La persona equivocada

Errores de nuestra vida

En la vida cometemos errores, pero algunos son repetitivos. Ejemplo de ello es enamorarse del hombre equivocado, confiar en la amiga que no es amiga en realidad, darle a la persona equivocada, asociarse con la... y así errores que dañan nuestra vida, causándonos dolor, amarguras y mucho más.

¿Cuál es la causa o motivo de que nos sucedan estas situaciones repetitivamente, siempre en el lugar equivocado con la o las personas equivocadas? Hay una respuesta para estas situaciones que dañan el entorno y la alegría de nuestras vidas. La causa por la que nos acontecen estas circunstancias es debido a que no miramos un poco más allá de lo que ven nuestros ojos físicos en las personas. 

Nos dejamos llevar por la apariencia. Por el gusto carnal que tenemos hacia ciertas cosas y personas. Alguien dijo un día que el dinero hace bonito a todos. En cierta forma es una realidad tan palpable y mala al mismo tiempo que las personas en general nos valoren y las valoremos por el "Cuanto tienes cuanto vales".

Otra razón es que muchas veces nos conformamos y creemos lo que nos dicen los demás, sin verificar si están diciendo la verdad u ocultándonos sus realidades. Muchas veces tenemos o creemos que debemos ocultar cosas de nuestra vida personal y no nos atrevemos a investigar la vida de los demás.

De está forma caemos en el engaño ajeno y también en ocasiones en manos de depredadores que terminan controlando nuestras vidas.

La Biblia es sabia y tenemos ejemplo de esto en la vida de David cuando estaba en el seno de su familia.

1 Samuel16:5 El respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos, y venid conmigo al sacrificio. Y santificando él a Isaí y a sus hijos, los llamó al sacrificio. 

16:6 Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido. 
16:7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. 

16:8 Entonces llamó Isaí a Abinadab, y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo: Tampoco a éste ha escogido Jehová.
16:9 Hizo luego pasar Isaí a Sama. Y él dijo: Tampoco a éste ha elegido Jehová. 
16:10 E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos. 
16:11 Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí. 


Samuel a pesar de ser el profeta y legislador de Israel, haber crecido en el templo sirviendole a Dios, no tuvo el discernimiento suficiente para escoger al ungido de Dios debido a que se dejo guiar por lo que tenia en su mirada "La estatura y el buen físico".

Dios lo amonesto en 1 Samuel 16:7, diciéndole que no mirara lo que tenia delante de sus ojos. Así es Dios con nosotros, nos exhorta a mirar lo que hay en el corazón de las personas y eso solo lo podemos entender cuando los conocemos más, mirando lo que hacen, el trato y las relaciones que tienen.

Vemos que pasaron siete de los hijos de Isaí y todos fueron desechados por Dios. Aquel que faltaba, el que estaba en las labores que le correspondían, el más valioso en la familia, que se trasnochaba y pasaba mucho tiempo a la intemperie y elementos, el que luchaba con las fieras del campo defendiendo el patrimonio de la familia, el menospreciado por ser el menor y el más sencillo; ese era el elegido de Dios.

Así debemos hacer nosotros con las personas, aprender de las enseñanzas bíblicas que nos ilustran y dan sabiduría para tener un mejor vivir. Para entender los propósitos de Dios y los cambios que debemos tener en la vida, para ser prosperados y bendecidos en todas las áreas de nuestra vida.

Afilar nuestras armas espirituales y escuchar la voz de Dios como la escucho Samuel en su vida y caminar diario. Pedirle el discernimiento necesario para poder estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado y con las personas adecuadas. Samuel fue un hombre de Dios, le sirvió desde su niñez, aunque descuido como la mayoría de los hombres bíblicos el educar con más disciplina a sus hijos, siempre estuvo en la voluntad de Dios.

Actuar conforme a la voluntad de Dios, aprendiendo cada día a ser mas y más obedientes. Eso tiene un precio, un costo, pero también reditúa muchas bendiciones, innumerables liberaciones.

La única persona a la que debemos estar atadas es a Dios, a su voluntad, a su servicio, a su amor y dirección. No es fácil, pero si disponemos nuestra mente y corazón, alcanzamos la victoria.

Si quieres dejar algún comentario, lo que piensas, lo que te gusta de la vida del Rey David o tienes una inquietud y quieres respuesta a tus preguntas. Puedes hacerlo en el lugar que tiene la página para ello. 

Dios te bendiga.







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