El poder de la oración

Cuando oramos adoramos a Dios

Hay tanto que escuchar sobre la oración, tanto que aprender sobre la oración. Para aprender a orar y recibir poder de Dios en nosotros y en nuestras vidas, necesitamos practicar la oración. No voy ha hacer un tratado o estudio sobre la oración ya que en las prédicas de todas las iglesias y muchas páginas de internet hay tantas enseñanzas sobre lo que es la oración y lo que logramos por medio de ella. Inclusive en alguna ocasión realice un estudio muy completo sobre la oración, estaba sustentado en la biblia.

Únicamente quiero añadir algunas experiencias practicas sobre la oración que he aprendido en largos años de oración en compañía y a solas con Dios. 

Aunque primero quiero recordar que en la multitud de consejeros adecuados está la sabiduría. En el libro de 2 de Crónicas, capitulo 10 nos habla sobre el rey Roboam y su falta de sabiduría. Desechó el consejo de los ancianos para seguir su propio consejo y el de los jóvenes iguales a él.  En el verso 11 dice: Así que, si mi padre os cargó de grave yugo, yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones.

Cuando tenemos necesidad de orar o de que otros oren por nuestras necesidades, debemos encontrar el consejo adecuado. No necesitamos intermediarios para entrar al lugar santísimo y pedir a nuestro amado Padre lo que necesitamos si lo pedimos en el nombre de su hijo Jesucristo. Lo dice claramente la Biblia en Juan 14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Partes claves de la oración:

Las diferentes clases de oración y la práctica hace al maestro. Cuando practicamos regularmente la oración, aprendemos cada día cosas nuevas y como ganar batallas de rodillas.

Leyendo y haciendo cursos también aprendemos sobre la oración y la guerra espiritual, la oración intercesora, lo que es clamar y mucho más. 

Los secretos de la oración están en el corazón del hombre que sinceramente trata de encontrar ayuda en Dios, que ama a Dios y que lo adora.

No necesitamos más requisitos en las emergencias de nuestra vida cotidiana, cuando hay cosas que se presentan de imprevisto y que nos llenan de angustia o dolor en ocasiones.

Otra parte importante de la oración,  para que Dios nos de las promesas que están en su palabra y que son para todos nosotros es apropiandonos de ellas. En oración, pidiéndole a Dios esas promesas igual a como las dice su palabra; utilizando la primera persona y sean una realidad en nosotros y en nuestra vida.

Una parte especial de la oración es tener un compañero en el caso del hombre y una compañera en el caso de las mujeres, que el mismo Dios la de, para orar y pasar tiempos estudiando la palabra.

Se aprende tanto orando con los mayores que nosotros. Las cosas a veces se nos escapan, las pasamos por alto, pero como dice la palabra. Mateo 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. 

Estas cosas o palabras que se nos escapan pedir con el entendimiento, son recordadas por aquellas personas que tienen más experiencia que nosotros y las comparten en el momento de las reuniones, enseñándonos preciosos procesos que podemos acortar o pasar por alto, gracias al poder de orar conforme a la palabra de Dios y con la debida comprensión.

Experiencias que han vivido y que las ha llevado a orar, aprender, estudiar y enseñar. La palabra de Dios es viva y eficaz, esto nos dice que tiene poder y movimiento. Un movimiento espiritual para ser aplicada de diversas maneras la misma palabra.

Los mejores consejos de oración los recibimos en el momento de orar, de interceder, de intercambiar opiniones con las más hermosas personas que hay en el mundo y son todos aquellos hermanos que practican la oración, que alaban y adoran el nombre de Dios.

La oración practicada con continuidad nos da hambre de Dios. Ese hambre es saciada momentáneamente y se vuelve a sentir para seguir en la presencia de Dios. Cuando tenemos ese hambre constante de Dios vamos a ser libres de muchas cosas malas, de pecados e incertidumbres, de tristeza y desánimo, ataques, accidentes, personas indeseables, peligros y muchas cosas más.

Dios pone un cerco alrededor de sus hijos cuando quieren mantener vivo ese amor por él, esa presencia de Dios en nosotros y en nuestras vidas.

¿En algún momento has sentido esa protección de Dios en tu vida? ¿Regocijado en su presencia, sientes que no puedes dejar de orar y seguir hablando con tu Padre santo? 

Quiero que medites en esta palabra y aprendas a orar conforme a la voluntad de Dios, aprendiendo cada día más y creciendo en gracia y bendición.

Dios te bendiga 

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