La vida familiar que Dios quiere y la que el hombre lleva
Génesis 27:6 Entonces Rebeca habló a Jacob
su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu
hermano, diciendo:
27:7 Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera.
27:8 Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando.
27:7 Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera.
27:8 Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando.
Esta
historia que aparece en el Génesis sobre la familia de Isaac el único hijo de Abraham,
entre comillas, porque fue el único hijo en la herencia material y espiritual; tiene tanta sabiduría y tantas enseñanzas que se pueden entender para edificar
las vidas y especialmente las familias.
La
Biblia en el libro de proverbios habla de la sabiduría de la mujer sabía que edifica su casa y la
necia que la destruye.
En
este caso vemos la necedad de Rebeca al espiar a Isaac, primera cosa mala que
denota la falta de confianza que había en ellos, debido al favoritismo y las
divisiones que tenían por causa de los hijos.
Rebeca
amaba más a Jacob y el padre estaba en su derecho de favorecer a Esaú, porque las
leyes en aquellas épocas tenían unas connotaciones muy diferentes a las que hay
en la actualidad y el hijo mayor era el heredero principal, porque debía ser
preparado para proteger el clan familiar; era lo que llamaríamos hoy en día el
presidente de una gran empresa.
Esto
hizo que ella arbitrariamente lo indujera a desobedecer a su padre. Hace el
papel de Satanás induciéndolo a obedecer sus planes y maquinaciones, porque quiere
salirse con la suya y que su hijo menor reciba la bendición y los bienes que le
pertenecían por herencia a Esaú.
Ella
no confió en la promesa que le hizo Dios
a Jacob y quiso anticiparse, porque sus malas obras le impedían ver con los
ojos de la fe las grandes riquezas espirituales y materiales que Dios tenia
para su hijo y que iban a llegar en la forma debida y más abundantemente de lo
que ella esperaba.
Por
su necedad destruyo su casa, creo divisiones aún más profundas y lo que es peor
entre los hermanos que deben ser unidos para el bienestar de toda la familia, los hermanos deben estar unidos para favorecerse entre ellos y a los demás
miembros familiares.
Aplicándolo
en la actualidad todo tiene validez, porque las personas están llenas de
necedades, tanto hombres como mujeres cuando se dejan utilizar de las malas
obras de la carne y del diablo.
La
familia es sagrada, los hijos son sagrados porque son nuestra única herencia en
la tierra y aunque muchas veces las personas no tienen hijos en la carne; los
hijos que nacen del amor de la crianza y esfuerzo personal también tienen el
mismo valor que si se hubiera parido o engendrado.
Los
padres acostumbran a tener inclinaciones hacia unos hijos más que otros, esto
malo y daña el bienestar familiar, creando celos, problemas, rencores ocultos que
muchas veces hacen más daño porque no salen a la superficie.
Esto
no quiere decir que no se premie a un buen hijo o que se apoye más en uno que
otro cuando la necesidad lo exige, pero el amor de una madre es igual para
todos con las diferencias de cada uno.
“Si
tengo tres hijos uno llamado Pedro, otro María y otro más llamado Juan; no
puedo amar a Pedro como amo a María o a Juan. Amo a Pedro como Pedro, a María
como María y a Juan como Juan, porque son diferentes y esas diferencias nos
deben ayudara tratarlos de acuerdo a su carácter y demás características especiales
de ellos”.
También
esto quiere decir que no se debe favorecer a uno solo, dejando de favorecer a
los demás. Las madres son especiales y deben tratar de encontrar un equilibrio
para manejar las situaciones que se presenten, sin olvidar que la palabra de
Dios dice que se instruya al niño en sus caminos y aun cuando fuere viejo no se
apartara de ellos.
Dios
es Dios de familia, aun cuando haya familias disfuncionales y todos los
problemas que se presentan actualmente, porque no se puede estar sacando lo
pasado y revolviendo las cosas para evitar encontrar soluciones a las
situaciones que se presentan.
Es
bueno decirles las cosas a los jóvenes y niños, pero hay un momento adecuado
para hacer las cosas y también las personas. No hay secreto tan escondido que
no salga a la luz y no hay mentira que no se caiga en algún momento de la vida
haciendo sufrir a las personas involucradas y no se debe confundir a la niños y
aun a ninguna persona por temor o por protección.
Cada
persona individualmente debe vivir su vida y conocer todo lo que está
involucrado con ella, para que cuando esta o estas personas tengan necesidades
puedan recibir ayuda de su propia familia principalmente.
Las
familias también tienen divisiones y problemas de todas clases y a veces un
buen hermano(a), tío(a) o cualquier pariente puede ser un buen auxiliar o apoyo
en la necesidad y el sufrimiento.
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