¿Qué le
estas entregando al enemigo?
Muchas
veces como cristianos estamos desapercibidos de las asechanzas del mal y nos
dejamos llevar por los deseos de la carne. Cuando
tenemos la bendición, nos sentimos en paz y estamos adormecidos espiritualmente
debido a que pensamos que la labor que Dios nos encomendó está cumplida y
tenemos todo el derecho a disfrutar de lo que tenemos en nuestras manos y de lo
que llega muchas veces con apariencia de bondad o pensamos que estamos haciendo
la obra en las personas del mundo.
Cuidado con lo que haces porque a menudo nuestro fin es hacer una labor
cristiana en medio de las personas que están en el pecado y las garras del
enemigo, pero no obramos con sabiduría y caemos fácilmente en lazo del diablo.
El
propósito del enemigo es descubrir en donde está tu fortaleza y tus debilidades
para poder actuar en tu contra y alejarte de Dios.
Así
como Dios ama al hombre, el diablo aborrece verte en santidad, en el camino
correcto y aprendiendo con Jesús.
Una
ilustración de esto está en el libro de Jueces. Cuando leemos la vida de Sansón.
Algo que sobresale en este relato bíblico es las artimañas de los filisteos
para descubrir en donde residía la fuerza de Sansón.
Una
de estas artimañas es utilizando a las mujeres extrañas, porque los hombres se
dejan envolver fácilmente por los encantos de las mujeres que les roban su
bienestar, familia y hasta su honra.
Ese
espíritu de Sansón que se apodera de los hombres la mayoría de las veces,
porque también hay mujeres que se dejan seducir muchas veces por hombres
extraños.
Así
el enemigo va a utilizar muchos recursos para engañarnos, tratando de descubrir
nuestros secretos y la bendición para hacernos tambalear, hacernos caer en el pecado
y la muerte.
Hay
un dicho que dice que el que se acerca a la candela se quema, así le paso a Sansón.
Tanto se dejó llevar por las mujeres que utilizaron este recurso para descubrir
el secreto de su fuerza y someterlo, dominándolo.
Así
el enemigo nos quiere sometidos, dominados por él y vencidos, para que a su vez
nosotros arrastremos a más personas al pecado y la maldad.
¿Pero porque a veces tenemos que pagar
consecuencias tan terribles por nuestras acciones? Podemos decir que la desobediencia, la debilidad, las
bajas pasiones y muchos defectos de carácter más nos hacen caer y enfrentar consecuencias a largo plazo.
En
realidad en la vida del cristiano hay circunstancias que van debilitando la
vida espiritual y llevando cuesta abajo todo buen propósito.
La
primera y más importante de todas es que al ser separado para Dios; Sansón tuvo
en poco esta separación y voto de obediencia. Así muchos cristianos en
ocasiones actuamos sin discernimiento y somos desobedientes a Dios y las promesas que recibimos para nuestra vida..
Cuando
hacemos alianzas con los enemigos de Dios, estamos cruzando una línea que nos
va hundiendo cada vez más en el barro de la vida.
Cuando
andamos con personas que no convienen a nuestra vida, andamos en ambientes de pecado y maldición
nos vamos alejando cada vez más de la presencia de Dios.
Otra
causa muy importante es la falta de perdón, después que Sansón se casó con la mujer
filistea, no perdona que se la quiten y se la den a otro y se llena de ira,
demostrando violencia y crueldad con los filisteos.
Cuando
tenemos falta de perdón y nos llenamos de ira con las personas que nos hacen o
han hecho mal en algún momento de la vida, todavía peor si nos vengamos, no
vamos a tener comunicación con Dios y nuestra vida espiritual se apaga.
Debemos
tener fuerza en Dios, clamar y pedir que nos ayude a tener dominio propio en la
debilidad. Cuando nos dejamos llevar de la misma debilidad una y otra vez,
terminamos en las garras del enemigo, nos destruimos moral y materialmente la mayoría
de las veces.
Sansón
tenía debilidad en su parte emocional por las mujeres. Así debemos reconocer nuestra
debilidad en cualquier área y trabajar para que Dios nos fortalezca y mantengamos
en una vida sana y llena de abundantes riquezas espirituales y también material.
No
debemos ser descuidados, debemos tener un compromiso serio con el Señor, Dios
viene por una iglesia sin manchas y sin arrugas, por un pueblo santo.
Sin
santidad nadie vera a Dios. El matrimonio es santo y debe acercar a las
personas a Dios, no alejarlas de él, cuando desobedecemos, rompemos los votos
matrimoniales y se cae en adulterio, el enemigo inutiliza nuestra vida.
La
moraleja de la vida de Sansón es que las debilidades cuando perdemos nuestra relación con Dios, estas debilidades ayudan a que seamos vencidos por el enemigo, inutilizados, por eso no debemos unirnos en yugo
desigual con los incrédulos.
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