Corazón agradecido
Cuando decimos que se tiene un corazón agradecido,
enseguida pensamos en una persona que muestra y siente complacencia, gratitud,
reconocimiento y alegría por las cosas que recibe.
Pensando en la inconformidad del ser humano, y las
diferentes formas en que siempre busca satisfacción en las cosas que hace,
compra, tiene, los hijos, la familia y en fin todos aquellos bienes que no
tienen un valor monetario, pero que significan mucho cuando los vemos en riesgo
y que quizás no le tenemos el debido aprecio cuando no pasa nada.
Dios se agrada en un corazón agradecido, cuando se
agradecen todas las cosas sean cuales
sean, especialmente aquellas que se reciben de gracia se está mostrando la
abundancia de corazón que se tiene.
Muchas veces las personas menosprecian las pequeñas cosas
que alguien hace desinteresadamente por él o ella, no se valora los favores que
constantemente da la vida y Dios que es el creador de ella. Creyendo que se lo
merecen todo y que es una injusticia cuando no reciben lo mejor en trato, en
ayuda de cualquier forma o cuando tienen una aflicción grande por salud o económica.
Especialmente no se ve aquellas cosas que Dios ha hecho
en la vida de cada uno durante una cantidad equis de tiempo.
Para vivir en paz y con un corazón agradecido a Dios, se
debe cambiar cada uno personalmente, sin importar el cambio de los demás. Sin
exigir un cambio, únicamente creciendo espiritualmente y dejándose guiar por el
Espíritu Santo de Dios, se alcanzara el equilibrio que necesitan las vidas para
seguir adelante y agradecer a Dios y a los hombres lo que se hace por ellos.
Mientras no se reconoce la necesidad de Dios en la vida
de cada uno, mientras no se humilla delante de su presencia, entendiendo por
humillar llegar en la actitud correcta y de reverencia que Dios merece y
acepta, no alcanzamos esa gratitud de corazón de recibir de Él lo que en realidad
se necesita, es más que dinero, es más que compañía, es más que todo aquello
que el hombre pueda dar, porque lo que Dios da es perfecto y enriquece y no
añade tristeza con ello.
Salmo 100:4 Entrad por sus
puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.
En el verso 4 del Salmo 100 dice cómo debemos entrar a su
templo, pero también es una actitud del corazón permanente hacia Él.
En el verso 4 del Salmo 100 dice cómo debemos entrar a su
templo, pero también es una actitud del corazón permanente hacia Él y quizás con
toda la sinceridad de corazón y con un verdadero arrepentimiento de corazón
podamos decir como dijo un día el rey David en el Salmo 51 verso 10, Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
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