La voluntad de Dios y los despropósitos
del hombre
La raíz latina
“des” viene de déspota, y propósitos es
una palabra que quiere decir que hay buena voluntad, un deseo de hacer lo que
Dios tiene dispuesto para el hombre.
Tener deseos
es algo bueno, porque llega el momento en que con buenos propósitos se comienza
a buscar el propósito o sea la voluntad de Dios.
Los hombres
y mujeres tiranos, opresores, por alguna razón primaria tienen delirios de
grandeza y ocupan la calidad de Dios en las congregaciones, vanagloriándose de
los hechos portentosos que Dios realiza cuando ellos o ellas predican, oran,
hacen campañas y algunas cosas más.
Pero el
llamado que Dios hace a sus ministros es un llamado de amor, de benevolencia,
de paz y de mediadores entre Dios y los hombres.
Hay que
tener sabiduría para contender entre hermanos, hay que darle mérito al que lo
tiene, pero de una forma honesta y sin caprichos que dañen el carácter santo de
la obra, santos somos todos en el Señor Dios del cielo, porque pecamos pero no
practicamos el pecado.
Pero para
poder tener discernimiento y saber la voluntad de Dios hay que aprender cómo es
Dios, hacernos amigos de Dios y aprender el cambio de los tiempos, porque Dios
es el creador de todo y es un Dios vivo, no es un Dios muerto.
¿Quién va a creer en un Dios que no
ve? ¿Un Dios que no cree que sus hijos tengan méritos para alcanzar las metas
que él tiene para ellos?
Meta es el
final de una expectativa, de algún logro que deseamos alcanzar y que requiere
alguna clase de esfuerzo.
Todos los
padres que aman a sus hijos quieren lo mejor para ellos, pero no todos los aman
y hacen cosas que causan trastornos en sus afectos. Es algo muy difícil de
entender pero son cosas que requieren la confianza de la persona que padece
este trastorno y no todos los hermanos cristianos están adecuados para un mismo
fin.
Para eso es
la capacitación en las congregaciones, en las aulas estudiantiles, para ir
creciendo en conocimiento y tener virtudes que nos ayuden a alcanzar las expectativas
que se desean.
Pero es muy difícil
para un anciano soltar el bastón con el que camina o para un discapacitado
soltar la ayuda que recibe de acuerdo a su discapacidad, esto es natural y no
se puede hacer cosas que vayan contra la naturaleza de la persona de acuerdo a
su calidad y familia.
Por eso la sabiduría
de Dios al crear las familias.
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