Familia y su concepto

La familia de Dios

El concepto de familia de Dios es aquel que tenemos de los hermanos en Cristo. Primeramente existe el concepto de familia como la primera institución en el mundo que creo Dios. Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Y Dios le hizo ayuda idónea, que fue la mujer Eva, con las debidas capacidades para poder mantener vida en su vientre, nacieran otras criaturas y así comenzar a poblar la tierra.

Si nos vamos al concepto de si es así, si es un mito, si esto si lo otro, no llegaremos a ninguna parte. Partiendo del hecho de un hombre que consigue una pareja y tienen hijos Génesis 2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.  Debido a que se vuelven una sola carne en los hijos, que son carne de los dos, las dos personas hacen su parte y de hay nace la criatura.

Si nacen dos o tres hermanos y ellos a su vez en algún momento de la vida también tendrán más hijos, ya no sera la familia únicamente de dos miembros originales. Se ira extendiendo y en muchas ocasiones terminan en solo parientes, los descendientes de este primer árbol familiar.

Sabemos que muchas personas no tienen relaciones con la familia política en ocasiones o quizás las relaciones entre primos no se dan. Nietos que no tienen confraternidad de ninguna clase con sus abuelos y así en el mundo hay una gran cantidad de personas aparte, que viven su vida sin tener mayor relación con su familia por diferentes motivos.

Los responsables de la educación y que se cumplan los derechos humanos inalienables en los hijos son los padres. Y así sucesivamente la responsabilidad por diferentes causas recae en ocasiones en los abuelos, tíos y aun en familias por adopción.

Hay lazos que son más fuertes que cualquier clase de relación de sangre en ocasiones. Debemos entender que el sentido de pertenencia tiene una relación directa con la familia más cercana, con aquellos adultos que crían, que fortalecen, que enseñan, que dan.

Hay situaciones de situaciones y esto da para más discusión de la que podamos entender. Lo que si debemos tener en cuenta es que la familia, cuando crecen bajo sujección y disciplina, es muy difícil que se pierdan esos lazos familiares fácilmente.

De hay se derivan también otras situaciones como la poca integración que se tiene con las familias de otras personas cuando por motivos de matrimonios se crean nuevas familias. No solamente sucede esto en la vida actual, recordemos la historicidad de escritos como los de William Shakespeare en sus libros "Romeo y Julieta", Hamlet y otros, son más cercanos, porque en la Biblia encontramos varias situaciones tan cruentas y diferentes a las de Romeo y Julieta.

Cuando Dina fue vista por Siquem. Dice en Génesis 34:1 Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país. 34:2 Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró. Quiso este príncipe casarse con Dina y lavar la ofensa, pero los hijos de Jacob actuando por cuenta propia, tomaron venganza.


Hay situaciones de diferentes clases, peores  o menos malas, lo que concluimos es que la mayoría de las veces no hay arreglo posible en estas circunstancias. El rencor subyacente en esta condición de violencia y estrés, hace que las divisiones y contiendas crezcan y rompan límites.

Lo que debemos entender es que a pesar de las situaciones que se presenten, tenemos el deber principal de enseñar a nuestros hijos su sentido de pertenencia, el amor y los valores que priman para que la humanidad persevere en mejorar cada día más y más, no únicamente el entorno, sino también la familia.

La educación a variado de forma tal, que la tecnología y las comunicaciones invaden los hogares y alejan cada día más a las personas del sentido de pertenencia y familiaridad honesta que se debe tener.

Hace unas cuantas décadas los cuadernos escolares en la contratapa o parte de adentro de la tapa se escribían los datos de los dueños de los cuadernos y decía: "Pertenece a:" en la actualidad dice: "Nombre:"

La palabra "pertenece a" no es igual a "nombre". Pertenecer es formar parte, ese cuaderno formaba parte de la educación de un estudiante, el cuaderno le pertenecía, él era su dueño. El alumno iba aprendiendo el concepto de pertenencia sin necesidad de que se le explicara lo que esto quería decir. Se incluía una educación integral sin necesidad de hacer tanto aspaviento, sin tanto lujo escolar y con mucha más cordura de la que pensamos y tenemos actualmente.

Así es la familia, cuando pertenecemos a una familia, sabemos quién es esa familia, porque somos parte de esa familia y que lugar ocupamos en esa familia, especialmente sabemos si nos sentimos amados por esa familia.

El nombre, es el que tiene toda persona, sabemos que tener un nombre es importante, el nombre nos identifica, con el nombre nos reconocen: "fulano ven a sentarte", dice el maestro amonestando al alumno, la madre lo llama por su nombre, todos lo llaman por el nombre, pero también todos tienen un nombre. 

Mi familia, no es la familia de los demás, me pertenece, yo pertenezco a ella.

Es importante tener pertenecencias, no importa si es un cuaderno o un juguete, un vestido o cualquier otra cosa. Cuando los niños aprenden a tener pertenencias, se les enseña a cuidarlas y también llega el momento de enseñarles a compartir, estamos formando una personalidad responsable, que no solo ama a las personas, sino que también aprecia lo que tiene y lo cuida.

¿Como se que soy un miembro importante de mi familia? ¿Cuán apreciado soy dentro de ella?¿Como demuestro mi aprecio y amor por mi familia?¿Como demuestran su amor por mi los demás miembros de mi familia?

Estas y otras preguntas no son fáciles de realizarnos, pero para comenzar a solucionar los problemas emocionales, mejorar la identidad, poder ser mejores padres, hermanos, tíos, compañeros, debemos pensar en estas y otras cosas que afectan en ocasiones negativamente a los grupos familiares consanguíneos.

Cuando tenemos claros estos conceptos, primeramente de nuestra identidad personal y familiar, va a ser más fácil poder entender situaciones y circunstancias que vivimos y que viven otras personas.

Después de tener en claro estas cosas vamos a poder ser líderes efectivos en medio de las congregaciones y enseñar a restaurar las vidas de las demás personas. Se dicen tantas cosas y tantos refranes populares que se van volviendo norma, cuando en realidad es muy claro y entendible cuando se enseña por medio del testimonio familiar y se completa con el testimonio secular y especialmente cristiano.

Lo hecho, hecho está. Lo que hemos decidido en el pasado incide de una forma completa en el presente y futuro de nuestras vidas y familias. Por esta razón no cualquier persona está debidamente capacitada o tiene la madurez necesaria para aconsejar familiarmente. Dentro del pueblo de Dios hay muchas labores que se pueden desempeñar, pero aplicar la palabra de Dios, especialmente de forma cristocéntrica, no lo hacen todos de una forma adecuada.

Utilizamos muchos pasajes bíblicos del nuevo y antiguo testamento para afirmar que es más importante la iglesia y la familia de Dios para cada uno, que la propia familia. En algunos casos puede acontecer que sea así, pero en muchos casos no es así.

La iglesia, los ministros de Dios tienen un deber sagrado de alimentar sanamente la familia, de ayudar a los congregantes u ovejas a restaurar su vida familiar en lo posible. La obra de Dios tiene que ver con la familia, todos pertenecemos a una familia, tenga los apellidos que tenga.

Cuando tenemos bases sólidas en el conocimiento de lo familiar, vamos a poder ser más efectivos en los ministerios.Siempre debemos luchar para que las personas alcancen la unidad familiar, la unidad en Cristo, el cuerpo de Cristo lo componemos todos los que nos congregamos en una iglesia y debería estar completo y unido siempre hasta que Cristo venga por su iglesia, iglesia sin mancha ni arrugas, iglesia santa para la honra y gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Dios te bendiga

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