Gobierno evangelico


La política y el evangélico

Debido a muchos factores el pueblo de Israel fue gobernando por personas de Dios. Aarón fue nombrado sacerdote y ministro de Dios, pero no era gobernante. Éxodo 28:1 Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón. 

Moisés fue legislador junto con Samuel que fue un hombre dedicado a Dios desde el vientre de su madre. Ana le promete a Dios en oración en 1 Samuel 1:11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.

Eran hombres de Dios que no ministraban en el templo; ni ejercían las funciones de sacerdote. Trabajaban para Dios, lo conocían y recibían palabra de Dios, como hombres de Fe. Eran hombres que gobernaban con sabiduría, se mantenían en la presencia de Dios.

El sistema de gobierno a cambiado debido a infinitos factores como el crecimiento poblacional y territorial, las creencias, pueblos que no conocen a Dios y mucho más. Dios debe ser el eje del mundo, pero lamentablemente para todos no es así.

En Josué ya vemos como es la separación del sacerdocio al lado del común del pueblo, Los levitas únicamente eran sacerdotes. Debemos estudiar la Biblia para poder entender lo que nos enseña y vivir de acuerdo a su palabra y enseñanzas.

El apóstol Pablo dijo que debiamos anhelar los mejores dones. Los dones de los que nos habla la Biblia son espirituales, pero también debemos anhelar los mejores dones y talentos, materiales para ser mejores cada día.

El cristiano evangélico ya gobierna. No necesita sentarse en una silla política para hacerlo. Gobierna con Dios cuando le obedece, cuando cumple con todas y cada una de las disciplinas espirituales y así Dios mueve su brazo de poder para hacer su voluntad en la tierra.


Cuando oramos por las injusticias, cuando laboramos con honestidad, tratamos de estar en permanente contacto con nuestro amado padre celestial y seguimos su direccionamiento, vamos a cambiar el mundo. Vamos a influenciar todo lo que acontece a nuestro alrededor y fuera de nuestro alcance.

Cuando nos involucramos en las cosas del mundo y la carne, cuando señalamos, cuando queremos que nuestros hermanos en Cristo tengan las mismas ideas y pensamientos que nosotros, cuando ignoramos las señales de los tiempos y hacemos lo que creemos sin consultar a Dios o a sus santos; estamos a un paso de la rebeldía espiritual.

Para ser sabios debemos comprender la palabra y para comprender la palabra debemos estudiar. Aprender el idioma y sus variantes, tener una capacidad de comprensión de muchas cosas que solo valoraremos con sabiduría si tenemos un conocimiento secular adecuado.

Lo secular riñe con lo cristiano cuando seguimos sus normas seculares. Cuando mantenemos nuestra posición en Cristo y aprendemos de lo secular, vamos a ser capacitados mayormente. Vamos a ser excelentes maestros y siervos del Dios altísimo. No podemos hablar ni aconsejar con sabiduría y entendimiento si no sabemos de lo que nos hablan y el mejor modo de comunicación es el idioma.

Tener una actitud en la iglesia y con nuestros hermanos, para después tener otra con las personas del mundo no es lo que Dios espera de nosotros. Si esa parte del mundo no te acepta debes saber que no estas mal, quien esta mal son las personas que conforman esa parte del mundo.

Dios siempre va a tener una puerta abierta para sus hijos. Va a abrir puertas de bendición, de trabajo, de estudio y mucho más si le creemos y perseveramos. Únicamente no aprendemos de nuestros hermanos en Cristo, hay personas que no son de la misma denominación nuestra y tienen valores, actitudes dignas de imitar por su buen comportamiento y conocimiento.

No debemos encasillar, llenarnos de prejuicios que acortan la visión que debemos tener de la vida, las personas y problemas que acosan a este siglo. Dios siempre tiene una puerta de entrada y una salida para toda circunstancia; por muy difícil que se presente.


Oseas 4:6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. 

Hoy en día, más que nunca el pueblo de Dios necesita conocimiento. Beber de la fuente de la vida que es la palabra de Dios. Aprender el texto con el contexto. Con ayudas idóneas y la obra del Espíritu Santo de Dios, podemos y debemos aprender cada día algo nuevo. Volver a nuestros comienzos, cuando sentíamos esa sed que no se calmaba y ganas de beber continuamente de Dios.

Cuando humildemente o quizás no tan humildemente, porque teníamos tantas cosas que Dios debía cambiar, incansablemente leíamos la Biblia aun cuando no entendiéramos muchos pasajes como los entendemos hoy en día.

Recordemos 1 Samuel 16:7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.  

Debemos desear ser gigantes espirituales a los ojos de Dios. No debemos apocarnos, achicarnos, atemorizarnos, dejarnos abatir, desalentarnos y mucho más por esos gigantes carnales que quieren robarse tu bendición, mi bendición y la bendición de todos. 

Nuestro deseo debe estar en servir al Dios vivo, disfrutar de la paz que el nos da, de los muchos beneficios que hemos tenido y que seguiremos teniendo gracias al sacrificio de Jesucristo en la cruz del calvario. No en vano le servimos, no en vano luchamos contra el enemigo y las obras de las tinieblas.

Las cosas materiales perecen, el moho, la orina, la polilla corrompen, dañan, los tesoros del cristiano están en el cielo, en la tierra nuestros tesoros son la familia. Todas aquellas personas que amamos, las que ayudamos, las que bendecimos, aquellas que nos hacen sentir incapaces en ocasiones y que aunque las amamos, no sabemos como consolar, como darles lo que necesitan.

El rey David fue grande entre los grandes de la humanidad y mientras exista la palabra de Dios, será recordado a pesar de las controversias en su reinado. No necesitaba estatura, no necesitaba dinero, no necesito nada aparte de su amor y confianza en Dios. Dios dio su provisión siempre, estuvo con él, especialmente en sus momentos malos, en su pecado, en su arrepentimiento y sufrimiento y es lo que nosotros debemos desear. Ser personas agradables a Dios, bendecidoras, que nuestras palabras digan el rey y Dios que tenemos.

Hay mucho resentimiento en muchísima gente, millones de colombianos están enojados. Hay un estrés palpable por la elección presidencial actual. Recordemos que el nuevo presidente fue permitido por Dios y que la Biblia nos exhorta a orar por los que están en eminencia. Así como oramos por nuestros pastores y por todos los ministros y en general por nosotros mismos, tenemos el deber de orar por el presidente y todos aquellos que están en eminencia de alguna forma.

Dios te bendiga

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