La verdadera Iglesia del Señor

La iglesia - la palabra de Dios y el hombre

El conocimiento de Dios viene por el oír y oír la palabra de Dios. Siempre escuchamos esto o algo parecido como que debemos leer constantemente la Biblia para que la palabra sea rema y etc. Todo esto es cierto y cuando sentimos que somos descubridores de ella para nosotros, como Colon dice la Historia descubrió América, nos sentimos muy contentos y es una gran experiencia que podemos alargar hasta el infinito o quizás somos oidores olvidadizos.

Las personas aprendemos leyendo la Biblia y seguimos pasos que se nos enseñan en la iglesia, algunos en apariencia quedan ahí, otros aprenden más y más cada vez, como en mi caso que soy una excelente lectora e investigadora de la palabra refiriéndonos al idioma español.

La biblia nos habla de las diferentes iglesias en apocalipsis que muchas veces se aplica o aplicamos como las iglesias actuales, las hay de diferentes doctrinas y de diferentes formas de aplicar la palabra; debido a que los pecados suelen ser muy diferentes de persona a persona.

No debemos señalar a una persona porque sea cristiana evangélica o porque no pertenezca a la iglesia católica que es la tradicional en Colombia.

A pesar de que hay libertad de cultos, la gran mayoría de los evangélicos cuando van a realizar una actividad que tenga que ver con la verdadera fe, como lo es el matrimonio y hasta el bautismo, se olvidan de que son cristianos evangélicos y a pesar de ser hasta ancianos de estas iglesias, pastores, ministros que predican, ministran y evangelizan en los servicios dentro y fuera de la iglesia, sacan excusas y realizan estos actos simbólicos bíblicos en la iglesia católica.

No es la iglesia, no es el ministro, es el pueblo de Dios que no abre sus ojos y se informa que pasa. La fe es una sola y es imposible agradar a Dios sino la tenemos y si aprendemos cuando nos renovamos como cristianos evangélicos de sana doctrina, renunciando no a la fe católica sino a enseñanzas que no son las de la Biblia y que no nos dejan crecer, porque la fe es en Dios y podemos aceptar la koinonia y amistad con los católicos, compartir para enseñar y saber si ellos entienden como nosotros entendemos, aprender nosotros si es necesario de ellos.

No seguir haciendo cosas para que nos acepten en el mundo secular y cristiano, para ganar prebendas y privilegios que por ser ciudadanos de un país y nación que figura entre las naciones de la tierra ya tenemos ganadas por anticipado, porque el derecho inalienable de todo hombre o individuo a crecer sanamente, en libertad, con salud, estudios, derechos al trabajo, al libre desarrollo nos lo da el estado en que nacimos. 

Lo cristiano nos lo da la familia en que nacemos y con los años, lo acogemos en nuestra vida por propia voluntad. Como todo hijo de Dios no criatura, nos gusta que nuestros hijos aprendan el evangelio en que creemos y practicamos, pero Dios es el que da el crecimiento, el que nos guía, decir de una forma u otra, lo hacemos para demostrar a nuestros hermanos que estamos en la misma sintonía, pero creer y practicar la fe en la que creemos solo Dios y nosotros lo sabe.

No es necesario o es necesario que nuestros hermanos pasen por ahí, es decir que debemos aprender con los mejores ¿Cuáles son los mejores? Los que tienen tiempo para nosotros, los que, aunque pasen años y años vamos a recordar todo lo que aprendimos con ellos, los que avivaron nuestra fe con sus enseñanzas, los que hicieron que la curiosidad por aprender y entender la palabra de Dios no muera hay.

Aquellas personas que cuando las necesitamos sabemos dónde encontrarlas, que no buscamos para chismear, para saber qué es lo que hacen los otros hermanos, o para hacer cosas indebidas, sino que están para ayudar, para dar de lo que Dios les da, para bendecir la iglesia y los hermanos con sus buenas palabras, para desarrollar ministerios de poder que dan crecimiento y nueva vida, esperanza a los enfermos, a los presos en cadenas como dice la Biblia y para todo el que tiene una necesidad que puede ser suplida sanamente.

Ministerios que me alegran y han bendecido mi vida como el de Ramiro Sucre en Centro Bíblico Internacional, La Gloria Postrera en Rebolo y las diferentes Iglesias en las que he tenido acogida como Huerto de los Olivos donde la Hermana Ana de Rodríguez y el Pastor Arcesio me dieron la oportunidad de aprender y también presentar al Señor a una sobrina nieta muy querida para mí, la Iglesia Cristiana Cuadrangular donde me congregaba actualmente y por motivos de salud he dejado de asistir momentáneamente.

Esto no quiere decir que tenga que dejar de salir a ninguna parte o participar en cualquier otro evento o formalidad a las cuales se me invita. Por respeto a las labores que realizo y a falta de otras cosas que hacer me dedico a estudiar la palabra, a escribir y demás cosas para mi satisfacción personal, para ser útil a mis hijos, a mi esposo, demás familia y la comunidad para la cual realizamos algunas labores las hermanas cristianas.

La perfección es de Dios, él sabe para que usa a sus hijos, porque impide o porque permite, pero que bueno es contar con su bendición y la de sus ministros en general.


Dios te bendiga


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