Me
recuerda a todos, la casa abrigada es grande, escaleras de cemento altas,
derechas como las de el avión donde llego el abuelo un día.
Apenas
entrar soy niña otra vez, como Alicia en el país de las maravillas. Subo
corriendo, entro a una habitación, me subo en las camas a brincar y jugar,
asomada a la ventana miro las copas de los árboles del patio donde se pasan las
tardes en un suspiro jugando y corriendo.
Salgo
y me subo al pasamos para bajar rodando agarrada fuertemente a él y seguir
viendo otra vez la casa abrigada, perdida durante tantos y tantos años.
Me
sorprendo de haber vuelto a ella y miro hacia todos lados esperando ver salir a
la abuela de la cocina, acompañada de las tías,
que siempre andaban en sus quehaceres.
Los
muebles no me parecen tan grandes como antaño y las sillas son mas pequeñas a
como las recordaba. El viejo radio al lado del comedor no suena, solo las
campanadas del reloj marcando las tres.
- Despierta Ana, despierta vas a llegar tarde al trabajo.
Abro
los ojos volviendo a la realidad de mi pequeño piso de ciudad.
Jadeen
No hay comentarios:
Publicar un comentario