Humildad,
buen trato, confianza
Muchas
veces debemos reconocerlo nos falta humildad, esto se nos puede perdonar cuando
estamos aprendiendo, pasando por el entrenamiento necesario para ser un buen
cristiano o un cristiano certificado.
Cuando
tenemos cargos dentro de las congregaciones y en los colegios cristianos evangélicos
especialmente, quiere decir que somos cristianos certificados y si ya pasamos
la etapa de los primeros tiempos, debemos ser personas pacientes, humildes,
aunque no faltos de autoridad.
Humildad,
es lo que Cristo enseño y si seguidores de Cristo debemos ser humildes. Humildes
para saber cuál es nuestro lugar, no vivimos en la época de la colonia, ni
mucho menos en la época de la esclavitud, prácticamente todos somos etnias lo
que viene a ser un mestizaje, pero así como reconocemos las dignidades de los
representantes del gobierno, como lo predicamos muchas veces, también debemos darle la
reverencia e importancia que Dios tiene, también debemos respetar no solo las
dignidades de aquellos que son superiores a nosotros en otras cosas como ser un
pastor, ujier, anciano, obispo o maestro por sus capacidades y logros.
Teniendo
en cuenta que nuestros hermanos en Cristo de la condición social sea cual sea, si
afroamericano, trigueño, indio, blanco, pobre, rico, etc., también merecen respeto y un buen
trato.
¿Por
qué si damos un trato cortes y acomedido vamos a testificar de Cristo? Porque Jesús
hacia diferencias claras entre sus discípulos y el común de la gente, sin que
se notaran o fueran ofensivas. Jesús enseñaba a las multitudes unas cosas
sencillas, pero a sus discípulos los capacitaba más profundamente.
Jesús
no dejaba sin respuesta a sus discípulos, no los ignoraba, no ignoraba a nadie.
Mantenía un estilo de vida que testificaba de él como hijo de Dios, no dejaba a
nadie con la palabra en la boca, no se negaba a atender a ningún enfermo que lo
solicitara, hay tantas y tantas cosas de la vida de Jesús que son un ejemplo
para todos y de las cuales podemos aprender para enseñar a los demás.
La
mujer calle en medio de la congregación, es un verso que tiene tanta
justificación para tantas predicadoras, que en realidad pueden hacerlo cuando
son cabeza de familia y están en una congregación, cuando el pastor falta y la
esposa es la encargada de reemplazarlo porque no hay más varones que lo hagan,
en las misiones cuando la mujer es la que tiene el conocimiento y el tiempo
necesario para dedicarlo a la obra del Señor.
Las
mujeres en las congregaciones son maestras, Jesús fue el maestro por excelencia,
es un honor muy grande enseñar, una gran responsabilidad, un don maravilloso
que no todo el mundo puede ejercer con la debida dignidad, pero la cabeza de la
iglesia es el ministro llamado pastor.
Debemos
ser humildes, pero también debemos enseñar a nuestros hermanos en Cristo
nuestra dignidad de maestros, de personas en el debido orden, conocedores de la
palabra para exhortar, animar y bendecir a todos sin ninguna clase de
discriminación.
En
el libro de proverbios nos habla de las compañías en las que debemos andar Proverbios 12:26 El justo sirve de guía a su prójimo; Mas el camino de
los impíos les hace errar. En primera de Corintios 15:33
No erréis; las malas conversaciones
corrompen las buenas costumbres.
Un consejo que no
debemos dejar de escuchar es que nuestros hijos no deben estar metidos en las
conversaciones de mayores, es un poco difícil en la actualidad evitar estas
situaciones por los espacios tan reducidos en los que se viven actualmente,
pero si lo ponemos por obra vamos a recibir una gran bendición, porque ese tiempo que los niños no ocupan en andar en medio de los mayores pueden usarlo en leer y aprender cosas que los enseña a saber estar con ellos mismos y usar su tiempo de la forma debida.
Dios te bendiga
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