Obediencia y desobediencia

La obediencia y desobediencia

Génesis 3: 12, 13.  Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.

Vemos que la primera desobediente fue Eva y Adán, al mismo tiempo. Eva comió, le dio a Adán y Adán comió, Adán ni siquiera le dijo: ¿Por qué comiste? ¿Por qué me das? ¿Para qué me das?


En el verso 6 de Génesis 3 dice: Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

En ese momento perdió su autoridad como varón Adán y Eva tomo un puesto de relevancia en la vida del hombre. Eso se llama competencia, porque Dios les dio a los dos capacidades para pensar, inteligencia.

A partir de ese momento conocemos la historia y si no, podemos leerla con detenimiento en la biblia. Comenzó a moverse el pecado en la vida de ellos y sus descendientes, perdieron la gracia de Dios y salieron desterrados más que de un paraíso terreno, de la gloria de Dios y todo lo que implicaba.

Después vemos que Caín mata a Abel y haciendo un recuento podemos darnos cuenta que Caín está lleno de envidia, inconforme, prepotente, falto de temor y de amor. Busca la ocasión de desquitase, sin tener una razón que lo justifique, así son los caines de todos los tiempos.

Abel como es obediente y tiene amor en su corazón para Dios se siente satisfecho, porque el amor en el corazón del hombre produce satisfacción cuando esta canalizado debidamente. También confiaba, andaba confiado sin temores, ni sospechas, porque el que no la debe no la teme y confía, y muchas veces esta desapercibido como habla en proverbios 22:3 El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño.

Y así en toda la biblia podemos seguir buenos y malos ejemplos. Pero el que más debe llamarnos la atención es el ejemplo de los recabitas. Jeremías 35:6 Más ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos;

Este ejemplo maravilloso, nos muestra como Dios es un padre amoroso de provisión. Él nos dio a los padres (entre comillas) sabemos que hay padres de todas clases, me refiero a aquellos padres que dejan o dan preceptos sabios a sus hijos y ellos obedecen. Porque la bendición se recibe por la obediencia.

Así hay padres que desde muy pequeños siembran estas normas en los hijos y en ellos está el obedecer y recibir la bendición de la obediencia o rechazar y perder la bendición, recibiendo maldición.

Así como el padre de los recabitas les prohibió ser amadores del vino, hay padres que por su experiencia y conocimiento de la vida, desde niños prohíben ciertas cosas a los hijos.

Por ultimo hay un claro ejemplo de cómo estas normas y experiencias se manifiestan en las personas, como en el caso de Marta y María, ya estaban en una edad de decidir por ellas mismas el camino a escoger o de Jesús cuando comenzó su ministerio.

Vemos que Jesús reconvino a Marta y en el momento no hay claridad si ella obedece a Jesús o sigue afanada y turbada. Lucas 10: 42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

Debemos pensar que cambiando el nombre de Marta o el de María y utilizando un nombre de cualquier otra persona, es más fácil sacar una enseñanza de este pasaje y saber que Marta y María ya no están ni nunca más estarán en medio de nosotros, pero están en los anales de la humanidad como un recordatorio de lo que trae el afán o la hiperactividad y la turbación o la ansiedad o estrés o como se quiere llamar hoy en día.

Pero es importante que analicemos el carácter de Marta, Marta quería ayuda, estaba afanada, inconforme y tenia envidia de la tranquilidad, felicidad y descanso de María.

Entonces en base a todas estas cosas que nos relata la Biblia y si procedemos con sabiduría, entenderemos muchos propósitos de Dios para la vida de cada uno de nosotros y nos daremos cuenta que Dios es Dios verdadero de provisión, que no en vano le servimos y no en vano queremos beber de esa fuente de agua viva que es Él.

Debemos aprender a ocupar nuestro propio lugar, quemar etapas y superarlas. Cuando no crecemos y no superamos las etapas somos tropiezo para el grupo en el que desarrollamos, la convivencia es insana y no logramos realizar los propósitos y aspiraciones que tenemos en la vida.

Debemos seguir la ley de siembra y cosecha no solo en el aspecto económico, sino en el espiritual,  ubicándonos en los papeles que elegimos tener en la vida, en el lugar que representamos, tratando de lograrlo de la mejor manera posible con la ayuda de Dios trino y de los mayores y su experiencia como el ejemplo de los patriarcas.

Dios te bendiga

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