Libro de Proverbios

Enseñanza sobre el libro de proverbios

En la vida siempre aprendemos cosas nuevas diariamente, pero en la Biblia hay enseñanzas que muchas veces tardamos en leer, escuchar y también aprender, pero cuando la recibimos nos da una llenura y satisfacción especial porque es la palabra de Dios que da vida.

No puedo dar una enseñanza diciendo que es mía; cuando en realidad la recibí de otra persona a quien Dios ministro por medio de su palabra y ella la compartió.

Esta enseñanza sobre el libro de proverbios la recibimos en un grupo familiar donde asisto y en verdad el hermano nos sorprendió a todos con su enseñanza.

La enseñanza era sobre el motivo de los proverbios y utilizo el pasaje de Proverbios, capitulo primero al siete.

 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel
Para entender sabiduría y doctrina,
Para conocer razones prudentes,

Para recibir el consejo de prudencia,
Justicia, juicio y equidad;

Para dar sagacidad a los simples,
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.

Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo,

Para entender proverbio y declaración,
Palabras de sabios, y sus dichos profundos.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.


El pasaje se explica por sí mismo para entender sabiduría y doctrina, la sabiduría se adquiere con la doctrina que es el conocimiento de las ordenanzas y creencias bíblicas, dándonos el crecimiento espiritual necesario.

Un buen consejo a tiempo nos libra de muchos percances innecesarios, acompañado de la debida prudencia para no ser tropiezo a los demás y a nosotros mismos.

Si continuamos veremos todas las cualidades que puede ayudarnos a desarrollar el conocimiento más amplio del libro de proverbios que fue escrito por el Rey Salomón y son producto de la revelación e inspiración de Dios y la experiencia del rey.

Es una bendición poder entender que la justicia de Dios, sus juicios y todo lo que recibimos son dados con una equidad que no se puede comparar ni aceptar como la del hombre, debemos recordar que no hay justos; sino que somos justificados por la sangre preciosa que derramo Jesucristo hijo en la cruz del calvario por toda la humanidad, para ser redimidos y sanados.

Por eso hacemos bien en meditar en la palabra que Dios nos da por medio de sus siervos, para aprender cada día algo nuevo y también con el entendimiento ser renovados constantemente. Ella es vida y vida en abundancia para todos aquellos que creemos y a recibimos en nuestro corazón.


Dios te bendiga

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