Tecnología y ciencia

La tecnología ha evolucionado rápidamente en las últimas décadas y ha sido utilizada de diferentes formas, una de ellas para ser mal usada por la niñez y la juventud.

La ciencia se estudia sin tanta tecnología, cuando es usada para la salud. Las investigaciones de los hábitats y demás de plantas y animales la utilizan mucho y ha desplazado el trabajo del hombre en muchos casos en detrimento de esta.

La tecnología en cuanto se refiere a teléfonos celulares en todas sus variedades y nuevas inteligencias no humanas, muchas veces cumplen una función necesaria en los medios que se usan.

Pero en otras áreas, como el hogar involucrando a los hijos, en las iglesias, escuelas y lugares de reuniones sociales causan un perjuicio muy grande en las relaciones interpersonales.

Las personas se van acostumbrando a mantenerse alejados entre sí, descuidando los adultos sus deberes para con los jóvenes y dándoles una independencia temprana que los está guiando por malos caminos.

Los padres ignoran totalmente la clase de relaciones que mantienen sus hijos, impidiendo la disciplina reglamentaria de ellos y que es un deber moral que se tiene para preservar la niñez y juventud.

No hay mecanismos que liberen a los padres de muchos males de comienzos de este siglo. Como el Internet,  a pesar de los controles que se imponen muchas veces son violados por los adultos, para tener acceso a los malos hábitos y pecados de una sociedad corrupta y carente de valores que no se atreve a denunciar a aquellas perversas personas que quieren utilizar a los niños para comprarles sus dosis de droga y vicios que antes se mantenían ocultos por el bienestar de todos en general.

Quizás harían bien en revisar sus vidas aquellas malas personas que impiden que la ley y la familia cumplan con sus deberes pactando con personas que son incapaces de mantenerse en sano juicio, y que deben recibir un tratamiento justo, sano y fuerte de acuerdo a su necesidad.

Porque la permisividad está acabando con la raza humana y los mal llamados desechables son aquellos que comparten y se alegran de ver como se pierde un hijo ajeno en la droga.

El mal esta, pero no es bueno que se aliente a las personas a darle droga a una persona para quitársela de encima y estar tranquilos. Es más fácil todo ese dinero que se invierte en droga y drogadictos, invertirlos en tratamientos siquiátricos firmes y que den resultado.

El estado colombiano está cansado seguramente, de pensar en cómo resolver este penoso problema, que es mundial. Y debemos saber que hoy es el hijo del vecino, pero mañana puede ser su hijo el que tenga este problema y esa carga es muy difícil y dolorosa de llevar.

Por lo que se debe pensar en quien se va a apoyar al drogadicto o a la droga, y no solo la droga que vende el jibaro, sino la droga virtual y tecnológica que invade los hogares.



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