¿Que estas ministrando y que estas recibiendo?


Manos santas delante de la presencia de Dios

Mirando la novela que recrea la vida de un cantante fallecido, nos damos cuenta como los medios utilizan los programas para mover a la multitud de jóvenes impresionables que creen todo lo que dice la televisión.

Los cristianos debemos ver las series y novelas que pasan por televisión y cine, pero no para dejarnos envolver en el melodrama que están mostrando, sino para que con criterio cristiano veamos las cosas que están ministrando a la juventud, haciéndolas caer en las redes de maldad.

Llenando su mente de sueños y fantasías que no son reales a menos que puedan entender que hay detrás de la fama y el dinero de esos jóvenes músicos que cantan para un mundo de personas trasnochadoras, bebedoras de alcohol y consumidoras de no se que cosas más.

En apariencia el joven es muy guapo, y tiene todas las cualidades que hacen soñar a las mujeres de todas las edades, pero si miramos con atención se darán cuenta que es imposible que una persona que se desenvuelva en ese medio pueda contar con tantos valores tan preciosos. O por lo menos las personas que no saben de la gracia de Dios, piensan que es gracia humana ser un mujeriego y aprovechar el ser buscado por ellas para divertirse y vivir una vida disipada.

Un acordeonero que es el benefactor del cantante en una ciudad inhóspita y fría para el foráneo, con una jovencita hija de rico que hace su voluntad y que quiere hacer ver que es mejor divertirse y pasarla bien haciendo cosas que no tienen ningún valor como perseguir a un hombre que no esta en sus mismas condiciones sociales,  a estudiar una carrera productiva que le va a dar un futuro en la sociedad y va a encontrar un lugar que sea de bendición para ella y todos los que están a su alrededor.

Vemos que el triste final de este hombre no edifico en nada a la juventud que lo adoraba por su música. Como el triste final de un cantante de salsa que en sus últimos días se caso con una mujer que lo apartaba de sus hijos y no le permitió encontrar el camino de la sanidad y otras cosas por estar pensando en quedarse con su dinero. 

Dejo una herencia musical mundana dividida y que ha formado una guerra entre las partes,  a pesar de haber tenido la oportunidad de volverse definitivamente a Dios y organizar su herencia, no solo material sino espiritual y dejar ese mundo que lo idolatraba, pero que le robo su vida, su familia y todas las cosas buenas que un día pudo alcanzar.

No debemos olvidar el trasfondo histórico de estas series y novelas que tienen tanta relevancia por la época en que vivieron estos artistas y que estaban enlazados con los comienzos de la violencia que aun vive Colombia y varios países del mundo gracias a la droga y  los diferentes grupos armados.

No se debe permitir el engaño del diablo, por medio de este tipo de cosas que engañan especialmente a la juventud y de las cuales advirtió el Apóstol Pablo diciendo: Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo… (CO 2:8, Reina Valera 1909).

Esas son las vanas sutilezas del enemigo, hacernos creer que un ministro que se presenta en el altar de Dios delante de las congregaciones, puede hacerlo en santidad y de la misma forma que lo hace para Dios; hacerlo para el hombre.

Si una persona actúa en cine, televisión, canta o hace cosas para el mundo, no puede servir en el altar de Dios como ministro.

Esto no quiere decir que todas estas personas no puedan ser de valor o transmitir valores a la juventud y a todos los que los ven o escuchan. Al contrario son personas que pueden ayudar a cambiar muchas cosas malas, que a través de lo que hacen para el mundo pueden ministrar valores,  servicio, talento y muchas cosas buenas que también son necesarios, porque no todo el que es cristiano es llamado a ser apartado para el servicio de Dios.

Algunos tienen ministerios especiales que sirven como puente para que las personas que están en el mundo lleguen a los pies de Cristo. Son ministerios de testimonio, de veracidad, de limpieza de manos y corazón entendido porque siguen a Dios y escuchan su palabra.

Jesús se juntaba con pecadores, pero no era pecador, Jesús ejerció un ministerio único y especial en la tierra, el era el hijo de Dios hecho carne, pero debemos recordar que él dijo que no nos dejaba huérfanos, que nos convenía que el se fuera, porque nos iba a mandar un consolador, nuestro paracleto, el Espíritu Santo,  nuestro ayudador.

Espero que esta palabra sea de edificación y te ayude a entender que debemos ser limpios de manos, pero primeramente esa limpieza se logra cuando Dios esta en el asunto. Porque el nos dice que levantemos manos santas delante de su presencia y esas manos las santifica el por medio de nuestra actitud y buen comportamiento.

Dios te bendiga

Jadeen

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