Jesús en la vida del creyente

¿Cómo crees que Jesús va a entrar en  tu vida?

Muchas veces estamos esperando hechos portentosos en nuestra vida para tomar una decisión de fe. Esto es un error, los hechos portentosos siempre los hemos visto en nuestra vida y todo lo que tenemos alrededor.


No le damos importancia  a un niño, a un árbol, a un animal o quizás a las personas que tenemos alrededor. Todos esos niños, árboles, animales y personas son hechos portentosos de Dios, porque el hombre desarrolla a partir de lo creado por Dios.

Nadie puede hacer esas personas, nadie puede hacer muchas cosas de la creación de Dios, pero no las admiramos; admiramos al mundo, lo material, el lujo, la fama y tantas cosas vanas que no tienen el valor de una planta, de siquiera el más insignificante animal creado por Dios.

Así paso con Jesús y así pasa en la actualidad con el regalo que él nos da, con esa salvación y vida eterna que recibimos cuando lo aceptamos en nuestro corazón como Señor y Salvador.

Muchas veces pensamos que él ‘Jesús’ el hijo de Dios, el que está sentado a la diestra de Dios padre intercediendo por nosotros, debe estar agradecido con nosotros y no nosotros con él.

Cuando Jesús tuvo su ministerio en la tierra, no andaba buscando a nadie, no corría detrás de las personas para que creyeran en él, para sanar a nadie, para liberar a nadie, para enseñar a nadie. Dice la biblia que multitudes lo seguían, que los enfermos lo buscaban, cuando llegaba y encontraba la necesidad la solucionaba, cuando llamo a los discípulos no fue a buscarlos a su casa para que lo siguieran, se los encontraba y les decía ven y sígueme y ellos lo seguían.

Realizo milagros y portentos y dijo que cosas mayores haríamos nosotros en la tierra. Nos prometió un consolador, paracleto, a su Espíritu Santo y cumplió su palabra.

Entonces porque crees que no debes buscar la verdad de Dios, porque crees que hay que ir a buscarte para que escuches su palabra y lo llames Señor.

Dios siempre te está esperando, Jesús está a la puerta y llama, es un caballero, espera que tú le abras y lo invites a entrar en tu vida, te ama y dice que lo hace con amor eterno.

Yo te insto a que no lo apartes de tu vida, que no lo dejes de lado, no pierdas la liberación que hizo en ti en su momento. No te olvides de sus muchos beneficios, de sus misericordias que son nuevas cada día.

El esta a la puerta, esa puerta puede ser un vecino, una amiga, un niño que te habla de Jesús, el ministro donde te congregas, ´porque Dios no se cansa de hablarnos y de estar a la puerta de nuestro corazón.


Dios te bendiga

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