La economía femenina

Las Señoras se conocen por la cartera, las Damas por la billetera y a la mujer sabia por el monedero.

Hay un dicho que dice que se cuiden los centavos porque los billetes se cuidan solos.

Las mujeres siempre han tenido fama de despilfarradoras y de ser inconscientes a la hora de gastar. En realidad podemos saber que no todas son así, y que llega un momento en que toda mujer se da cuenta que el ahorro es una necesidad inmediata.

Las señoras se conocen por la cartera, están acostumbradas a gastar el dinero del marido sin contar con el, muchas veces debido a varias circunstancias, una de ellas puede ser que los negocios impiden que pueda pasar mucho tiempo con ella y esa es la manera de llenar su tiempo y hacerse sentir.

Las Damas por la billetera, son aquellas que aparte de tener el dinero que aporta el hombre en el hogar, le gusta ganar el suyo propio, para tener independencia económica, por varios motivos y uno de ellos es ayudar a su familia.

La mujer en general es muy dada a mantener los lazos afectivos con toda la familia y a ayudar a aquellas personas como mama, hermanos y sobrinos en necesidad.

Y la sabia por el monedero, ella cuenta con poco para gastar, la plata que recibe la aprovecha para sembrar en su vida y la vida de los hijos que Dios le da.

Pero todas las mujeres por la razón que sea siempre ahorran, esconden y sacan en la necesidad. Aquella que tiene un buen marido dadivoso y a tiempo ahorra para poder tener unos años descansados y en paz. 

La que por alguna razón tuvo tropiezos en la vida de diversas clases y estuvo asediada y maltratada por los hombres, la que invirtió en sus hijos y recibe de ellos y todas las personas que conocemos y en ocasiones admiramos por su valor ante las circunstancias duras de la vida y que la enfrentan con buen animo y destreza a pesar de carecer de recursos necesarios en su niñez y se abrieron paso por medios poco aceptados, pero llegaron a un status en el cual se han hecho lugar y son admiradas y queridas por todos.

Toda mujer tiene una historia que contar, toda mujer es digna de admirar, pero no todas se someten a vivir en desgracia por siempre.

Se habla de la libertad, de muchos derechos y mas cosas que valorizan el lugar de la mujer en la sociedad, pero realmente terminan algunas esclavas de la concupiscencia de los hombres y su menosprecio.

La Biblia en proverbios nos habla de que el hombre no debe olvidarse de la mujer de su juventud. Pero las mujeres ya no aceptan aquel hombre que durante su larga vida disfruto de la promiscuidad sexual, de tener hijos en la calle por cantidad y de darle a la mujer extraña lo mejor y lo peor a la que guarda en el hogar.

Las mujeres hoy en día y con razón rechazan ese papel de esclavas medievales, sometidas injustamente, no solo por maridos aprovechadores sino también, que creen que compraron una vaca o una chiva para hacer con ella lo que les da la gana.


                                                       Por:  Nigella









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