Inmediatez de la vida diaria

¿Qué pide Dios de nosotros?

La inmediatez de la vida actual nos está llevando al caos no tan lentamente como se piensa. Hoy en día todo es rápido, los giros de dinero son instantáneos, los transportes son integrales, las enseñanzas no son personalizadas, el tiempo es corto, no podemos detenernos y la vida sigue a paso de gigante.

Esta inmediatez esta acabando con todo, la sensibilidad, la esperanza en un futuro y mucho más, especialmente el esperar en Dios es desesperante en muchas más ocasiones de las que creemos. 

Los cristianos nos distiguíamos en apariencia por varias cosas que eran como sellos personales. Esto debe seguir siendo así, no en apariencia sino de una forma real. El cristiano verdadero, no es aquel que nunca se acerca a una fiesta no cristiana, nunca tiene relaciones con personas no cristianas, no mira ni le habla al vecino que no es cristiano y que tiene un alboroto constante en su casa.

Al contrario para ser cristianos y dar un buen testimonio debemos saludar a todos aquellos que conocemos sin importar sin son cristianos o no. Aceptar llegar a una fiesta no cristiana por cortesía, aunque no se baile por supuesto, ni se tome licor y después de un rato prudencial se retira  y aqui no paso nada. Si el vecino tiene música constante, entran y salen personas de su casa, nos tropezamos con el o la vecina y le decimos cortésmente un buenos días, buenas tardes o ...  seguimos nuestro camino y la persona recibe una buena influencia.

El vestido, las buenas costumbres, muchas cosas hacen a un cristiano, pero nunca el ser inmediato va a hacer buena cristiana a ninguna persona. Al contrario ser pacientes, esperar en Dios, conocer a Dios y su palabra, seguir el camino que el traza para cada uno es lo que nos va a hacer mejores cristianos.


Mateo 20:25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.

20:26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
20:27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
20:28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.


Esta palabra de Dios quizás es muy difícil de comprender para el cristiano lego, para el que comienza, para el que se desespera y pierde su confianza en Dios y se devuelve del camino emprendido.

Tiene doble enseñanza gracias a que nos habla de los gobernantes y sus malos deseos, por eso el cristiano debe dar consejos tranquilos, con base en la palabra de Dios. Por estos días todo el mundo aprovecha para hablar y difamar a los candidatos presidenciales sin modestia, sin ninguna clase de respeto, como si fueran cualquier hijo de vecino que no califica para ser presidente.

Todos merecemos respeto, todos merecemos estar en un lugar determinado y si estamos en desacuerdo con los candidatos presidenciales debemos aprovechar esta coyuntura para enseñar mirando hacia el futuro y dejar el pasado atrás. Sembrar en los que no han vivido o sufrido lo mismo que nosotros, nuestros propios rencores y los ajenos no da buen fruto.

Si miramos el presente de las personas y analizamos con calma su vida, nos daremos cuenta de sus capacidades, su carácter; es esencial siempre para saber como va a actuar una persona en un momento dado y si podemos confiar en ella.

Servir no es limpiar la casa ajena, no es servir de tapete para que las personas se limpien los pies con nosotros. Servir es hacer todo lo que hagamos con dignidad, con amor, como para nosotros mismos y nuestros hijos.

Jesús le lavo los pies a sus discípulos y dio una gran enseñanza de humildad y servicio a los hombres que eran sus seguidores y que no discutían con él, lo que les ordenaba. En muchísimas ocasiones hizo cosas que cuando las hacemos para nuestros hermanos en Cristo nos tienen en poco, muchas veces hasta nos humillan, se olvidan de lo que Dios hizo por ellos primeramente.

Si aprendemos de la vida de Jesús tan diligentemente como lo queremos hacer en muchas ocasiones de los famosos en todo el mundo, seguramente aprenderiamos mucho más fácilmente como tratar a los demás y dar un mejor testimonio.

Deuteronomio 10:12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; 

Si amamos a Dios querremos obedecerlo, agradarlo, hacer todo lo que el quiere que hagamos y especialmente aprenderemos a escuchar su voz, porque Dios nos habla hoy en día como ha hablado siempre.

Cuando obedecemos a Dios no siempre recibimos lo que deseamos, no siempre las cosas se dan tan rápidamente como las esperamos y principalmente debemos renunciar a ser los primeros, los que siempre llegamos al lugar que queremos llegar.

"Para entrar al reino de los cielos debemos ser como niños y los niños me dan las mejores enseñanzas siempre. El amor de mis hijos y mis sobrinos cuando era niños, siempre fue incondicional. Todavía a veces se me estruja el corazón cuando veo que por deber o necesidad se tienen que alejar de mi los más pequeños. Que no puedo atenderlos como quisiera y tienen sus padres que pueden cuidar de ellos. Nunca los he puesto en el predicamento de escoger entre otra persona y yo, les doy libertad y creo que me pueden querer sin necesidad de comprarlos o regalarles más cosas que los demás."

Todo esto es para entender que debemos renunciar en muchas ocasiones aun a aquellos lugares y personas que Dios tiene o tenia para nosotros, si con ellos evitamos ser tropiezo a otros, si con ello vamos a dejar que Dios nos enseñe como ser mejores y mas humildes personas cada día.

Cuando con responsabilidad aprendemos que si hoy no obtenemos el ministerio que queríamos, los yernos o nueras que queríamos, la casa con que soñamos y en fin tantas cosas grandes y pequeñas que las personas en su día a día luchan por obtener. Sin apartar nuestra mirada de Jesús el autor y consumador de la fe, vamos a obtener muchas más satisfacciones y cosas grandes en Dios de las cuales nos regocijaremos y disfrutaremos mucho más ampliamente que otras. 

No es fácil, ni es de cobardes seguir a Dios, no es fácil tratar de aprender a sobrevivir en medio de tantas cosas malas que acontecen en todos los lugares del mundo. Más si tenemos la paciencia suficiente para orar y esperar confiadamente en lo que DIos hace, seguramente veremos su Gloria como siempre la hemos visto, recibiremos de su misericordia y corregiremos mucho más facilmente nuestros errores y los fracasos presentes nos servirán para los triunfos de mañana.  

¿Crees que estas ocupando el lugar correcto o que Dios te quiere en otro lugar? ¿Obedecerías a Dios si te dijera que debes marchar a otra parte como lo hizo con Abraham? ¿Sabes escuchar la voz de Dios por medio de las escrituras, las enseñanzas en la iglesia, con voz audible, en medio del sueño?

Dios te bendiga


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