Jesús padeció por todas estas cosas, muy seguramente
nosotros los que lo recibimos como Señor y Salvador personal pasaremos por
algunas cosas como lo es la calumnia, la difamación y la mentira.
Aunque en el mundo normalmente hay está clase de pecado de la
carne, también es utilizada la calumnia y mentira para dañar a otras personas
sin necesidad de razones. Así es el mal en todos los estamentos.
La solución a estas cosas no es reclamar a la persona o personas
que lo hacen y las que los siguen. No podemos dejar de perdonar al que
calumnia, pero si podemos mantenernos alejados de ellos.
Características de la persona
que usa la mentira y calumnia
Estas personas tienen algunas características especiales en
su temperamento. Las podemos definir difícilmente debido a que las
personas que calumnian son como las pequeñas zorras que dañan los viñedos de
las que habla la Biblia.
Poseen astucia, agilidad, son difíciles de cazar. Con su
astucia engañan al calumniado sin dejar entrever que sus halagos e
interés por los demás lleva ocultas intenciones. Son ágiles para
invertir situaciones y escapar de las confrontaciones, hipócritas que
hablan haciéndose pasar por inocentes.
Difíciles de cazar esto quiere decir que es muy
difícil descubrir sus malas intenciones y cuando han hecho daño pueden
pasar años antes de que sepamos lo que hicieron en contra de nosotros. El daño
que causan es muy arduo y complejo de reparar, debido a todas esas capacidades
para el mal que tienen.
Estas pequeñas zorras destruyen los frutos en las viñas y pueden
acabar con todas las plantas muy rápidamente, entran a comer pero no lo hacen
racionalmente porque esa es su genética animal.
Cuando entran esas pequeñas zorras
en la vida de los cristianos
Esas personas comparadas a las pequeñas zorras muchas veces están
en nuestras vidas de manera imperceptible. A veces tienen mucho tiempo haciendo
estragos en nuestra vida sin que nos demos cuenta, dañando lo que hacemos por
la familia y en las congregaciones.
Cuando estamos desapercibidos, el maligno utiliza a las personas
para dañar nuestro fruto, el egoísmo de las personas que no saben amar
desinteresadamente, no tienen valores morales y no quieren aprender, las
convierten en estas pequeñas zorras, cuando el deseo de venganza llena los
corazones (tal fue lo que aconteció con Sansón en Jueces 15:4).
Otra de las razones en que en nuestra vida espiritual estamos en
decadencia, no se ora, no se lee la Biblia y algunas cosas más. Cuando se
descuida la sana doctrina y se comienza a desviar la mirada de Jesús, autor y
consumador de la fe.
Son tantas y tantas las pequeñas zorras que dañan los viñedos como
el temor y la desobediencia. La vanidad, el ser codicioso, la envidia, el
perfeccionismo, etc.
También algunas personas creen que con ir a culto regularmente,
alabar a Dios, ofrendar y diezmar, están bien y haciendo todo para la gloria de
Dios, sin darse cuenta de las pequeñas zorras que tienen en su vida. Dañando su
fruto y el de los demás.
Debemos seguir un camino de crecimiento y búsqueda de Dios,
aprendiendo de la palabra de Dios, como David en su día pedirle a Dios de
corazón que nos ayude a restaurar nuestra vida espiritual y familiar.
La falta de fruto especialmente en las familias, que es la primera
institución creada por Dios para el hombre, es la que sufre con todas estas
pequeñas zorras que la destruyen de diferentes formas y sin ninguna clase de
piedad.
Por eso podemos orar como lo hizo David en el salmo 139
139:23 Examíname, oh Dios, y conoce mi
corazón;
Pruébame y conoce
mis pensamientos;
139:24 Y ve si hay en mí camino de
perversidad,
Y guíame en el
camino eterno.
Dios te bendiga
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