Libertad y esclavitud


Condición de ser libres o esclavos

Cuando tenemos libertad tenemos el legítimo derecho, el poder o facultad de elegir como vamos a actuar en el medio social en que nos desarrollamos y vivimos. La libertad es un derecho inalienable del individuo, básico de todas las personas. 

En muchas ocasiones de forma espiritual o humana se pierde este derecho  o nunca se ha tenido. Algunas personas nacen en esclavitud, sometidas a un ambiente donde no pueden crecer libremente. Esto es muy triste y tiene que ver en ocasiones con la perversidad de la sociedad.

Las personas pueden ser esclavizadas por medio de los vicios, como el mentir, robar, las adicciones como la droga, el juego, la pornografía, en fin por otras personas también en muchas situaciones.

Hay varias clases de libertad y ella está limitada a que las personas actuen rectamente y sin cometer ninguna clase de delito.

Si nos vamos a las escrituras veremos que el pueblo hebreo termino esclavo de los egipcios. En la época del antiguo testamento se daba mucho la esclavitud, recordemos a José que fue vendido como esclavo por sus hermanos. Habían leyes sobre la esclavitud.

Génesis 37:28 Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.  

La esclavitud también es nombrada en el nuevo testamento, siendo una práctica de muchas sociedades hasta el siglo pasado.

Hablaremos de las cadenas que atan a las personas impidiendoles ser libres por el pecado.  Debido a que no es tan importante ser esclavo en la carne como ser esclavo espiritual.

El esclavo espiritual no adquiere una verdadera libertad si no esta en Cristo. La carne perece y por lo tanto la esclavitud física perece con la carne. La esclavitud espiritual no perece y es eterna si no reconocemos a Dios en nuestras vidas, aceptando a Jesús como Señor y Salvador personal.

Una persona que es esclava espiritualmente, también lo es en la carne. Cuando no reconocemos el pecado que se manifiesta en las faltas, las culpas, los yerros, los deslices, nuestras transgresiones, imperfecciones, flaquezas que se manifiestan en vicios, en ocasiones perversidades y también la condición de ser vil, estamos siendo esclavizados física y espiritualmente.

Somos esclavos de muchas maneras y si no rendimos nuestro ser a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, no encontraremos la verdadera libertad.

Somos libres cuando nuestra vida no es dirigida por el afán del dinero, como el joven rico del que nos habla la Biblia en Mateo 19:22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Debido a que tenía su corazón en las riquezas conque contaba.

Cuando podemos sobreponernos al vivir diario y sus aflicciones con la mirada en Jesús, autor y consumador de la fe.

Cuando recibimos los dones que da el Espíritu Santo a los miembros de su iglesia. 1 Corintios 12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Somos libres cuando el amor que sentimos por los demás, especialmente por nuestras familias, no nos hace sentir obligados o nos impide hacer lo que son nuestras metas y anhelos. 

El amor del hombre es imperfecto, en ocasiones manipulador, dominante en otras y un sin fin de formas que crea ataduras a los que son participes de esa clase de amor.

Cuando amamos dirigidos por el amor que Dios manifiesta en nosotros, podemos dar libertad, tratando de mantener la clase de amor de la cual nos habla 1 Corintios 13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 

13:2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 
13:3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 
13:4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 
13:5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 
13:6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 
13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 


El tiempo perfecto es el de Dios. Cuando estamos en su presencia, mantenemos una relación no solo de tiempo y calidad, sino de aprendizaje constante, podemos abrir puertas de mucha bendición y valor para nosotros. 

Recordemos que en Juan 8:31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 

8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. La verdad que nos hace libres es conocer a Dios y su palabra.

Cuando conocemos la verdad, comienza un proceso de conocimiento y crecimiento. Unido a la fe, la constancia de la búsqueda diaria de Dios y su palabra, nos va a limpiar, sanar, hacer una restauración y mucho más, bendiciendonos a nosotros y a todos aquellos que están a nuestro alrededor.

Has notado que en muchas ocasiones las personas se alejan de ti y no pueden tener una relación de amistad contigo. También es muy difícil la comunicación, pareciendo que eres una persona rara y que nadie se lleva bien contigo. A medida que adquieres conocimiento y te apartas de las vanidades y cosas del mundo, tienes mucho tiempo para ti y la soledad de los días son mayores cada vez.

Esto acontece porque muchas personas están en oscuridad, aun aquellas que aparentan ser cristianas de  tiempo completo; en ocasiones no han sido liberadas de cargas de opresión, ambiciones y mucho más.

Cuando somos luz, las tinieblas se alejan, se esconden, únicamente aquellas personas que son luz o que tienen ganas de conocer a Dios y vivir como verdaderos cristianos se acercan confiados a ti.

Por esta razón la palabra de Dios nos insta a tomar nuestra cruz y seguir a Jesús.

Dios te bendiga


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