Jardines y jardineros


El Jardinero

Había una vez un jardinero que cuidaba un jardín lleno de plantas. Se encontraba sembrado en el, arboles grandes, pequeños, plantas de flores y toda clase de hermosas plantas.

El jardinero tenia varios ayudantes, con los cuales regaban, trasplantaban, sembraban nuevas plantas y quitaban las malas yerbas. Todos los que entraban al jardín se asombraban de ver las maravillas que crecían en el.



Durante muchos meses un vecino miraba los arboles cargados de frutas y las hermosas macetas llenas de flores. Este hombre era flojo, celoso y envidiaba en su corazón las bellezas que veía a diario en el Jardín.

El jardinero lo invitaba a participar en las labores que se realizaban día a día, pero este hombre se hacia el que no lo oía y seguía su camino sin contestar.

Cuando fue el tiempo de la cosecha, llego el vecino con un gran canasto a recoger la fruta y llevársela,  cuando iba saliendo el jardinero y sus ayudantes le dijeron que no se la podía llevar, porque esa fruta y flores eran para todos ellos que habían trabajado durante muchos meses sembrando y cuidando el jardín.

El lo había invitado a participar y no había querido, por lo tanto no se la llevaba. El vecino se sintió frustrado e iracundo, pero comprendió que el jardinero tenia razón, dejando la cesta se fue a su casa, con el estomago vació y grandes deseos de comer algo de lo que había en la cesta.

Las enseñanzas de esta historia son varias. Una de ellas es que la mayoría de las personas no siembran en la vida, pero quieren recoger siempre lo que otros han sembrado.

Otra de ellas es que se debe sembrar en buena tierra para recoger una abundante cosecha.

El jardinero de nuestra historia lo podemos comparar con el buen Jesús, que siembra con sus hijos en los hombres para bendición, salvación y sanidad y aquel mal vecino son las personas que tratan de dañar lo que Dios y su palabra hacen en el hombre.

Pero lo mas importante de todo es que cualquier labor que se realiza requiere de mucho amor, la Biblia dice que lo mas importante de todo es el amor. Sin amor nada somos y nada podemos hacer bien.

El atributo mas importante de Dios es el amor, porque Dios es amor. Cuando amamos a las personas o a alguien en particular, ese amor nos motiva a luchar para ayudar, para bendecir de alguna forma a esa persona.

Le preguntaron a Jesús “Maestro, ¿cuál es el mas mandamiento  grande de la Ley?”. Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu” y les asegura que: “este es el más grande y el primer mandamiento.” Y  “El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 

No debemos permitir que el enemigo que anida en las personas que no conocen a Jesucristo dañe las bendiciones que tu siembras en tu vida espiritual y material.

Por eso la Biblia nos advierte que debemos estar apercibidos, porque el adversario anda como león rugiente buscando a quien devorar.

Dios te bendiga.


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